VALÈNCIA. El Ibex 35 se ha convertido en el segundo índice que más se está viendo afectado entre los grandes del planeta por la propagación del coronavirus, que cobró fuerza a mediados del mes pasado. Pues bien desde la sesión del 19 de febrero, cuando el barómetro de la renta variable española cerró en sus máximos de la primavera de 2018, se ha dejado en el camino un 26% tomando el cierre de ayer donde encadenó la cuarta caída consecutiva. Además, tal y como contó este diario, en una jornada extremadamente volátil, dado que el índice selectivo se movió en una espectacular horquilla de 567 puntos.
Nervios a flor de piel con los especialistas del 'trading' frotándose las manos ante tamaña banda de fluctuación, mientras los sufridos bolsistas esperan que la situación mejore. Y en este sentido Valencia Plaza -y con el fin de dotar de una mayor pluralidad de opiniones- publicaba ayer un panel donde nueve expertos financieros ofrecían sus consejos en estos tiempos de caídas a bloque en los mercados de renta variable.
Solo el FTSE Mib italiano, que se ha desplomado prácticamente un 30% en las últimas catorce sesiones, lo ha hecho peor que el Ibex 35 entre los 15 índices bursátiles más importantes de las distintas áreas geográficas del planeta. Curiosamente el único que avanza es el Shenzhen Composite chino, que se revaloriza un 2,2%. Conviene recordar que previamente había recibido un castigo de casi un 12% después de estar inoperativo desde el 23 de enero hasta el 3 de febrero por las festivades del Año Nuevo.
Echando un vistazo a los principales índices europeos -sin contar el español y el italiano-, el peor parado es el Euro Stoxx50, que agrupa a las 50 compañías más capitalizadas del área euro, con un batacazo del 24,7%. A continuación se sitúan el Cac 40 francés (-24,1%), Xetra alemán (-24%) y FTSE 100 británico (-20,1%).
Por su parte, en el sudeste asiático el Nikkei japonés y el Hang Seng de Hong Kong han perdido un 15,1% y un 8,2% respectivamente; mientras que en Wall Street -con los datos de ayer de media sesión- ha visto como sus tres índices de referencia como son el histórico Dow Jones de Industriales, el tecnológico Nasdaq 100 y el S&P 500 -agrupa a las 500 mayores cotizadas- rondan una caída del 20%. Conviene recordar que hasta hace unas pocas semanas estaba en zona de máximos históricos.
Incluso ampliando el radio de acción a América Latina, las pérdidas también se han apoderado de los principales mercados bursátiles. Así, el Ibovespa brasileño -también con datos de media jornada de ayer- sucumbe un 23%; el Merval argentino un 18%; y el IPC mexicano -no confundir con el barómetro de la inflación- retrocede un 12,9%.
Pero, ¿por qué el FTSE Mib italiano y el Ibex 35 son los peores índices del planeta en estas últimas 13 jornadas bursátiles? En primer lugar por el 'efecto coronavirus', dado que se está propagando con más intensidad en ambos países -mucho más allí-; pero tampoco hay que olvidar que se trata de dos indicadores con un alto peso bancario. Así. el transalpino, que cuenta con siete bancos, tiene una ponderación del 24%; mientras que el español -con seis representantes- supera el 30%.
Al hilo del sector bancario -europeo-, los analistas de Goldman Sachs advertían ayer en un informe que los bancos del del Viejo Continente verán caer sus beneficios en unos 30.000 millones de euros entre 2020 y 2023, lo que supone alrededor de un 7% de las ganancias del sector, como consecuencia del impacto del brote del coronavirus, incluyendo un impacto negativo de 16.000 millones para las entidades de la zona euro, de los que aproximadamente 3.900 millones corresponderían a los bancos de España y Portugal.
"Incorporamos los pronósticos macro más recientes de nuestros economistas, reflejando en nuestras estimaciones un impacto más prolongado del brote de Covid-19 en Europa", señalan los analistas del influyente banco de Wall Street. En este sentido, Goldman Sachs considera que los principales factores responsables de esta peor evolución de los resultados de la banca europea serán el mayor riesgo de crédito y las peores perspectivas de ingresos, mientras que los costes se mantendrán prácticamente estables.
En concreto, Goldman Sachs prevé un impacto negativo en el beneficio de la banca europea de 10.400 millones de euros en 2020, que pasaría a ser de 7.900 millones en 2021 y de 6.000 millones en 2022, para reducirse hasta los 5.900 millones de euros un año después.
Por otro lado, Goldman Sachs calcula que la incorporación del impacto del coronavirus a sus previsiones reduce el beneficio estimado para los bancos de España y Portugal en unos 3.900 millones de euros entre 2020 y 2023, mientras que la cifra de negocio de las entidades ibéricas caería en unos 4.500 millones. En 2020, el beneficio de los bancos de la Península se reduciría en 1.200 millones de euros y los ingresos caerían en unos 700 millones de euros, mientras que un año después el impacto sería de 900 y 1.200 millones, respectivamente. En los dos últimos ejercicios del periodo, los ingresos de la banca de España y Portugal sufrirían un impacto negativo anual de 1.300 millones de euros y de 900 millones en el beneficio.