El experto apunta que la continua ausencia de presión inflacionaria hace que una posible subida de tipos sea también innecesaria
MADRID. Las noticias más importantes durante una semana tan eventual como la pasada fueron todas a favor de los mercados financieros y del apetito de riesgo. La aplastante victoria de los conservadores en Reino Unido elevó a la libra y los activos británicos; la noticia de un acuerdo inicial entre EE UU y China también apoyó el optimismo generalizado. La Reserva Federal parece que se mantendrá inmóvil tras la reunión de diciembre, lo cual ocasionó un rendimiento generalizado por parte de las divisas principales salvo el yen contra el dólar.
Esta semana promete movimiento en los mercados de divisas. El jueves observaremos la reacción del Banco de Inglaterra al nuevo panorama político tras las elecciones. Finalmente, veremos datos importantes de inflación en EE UU. Esperamos que los datos publicados sean generalmente positivos apoyando a la divisa esterlina y a las divisas de mercados emergentes a lo largo de la semana.
La libra se alzó ante la histórica victoria conservadora el jueves con la tranquilidad de que, al fin, un acuerdo para salir de la UE podrá ser aprobado en el Parlamento. Esto no elimina por completo la incertidumbre en cuanto a la futura relación entre la UE y Reino Unido, lo cual debe todavía negociarse antes del 31 de diciembre de 2020. Sin embargo, la gran mayoría conservadora probablemente implica que cualquier acuerdo al que se llegué en el gobierno de Johnson podrá ser aprobado en el Parlamento. Esperamos que el Banco de Inglaterra realice ahora un análisis del futuro de la economía de Reino Unido, lo cual podría suponer un pequeño apoyo adicional para la libra antes del final del año.
Bajo el liderazgo de Lagarde el Banco Central Europeo (BCE) parece acercarse a nuestra relativamente optimista visión de la economía europea. En su reunión de diciembre las proyecciones macroeconómicas se revisaron ligeramente al alza. Sin embargo, creemos que la presidenta Lagarde mostró un tono claramente optimista en su rueda de prensa. La posible solución al conflicto comercial entre EE UU y China tan solo puede apoyar a esta sensación de optimismo. Esperamos en un futuro que los indicadores de confianza como el PMI sorprendan al alza. Además, el posible cambio a una visión más tolerante del estímulo fiscal en Alemania es otra noticia positiva para el euro de aquí en adelante.
La Reserva Federal aclaró en su reunión de diciembre que permanecerá a la espera y que es poco probable un movimiento de los tipos de interés en cualquier dirección. El acuerdo entre Estados Unidos y China hace incluso menos probable que veamos un recorte en los tipos en el corto plazo. Mientras tanto, la continua ausencia de presión inflacionaria hace que una posible subida de tipos sea también innecesaria. Una política monetaria estable en EE UU y noticias positivas al otro lado del charco forman, en nuestra opinión, un entorno positivo para tanto el euro como las monedas emergentes. Creemos que las subidas graduales de ambas serán una de las temáticas más probables para los mercados de divisas en 2020.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Julian Abdey, Justin Toner, y Damien J. McCann