MURCIA. "Nunca volveré a India", recuerda el fotógrafo murciano Luis Sáez que pensó allá por 1997, cuando emprendió su primera incursión en solitario por el mundo. No lo cumplió. Es más, "después cinco viajes, alguna película y varias lecturas", asegura haber llegado a la conclusión de que "apenas sé nada de este país que algunos, quedándose cortos, llaman continente; cuando en realidad es un universo. Ahora me siento atrapado porque sé, sin ninguna duda, que tarde o temprano regresaré a India". Parte de ese universo que le ha 'embrujado' se puede ver en la exposición Ganges. El río sagrado, que acoge el Museo Arqueológico de Murcia (MAM) hasta el 18 de abril.
La muestra -cuyo esmerado diseño expositivo es obra del estudio murciano Paparajote- reúne en total 47 imágenes y un montaje audiovisual de sus tres viajes en solitario, o yatras, que realizo entre los años 2015 y 2017 por este cauce sagrado de 2.500 kilómetros de longitud. "En este proyecto me embarqué hace unos años. Comencé como viajero y terminé siendo un yatri; un peregrino solitario", asegura el fotógrafo.
La muestra, inaugurada este martes por el director general de Bienes Culturales, Rafael Gómez, se distribuye en siete grandes escenarios del norte de la India, siguiendo el Ganges desde su desembocadura en Calcuta a su nacimiento en el Himalaya, pasando por Bodhgaya, Benarés, Agra, Dehli y Haridwar. El autor se centró en los lugares de mayor significación cultural y religiosa para los distintos credos de este país, en un recorrido en el que vas solo por lugares en los que, en muchas ocasiones, no podía comunicarse con la población local que no hablaba el idioma inglés.
"India tiene algo antiguo, lejano, atávico, seductor... Algo que se percibe y no se puede describir. Algo que aquí ya perdimos. India es una rueda de sensaciones: te enamora y decepciona mil veces el mismo día. Es yin y es yang: hay aguas sagradas y charcas de paludismo, hay devoción por los animales y sistema de castas, hay saris coloridos y ropas miserables, hay lujo y hay miseria", explica el Luis Sáez.
Las imágenes, entre ellas siete gigantográficas de unos 2,5 metros de altura, están acompañadas por una serie de objetos atesorados por el autor en las diversas paradas de su viaje, principalmente ornamentos, prendas y elementos religiosos de una zona con presencia del hinduísmo, el islam, el sijismo y el bahaísmo.
Ganges. El río sagrado es un trabajo fotográfico que comprende producciones audiovisuales, bocetos artísticos y relatos realizados en los distintos viajes a la India por parte de Luis Sáez, que llegó por primera vez en 1997 a este "duro país con gente que sufre, pero con mucha humanidad en cualquier casta", según ha explicado.
Sáez ha relatado que un viaje de este tipo le obligó a "improvisar" continuamente porque las situaciones que eran susceptibles de ser fotografiadas "aparecían y se desvanecían" en un momento, como los peregrinos frente al templo de Kali (Calcuta) o un anciano tumbado a la orilla del Ganges en Rishikesh. Se trata de una de las regiones más densamente pobladas del planeta, pero también un lugar de desbordante de espiritualidad, con escala en los lugares más señalados para las diferentes religiones de la India.
Bodhgaya, donde se halla el árbol bajo el que Buda alcanzó el nirvana; Benarés o Varanasi, una de las ciudades más santas pero también más sucias de India; Agra y su imponente Taj Mahal; la desmesurada ciudad de Delhi y Haridwar y Rishikesh, importantes centros de peregrinación hinduista, son algunos de los escenarios de estre trabajo. Para cerrar el ciclo, el fotógrafo llegó a los glaciares de la cordillera del Himalaya y los templos de Badrinath y Gangotri, uno de los lugares más sagrados de India.
La exposición fue producida y exhibida por el Museo Nacional de Antropología de Madrid en 2019 y 2020 y comienza su itinerario en Murcia con un montaje museográfico renovado y de diseño claramente diferenciado de la muestra original. El objetivo es aunar expresiones de campos tan variados como el arte fotográfico, la etnografía y antropología cultural y la historia y arqueología, que son la base fundamental en la visita al MAM.
La exposición ofrece la oportunidad de realizar, guiados por Sáez, un verdadero yatra (camino sagrado a lo divino, en hindú) a través de la religiosidad de una de las culturas más complejas del mundo. "A India volveré, pero el sagrado Ganges ya no será el mismo. Y yo tampoco lo seré. Y eso será una magnífica excusa para volver a empezar", promete el fotógrafo.