MURCIA. La Región de Murcia tiene sus orígenes en el reino de Tudmir, que incluía el norte de la actual Almería, Murcia, Alicante y más de la mitad de Albacete. Durante doscientos cincuenta y nueve años, del 572 al 831, tuvo su capital en Oriola (actual Orihuela) y la sede Episcopal en Begastri (actual Cehegín). En el año 831 Abd al Rahman II la traslada su capital a la Murcia.
Prácticamente el mismo territorio del reino de Murcia que en 1243 se incorporaba a la Corona de Castilla, aunque las disputas con Aragón modificaron reiteradamente su territorio. En 1713, el Reino de Murcia continuaba con una gran parte del mismo agrupado en distintas esferas jurisdiccionales. En 1833, Javier de Burgos lleva a cabo la división territorial, que no tuvo en cuenta ninguna razón histórica e incorporaba todas las provincias marítimas que se habían creado, menos la provincia marítima de Cartagena, quedando la Región conformada por las provincias de Albacete y Murcia.
Con el establecimiento de las comunidades autónomas, Albacete se incorpora a la Comunidad de Castilla-La Mancha, y la Región de Murcia queda como región uniprovincial. La Región necesita recuperar la provincia de Cartagena en razón a la historia y su propia realidad territorial. Cuenta con una población de más de un millón y medio de habitantes.
El retraso por lustros en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones -tanto viarios como portuarios, aeroportuarios y singularmente ferroviarios- ha condicionado y sigue condicionando el desarrollo de la Región, que no ha podido poner en valor todas sus potencialidades. La Renta y el PIB por habitante siguen más de quince puntos por debajo de la media nacional.
Sigue sin resolverse el nudo de Espinardo en el que confluyen las dos autovías hacia Madrid y hacia Andalucía y Alicante, al no haberse realizado los arcos norte y noroeste. Y aunque se ha puesto en marcha un tramo de la MU-30 sigue a la espera del tramo fundamental para su conexión con el resto de la MU-30 y la A-30.
Sigue sin llegar a la Región el AVE del Corredor Mediterráneo y el corredor ferroviario de Mercancías que sigue parado en Monfort. El total olvido del desdoblamiento y electrificación del corredor ferroviario directo e histérico con Madrid y el norte peninsular, Cartagena-Murcia-Albacete (no Chinchilla), así como para Almería y para la Región de Murcia, y seguimos esperando la declaración de interés nacional del puerto del Gorguel, vital para la Región y fundamental para España.
Una realidad que para cambiarla necesita un acuerdo regional, entre los partidos políticos y el Gobierno regional, empresarios y sindicatos. Aunque los años pasados nos muestran las dificultades que está conllevando su consecución. Un acuerdo que es vital para la Región y sus ciudadanos, quizás es el momento de un paso adelante de la Sociedad Civil, de un líder capaz de sumar y fortalecer el compromiso de Región, uniendo esfuerzo y trabajo convencerles de su absoluta necesidad de un acuerdo regional, que permita dar respuesta a las mas de cien mil personas que buscan un empleo y no lo encuentran.
Es quizás la hora del despertar de la Región, apoyando y consiguiendo que se alcanza un gran acuerdo regional que sirva de base para un acuerdo con el Gobierno de España en el que se recoja el compromiso para la realización de las infraestructuras pendientes. También es la hora de un plan regional que permita poner en valor todas las potencialidades de la Región, y que recoja en un programa los plazos y las inversiones que permitan anticipar el futuro de la Región en:
Financiación: una financiación que responda a su realidad poblacional.
Agua: un plan nacional de interconexión de las Cuencas para llevar el agua desde donde sobra hasta donde falta y luchar contra el avance del desierto que es una amenaza creciente en el Sureste español.
Infraestructuras: la programación de la realización de todas las infraestructuras pendientes y retasadas por lustros:
Desdoblamiento y electrificación del corredor ferroviario Cartagena-Murcia-Albacete (no Chinchilla), Madrid para su conexión con el norte peninsular, con un corredor mixto, desdoblado y electrificado, para pasajeros a 250 km/h y para las mercancías.
Llegada de Alta Velocidad del Mediterráneo a Murcia, Cartagena, Lorca, Almería y Granada, conforme al anexo I del PITVI.
Continuidad en paralelo a la A-7 del corredor mediterráneo ferroviario de mercancías actualmente parado en Monforte, como viene demandando FERRMED.
Recrecimiento del pantano de CAMARILLAS.
Realización de las autovías pendientes tanto de competencia regional como nacional.
Adecuación territorial, recuperando la provincia de Cartagena y configurando La Manga y su entorno como una única unidad administrativa.
Drástica reducción de la burocracia, a la vez que la reforma y adecuación de la Administración publica a la nueva realidad digital y municipal. Centralizando toda la investigación y las nuevas tecnologías en un único departamento, y la implantación del silencio administrativo positivo.
Externalización de la realidad regional desde las oportunidades en TURISMO, tanto religioso EL CAMINO DE LA VERA CRUZ Y LA CIUDAD SANTA DE CARAVACA, como cultural, su muy importante legado histórico como el Teatro romano de Cartagena , o de ocio y descanso, entre otros, los campos de Golf., sus playas y la realidad única de la Manga del mar Menor o de lugares como Bolnuevo (Mazarrón) y Águilas.
Un plan que ponga en valor, desde su situación estratégica en el Mediterráneo a su clima y a sus gentes, un programa que al anticipar el futuro de la Región sirva de atracción para recuperar las inversiones exteriores y la presencia de nuevos emprendedores singularmente en el mundo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, aprovechando toda la capacidad con que cuenta la región en I+D+i en sus Universidades, centros Hospitalarios, Institutos y centros Tecnológicos y de Investigación y los parques tecnológico y científico de la Región.