El futuro incierto de los jóvenes tras la pandemia: "No tengo estabilidad económica ni psicológica"

27/12/2020 - 

MURCIA. Carla, Lacramiora y María son solo tres nombres de jóvenes que han visto cómo sus proyectos a corto plazo acabaron tambaleándose el mismo día en que el presidente del Gobierno de España decretaba el estado de alarma, ante una galopante crisis sanitaria de la que sufrimos y seguiremos sufriendo terribles consecuencias. El caso de estas tres chicas, como el de miles más de personas de esta edad, es el de proyectos truncados, incertidumbre económica y desestabilización psicológica.

Lacramiora, de 22 años, había compaginado sus estudios con trabajos temporales que le ayudaban a suplir gastos; Carla Agulló de 21, puso toda su ilusión en una beca Erasmus para el segundo cuatrimestre de este año, pero la oficina de Relaciones Internacionales de su universidad le anunció esos días que todo quedaba en el aire. Pasadas dos semanas tras el confinamiento, María Romón de 25 añostras casi dos años sin dejar de trabajar en el sector hotelero, recibía una llamada de su empresa anunciándole que estaría en ERTE hasta que la situación de solucionara; a día de hoy su situación laboral sigue en el aire.

"NO TENGO ESTABILIDAD ECONÓMICA NI PSICOLÓGICA, LA PANDEMIA NOS HA JUGADO UNA MUY MALA PASADA A TODOS"

La crisis de la covid-19 ha asestado un golpe fortuito a un sector de edad ya condicionado por las pasadas crisis. La pandemia supone un antes y un después en la realidad de gran parte de la población española.

"La pandemia ha yugulado el crecimiento económico en España. Ha destruido masivamente riqueza, lo que se ha trasladado en un aumento insostenible de la deuda pública, un incremento del paro, fruto de una destrucción acuciante del tejido empresarial, en especial en el sector servicios", destacaba Pablo Salvador Blesa, decano de la Facultas de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UCAM.

Cuatro de cada 10 jóvenes están desempleados en España, según los datos de Eurostat, resumidos en trabajos temporales o subempleos.

"Estos fenómenos macroeconómicos han fustigado con mayor intensidad a los colectivos más desfavorecidos o vulnerables: personal con menor cualificación, mujeres y jóvenes. Estos aspectos sustractores de la pandemia, son de sobra conocidos", manifestaba Blesa.

Detrás de estos datos, aparecen partes afectadas como es el caso de María Romón, que vive en Madrid. Su trabajo como recepcionista en un hotel de la capital cuelga de un hilo generándole un mar de dudas. "Cuando terminé mi formación profesional decidí dedicarme a estudiar idiomas y sacarme el carné de conducir. En 2019 tuve la suerte de empezar como auxiliar de recepción en un hotel de Madrid, hasta que llegó el confinamiento, que supuso que mi vida volviera a cambiar".  

"LA PANDEMIA, ME HA AFECTADO A NIVEL PERSONAL Y PROFESIONAL Y ESTANDO EN ERTE ME HA AFECTADO A NIVEL ECONÓMICO, SOLO COBRO EL 60% DE MI NÓMINA", dice María Romón


Lacramiora estudia un doble grado de Derecho más Criminología y vive en Benidorm. Desde su mayoría de edad, había compaginado sus estudios con trabajos temporales. A consecuencia de la pandemia perdió su trabajo a tiempo parcial que le generaba ingresos extras para poder costearse sus gastos y no depender de su familia.

La estudiante de Derecho, por edad, se encuentra en un punto clave a nivel laboral: acabando su doble grado y, consecuentemente, en el próximo curso debería llevar a cabo su máster de acceso a la abogacía. Necesita recursos económicos para afrontar unos gastos que su familia no puede permitirse. “Hay ayudas pero no dan en absoluto para cubrir apenas nada", señala Lacramiora.

Carla Agulló de 20 años, estudia un doble grado de Turismo más Publicidad y rrpp. Este año 2020 se iba a ir en el segundo cuatrimestre a Chipre de Erasmus. Sin embargo, por culpa de la pandemia la posibilidad que tenía se ha esfumado por completo.  

Las personas menores de 25 años pertenecen al grupo más impactado por la pandemia, caracterizados por ser desempleados de larga duración, con casi un 41%, España lidera una de las mayores tasas de paro de la Unión Europea.

“Creo que los jóvenes postpandemia están equipados de unos recursos psicológicos y de resiliencia; de un sentido de la vulnerabilidad, la frugalidad y el estoicismo, muy valiosos como palancas para la solidaridad, la sensatez y la serenidad", destacaba Pablo Salvador Blesa.

Pese a que actualmente la economía española esté resentida, la transformación económica no se puede producir sin jóvenes: los empleos de la digitalización son de nuevo cuño y para los jóvenes que llegan.

“LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES TENER UN BUEN TRABAJO, ESTABILIDAD, MI PROPIA CASA Y POCO MÁS”

Carla, por su parte, ha podido llevar bien este repentino cambio de ruta en sus estudios. "Si te soy sincera, tenía todo mirado y reservado, además mi cabeza ya estaba pensando en lo que me iba a deparar en un país que iba a ser mi casa una temporada, pero me quedo con que si las cosas suceden así, es por algo".

No son todo malas noticias

Para reactivar la economía de los estragos provocados por la crisis sanitaria, a los jóvenes en particular, la Unión Europea ha habilitado el programa Next Generation, por el que inyectará a España un 10% del PIB, o 140.000 millones de euros en los próximos ejercicios presupuestarios, no tiene ese nombre por casualidad: se trata de favorecer el advenimiento de una nueva economía más digital y verde, para una nueva generación de jóvenes.

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