La venta generalizada que las también llamadas criptodivisas sufrieron el pasado mes de mayo ha llevado a los inversores a plantearse varias preguntas
MADRID. La venta generalizada que las criptodivisas sufrieron en mayo ha llevado a los inversores a plantearse varias preguntas. Si bien la percepción de los activos digitales en la industria del asset y wealth managment y los entornos regulatorios está evolucionando, las preocupaciones persisten, sobre todo con respecto a su volatilidad. Sin embargo, cabe preguntarse si esta caída de mayo es un indicio de las cosas que están por venir o un parpadeo de esta clase de activo naciente.
Como nueva clase de activo, cualquier acontecimiento capaz de afectar a las perspectivas de adopción puede tener un fuerte impacto sobre el precio. Estos eventos nos ayudan a recordarnos que cualquier inversión necesita realizarse de un modo ajustado al riesgo. Si bien es cierto que cualquier clase de activo atraviesa correcciones en un momento u otro, lo que se ha atestiguado en la venta generalizada del mercado de criptodivisas, ha acentuado las dudas de quienes se cuestionan el potencial de los activos digitales. No obstante, pese al criticismo, aún es un caso a considerar el de los activos digitales.
El primer motivo es la diversificación de cartera y el potencial de mejorar el perfil ajustado por riesgo. Esta clase de activo muestra una correlación casi nula con casi todo el resto de las clases de activo, las cuales van desde los activos tradicionales como las acciones y los bonos, hasta las clases de activo alternativas como la infraestructura, las materias primas o las estrategias de los hedge funds. Desde esta perspectiva, los inversores podrían considerar si los activos digitales tienen sentido en el contexto de sus carteras.
La segunda ventaja posible es su potencial alcista. Como un desarrollo tecnológico nuevo, el blockchain en general parece proporcionar algunas oportunidades de crecimiento, sea a través de la inversión en monedas digitales, tokens, compañías de blockchain que cotizan en bolsa o inversiones de venture capital. En un entorno de rendimientos reducidos, los inversores están buscando maneras de obtener rentabilidades y esta clase de activo ofrece una nueva oportunidad.
Los activos digitales representan una oportunidad para participar en la próxima revolución de internet. Estamos siendo testigos de un crecimiento exponencial de muchos servicios que están desarrollando la descentralización de su infraestructura mediante el blockchain, siendo el ecosistema de finanzas descentralizadas (DeFi) su mayor exponente. La financiación es sólida, ya que el espacio atrae mucho capital, incluso de algunas de las figuras más destacadas de las finanzas tradicionales. Esto ha ayudado a que el ecosistema se desarrolle significativamente en los últimos años y es probable que siga acelerándose.
La mayor adopción por parte de los inversores institucionales también ha estado acelerándose significativamente desde mediados de 2020. Son más los inversores sofisticados que están obteniendo una exposición a esta clase de activo, lo que aumenta la demanda de activos digitales y respalda un escenario alcista de aquí en más. Asimismo, el desarrollo de nuevos instrumentos, como los productos cotizados (ETPs), proporcionan a los inversores modos más fáciles de obtener una exposición segura.
Un ecosistema bien financiado está desarrollando una infraestructura fuerte, de grado institucional alrededor de los activos digitales. Esto está llevando gradualmente a una mayor aceptación por parte de los reguladores y el mundo de las inversiones tradicionales, los cuales están trabajando para integrar a esta clase de activo. Como resultado, esto podía dar lugar a un mayor crecimiento y adopción.
Florian Ginez, director asociado de análisis cuantitativo en WisdomTree
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