MADRID. En el día de hoy vamos a echar un vistazo al Banco Sabadell, tanto por su comportamiento fundamental durante 2019 como a nivel técnico.
Antes de pasar a revisar cuál fue su evolución el pasado ejercicio podemos comprobar en la siguiente imagen que el comportamiento del sector bancario -en este caso reflejado a través del Sabadell- fue muy negativo durante los últimos años. Y lo fue en términos bursátiles por la caída constante de los tipos de interés y de los márgenes.
Esta ha sido la evolución del valor en bolsa durante los últimos años de caídas de tipos de interés en la Eurozona. Se puede comprobar que el precio está prácticamente en zonas de mínimos históricos, si bien es cierto que consiguió recuperarse de las caídas de inicio de año y cotizar ahora en la zona de 1 euro por acción.
A nivel fundamental, y a la espera de la publicación de los resultados consolidados de todo el año, podemos acudir a los datos del tercer trimestre para ver cómo evoluciona la entidad. En términos agregados, el banco excluyendo TSB (la filial minorista comercial de Reino Unido) ganó un 1,6% interanual como beneficio neto durante los primeros nueve meses de 2019. Evidentemente este crecimiento se explica vía comisiones netas, puesto que el crecimiento del margen de intereses es negativo en un -1,1% interanual.
En cifras, el beneficio atribuido fue de 783 millones de euros entre enero y septiembre de 2019, lo que representó un crecimiento notable del 216% y su publicación supuso un empujón de la cotización en el último trimestre del año. Este crecimiento vino explicado por el aumento de ingresos vía comisiones con un incremento del 9.1% incluyendo TSB.
En términos de coste y dotaciones, mejoran los números de la empresa reduciendo los costes en 2467 millones de euros a cierre de septiembre, una mejora del 4,1% que afectó directamente al ratio de eficiencia.
Por otra parte, la reducción prácticamente a la mitad de las dotaciones -568 millones de euros frente a 1.081millones- le permitió ofrecer ese resultado tan positivo en términos de beneficio neto. Dentro de su área de negocio, mejoraron los ratios de solvencia y las líneas de crédito durante el tercer trimestre del año.
Por otra parte, también crecieron los activos bajo gestión del banco un 2,5% interanual, variable cuyo incremento siempre supone un aspecto positivo para un comisionador. Destacable también la venta de su cartera REX -activos inmobiliarios por valor de 342 millones de euros- al grupo Cerberus Capital, lo cual supone una salida de balance vía activos problemáticos y una entrada de capital que mejora la estabilidad y solvencia del banco.
En definitiva mejoró su situación tanto por fortaleza como solvencia, incrementó su balance y aumentó en resultados de beneficio dado su eficiencia general. En cuanto a la rama británica, los datos también mostraron mejoras tanto en recursos gestionados como en crecimiento de las variables de actividad de negocio.
En el corto plazo esta es la imagen del Banco Sabadell a lo largo del pasado ejercicio:
Podemos ver que durante 2019 el banco se movió en un rango lateral entre los 0,70 euros y los 1,10 euros por acción. Como se puede comprobar, los resultados del tercer trimestre han impulsado la cotización del valor durante los últimos meses del año. Ahora el valor tiene que conseguir aguantar la zona de 1 euro por acción para poder pelear nuevamente con el nivel del 1,1 euros.
La evolución económica de la zona euro, España y Reino Unido marcará la evolución en términos fundamentales de la compañía. Si se materializa la ralentización y una crisis con una reducción de la actividad económica, un descenso de préstamos y de ahorros de los clientes, el banco verá disminuidos más aun sus ingresos por márgenes y por comisiones, lo cual supondrá un verdadero reto. Ahora de momento tendremos que esperar para ver como se ha comportado el banco durante el cuarto trimestre de 2019 y cómo reacciona el mercado a su publicación.
Ignacio Serrats es analista de XTB