MURCIA. "La cultura nos sobrevive a todos. Te morirás tú, me moriré yo, quien sea; y seguirá ahí. Nos sobrevivirá a todos. Lo que tendríamos que hacer es estar más orgullosos de la cultura", decía no hace mucho el escritor y periodista Máximo Huerta en una entrevista publicada por Murcia Plaza en la que hablaba de su última novela, Con el amor bastaba. Con esta obra bajo el brazo, el que fuera ministro de Cultura durante siete días será el encargado de clausurar este jueves el ciclo Mares de papel, en una cita que tendrá como escenario el Mirador de Bahía de Mazarrón (junto Club de Regatas) a las 21.00 horas (previa inscripción en la web maresdepapel.es).
En este encuentro literario, el escritor charlará con la organizadora y moderadora del ciclo, Lola Gracia, sobre esta historia contada a través de los ojos de un niño que descubre que puede volar. Y lo hará delante de un público que también podrá participar en el coloquio con sus preguntas y que aportará al autor ese contacto "gratificante"con los lectores que tanto ha echado de menos en meses pasados: "La promoción ha sido sin trenes, sin aviones, sin entrevistas cara a cara… Como es la vida ahora, vaya: a distancia", contaba.
A pesar del momento difícil para publicar y promocionar una novela, Máximo Huerta se muestra agradecido por la buena aceptación de Con el amor bastaba. Algo que él atribuye a que los lectores recomiendan el libro, al boca a boca... Respecto a ese éxito, el escritor argumenta que "el libro habla de la necesidad de ser feliz, de la vida y de la importancia de ser nosotros mismos. Con el amor bastaba es una fábula, un canto a la aceptación y una reivindicación de la belleza. También valora la diferencia frente a la normalidad: todos somos especiales, todos somos únicos, todos somos raros y todos necesitamos amor".
Igualmente, recuerda que "todo el mundo me está diciendo a través de las redes sociales (que te permiten saber qué siente la gente al leer el libro) que en algún momento se han sentido Elio: especiales, diferentes, únicos, fuera de la masa. Afortunadamente, todos tenemos una particularidad que deberíamos hacer brillar. Y eso encaja con el lector".
Respecto al mito de Ícaro, al que da una nueva lectura en esta obra, Máximo Huerta explica que le fascina "la idea de la huida, de un padre que construye unas alas a un hijo para que pueda escapar, para que pueda volar o, al menos, para que pueda cambiar su historia. Aquí lo construyo a la inversa. En la simbología de esta novela es el padre el que intenta que su hijo no vuele porque piensa que, si es como los demás, no va a sufrir; que, si es como el resto, su vida será más fácil. En cambio, la madre, que se llama Sol (en el mito le derrite las alas) es la fuente de la vida, de calor, del centro del protagonista. Es el vuelo de Ícaro, pero a la inversa".
Además, reconoce la mirada melancólica que impregna la obra y que tacha de "muy literaria, pero no es triste, sino una media sonrisa. Tiene mucho de ese aroma que se te queda cuando ves Cinema Paradiso".
Además, en esta entrevista Máximo Huerta animaba a ir a las librerías, que como tantos comercios están sufriendo la crisis provocada por la pandemia. "Muchas librerías se han tenido que reajustar a las circunstancias, incluso muchas han tenido que crearse una página web para poder vender frente a las grandes empresas que ya la tienen. Ahora nos toca a nosotros ir a las librerías y comprarnos libros que nos entretengan, que nos diviertan, que nos hagan pensar, que nos hagan reír, que nos hagan evadirnos… Ha sido un palo porque los libreros han tenido que pagar alquiler, como otros tantos negocios, y muchos libros se han quedado durmiendo a las estanterías. Vayamos ahora a despertarlos y a disfrutarlos".
Igualmente, apelaba a que las medidas para ayudar al sector cultural "no solamente tienen que ser económicas, sino también desde la generosidad de cada ciudadano".
Los actos que se han venido celebrando desde el 13 de julio en Mares de papel se han celebrado con todas las medidas y protocolos de seguridad previstos en esta época de la covid, como toma de temperatura a los asistentes, distancia de seguridad, mascarillas y recogida de datos de todos los asistentes. Por este ciclo han pasado en esta edición Marta Robles, Santiago Posteguillo y Víctor del Árbol.