'Mala cosecha', de natalia monje

Cuando el terror forma parte de la historia: un libro recoge casos de 'bebedores de sangre' en la Región

1/11/2020 - 

MURCIA. En septiembre de 1935 fue hallado el cuerpo de un niño de 9 años decapitado bajo un limonero de un huerto de Llano de Brujas. La autopsia desveló que el pequeño "no tenía ni una gota de sangre en las venas", lo que desató el terror entre los vecinos, que relacionaron el horrible asesinato con un crimen vampírico. Esta es una de las historias que la gallega Natalia Monje recoge en su libro Mala cosecha, donde hace un recorrido por la historia más oscura de España, desde la Edad Media hasta la actualidad, reviviendo casos olvidados de verdugos, mercaderes de sangre humana o personas consideradas endemoniadas. Se trata, explica, de hechos concretos que sucedieron en distintas partes de la geografía española generando miedos colectivos y fanatismos.

Sobre este caso 'vampírico' de Llano de Brujas, la investigadora señala que entre finales del siglo XIX y principios del XX se tenía la creencia de que la sangre humana sanaba la tuberculosis, dando lugar a diferentes asesinatos que tenían como finalidad, en muchas ocasiones, proporcionar esta 'cura' a personas adineradas. Añade que el crimen de Llano de Brujas creó una gran inquietud, propiciando que las familias no dejasen a sus hijos salir a la calle. Finalmente, un joven de la zona confesó que había estrangulado al chico y lo había decapitado después para borrar las huellas que había dejado en el cuello del niño. La explicación no convenció a muchos. 

Dice Natalia Monje que la zona de Levante fue una de las que más casos de supuestos 'bebedores de sangre' registró. De hecho, cuenta que Cartagena fue escenario de otro suceso que apareció en la prensa en 1924 con este titular: "Niño herido por un vampiro". En la noticia se informaba de que Juan García, de 8 años, fue abordado por un hombre vestido de negro que le ofreció dos reales por ayudarle a hacer un trabajo. El sujeto lo llevó a una cueva en el Monte de San Juan y lo dejó inconsciente. Cuando el niño despertó tenía numerosas heridas y hasta algunos mordiscos, y había perdido mucha sangre, según constataron en el Hospital de la Caridad. "La Guardia Civil busca al bárbaro vampiro", añadía la noticia.

Mala cosecha, obra ganadora del último Premio Internacional de Divulgación Histórica Juan Antonio Cebrián, recoge otro episodio sucedido en Murcia para mostrar el odio y la repulsión que la gente sentía hacia aquellos que trabajaban de verdugos. En este caso concreto, habla de Pascual Ten Molina, encargado de ejecutar a la murciana Josefa Gómez Pardo -a la que los medios de la época bautizaron como 'La Perla' por ser éste el nombre de la pensión que regentaba-, quien envenenó a su marido y por error a una chica de trece años que trabajaba para ellos. Natalia Monje recuerda que la muchedumbre, que se oponía a la ejecución de 'La Perla', le tiraron piedras, le insultaron y ningún coche lo quiso llevar. El verdugo, finalmente, también pidió el indulto, pero el perdón no llegó y ejecutó la sentencia de muerte a garrote vil. No obstante, su gesto de piedad le valió el despido, lo juzgaron por negligencia y la prensa publicó que tenía un amorío con la condenada. Asegura la investigadora que el criminal podía tener un gesto de dignidad en su último momento e, incluso, pronunciar una frase que pasara a la historia, pero el verdugo sufría de por vida el repudio social.

Este ensayo está editado por Odeón y en él Natalia Monje rescata historias que dieron lugar a grandes corrientes de terror colectivo, explorando los desastres provocados por el miedo, la ira y el fanatismo. "Se trata de una investigación que tiende conexiones entre el pasado y el momento en que vivimos, al abordar los procesos de desinformación y los efectos sociales del miedo y el odio", explica la autora. 

Natalia Monje es una periodista e historiadora coruñesa que ha obtenido reconocimientos como el Premio Internacional de Periodismo Álvaro Cunqueiro, el Premio de Periodismo científico Galicia Innovación o el Premio de Investigación etnográfica Xesús Ferro Couselo, entre otros. 

En esta obra, que es su primer libro, combina el rastreo de los archivos históricos con trabajo de campo, cruzando técnicas de investigación documental, antropológica y periodística para abordar la historia de lo macabro, "una tendencia que en el mundo anglosajón tiene una larga tradición, pero todavía es un género poco cultivado en España".

“Es una temática que dice mucho sobre un país, su cultura y la evolución de las mentalidades. Una forma de conocer nuestro pasado que pone en juego emociones muy poderosas, y por lo tanto funciona muy bien para conectar y acercarse a la historia", añade Natalia Monje.

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