MURCIA. Oír hablar sobre la historia de El Palmar al presidente de la Asociación Cultural Asomada, Enrique López, es disfrutar de una pasión por divulgar el patrimonio de su localidad natal con verdadero entusiasmo. Y es que este maestro jubilado es, junto a otros palmareños, el artífice del nacimiento del Espacio Cultural-Museo La Asomada, situado en la calle Lorca 109 bis de la pedanía, y que se inauguró este viernes en un acto con 300 asistentes.
La creación de este espacio era algo tan necesario como difícil ha sido su puesta en marcha. Porque la localidad lo merece y porque los orígenes del núcleo poblacional que es el lugar de nacimiento del tenista de moda ha puesto a la pedanía murciana en el mapa mundial. Y es que el propio Carlos Alcaraz nombra a su pueblo cada vez que puede, lo que supone un orgullo para su vecinos. Y este impulso mediático está sirviendo para reivindicar a una localidad, que con casi 25.000 habitantes es y ha sido históricamente una parte clave del municipio de Murcia.
El proyecto, pese a que despegó definitivamente en 2018, surgió en el año 2004 de la mano de un grupo de entusiastas vecinos de la pedanía, entre los que se encontraban también Jorge López Bernal, 'El mejicano', "gran palmareño ya fallecido que nos inculcó la importancia de la cultura y sobre todo nos señaló el camino de lo importante que sería que El Palmar tuviera un museo que recogiera la historia de la vida cultural y social de la localidad", como destacó Enrique López en el discurso que sirvió de puesta de largo al nuevo espacio cultural.
El desarrollo del pequeño local que acoge este nuevo museo, al que ya se le busca uno más grande, algo que es necesario por la cantidad de fondos recopilados y los que quedan por venir, ha tenido otros artífices, como Encarna Pastor Matas, quien minuciosamente ha trabajado en la elaboración de una maqueta de El Palmar que recibe a los visitantes en la parte derecha del local nada más entrar. Pero son muchos más, que sería difícil nombrar uno a uno para no dejar a nadie fuera.
El nuevo museo está muy bien fragmentado en espacios y cuenta con piezas antiguas originales, y algunas réplicas o maquetas, de elementos de la vida diaria de la localidad que van desde el escudo de la localidad a cunas tipo moisés originales, aperos de trabajo o labranza o unos zapatos de niño, que muy probablemente son de principios del pasado siglo XX.
La visita se inicia en el conocido como Espacio 0. 'El Origen', que se inicia con unos pósters sobre el inicio del Universo y va evolucionando hasta reflejar cómo se creó El Palmar a lo largo del tiempo. El Espacio 1. 'La Historia' muestra que la localidad tiene una larga historia desde el Plioceno hasta la Edad Contemporánea. El Espacio 2. 'El territorio' enseña que el relieve, la población y la economía son el fundamento del pasado, el presente y el futuro del pueblo.
Dos de los espacios más curiosos son el de la Fundación de la localidad, el 3, y el de la Etnografía, el número 4, que muestran desde la evolución de la localidad en torno a la familia Verástegui o el escudo la bandera de El Palmar hasta el patrimonio material e histórico donado por muchos vecinos. Finalmente el Espacio 5. 'El Palmar Contemporáneo' es un recopilatorio de la historia del pueblo en los siglos XIX, XX y el actual.
Y ahora hablemos un poco de historia en sí. Algo que desglosa, con una forma amena López, cuando hace de cicerone de las visitas, que serán los miércoles y viernes de 11.30 a 14, el horario de apertura habitual del espacio. El origen del actual núcleo de El Palmar habría que buscarlo en el siglo XV, cuando se creó el señorío de Juan de Verástegui, regidor del concejo de Murcia, que dio nombre a la población como Lugar de Don Juan.
En 1583 ya se diferenciaban dos lugares poblados: la Torre de Verástegui, en la falda de la sierra del Puerto, y El Palmar. En el siglo XVII El Palmar experimentó un aumento poblacional, ya que en 1615, el regidor de Murcia y señor del lugar, llamado también don Juan Verástegui, dictó medidas para atraer población. En 1614 El Palmar fue erigido parroquia por el obispo don Francisco Martínez de Cenicero, que incluyó en su jurisdicción Aljucer, San Ginés, Sangonera la Verde y Sangonera la Seca, como recoge Wikipedia.
En el siglo XVIII, ante la falta de descendencia de la familia Verástegui, El Lugar de Don Juan pasó a pertenecer al linaje de los Lucas. Más tarde, en esta misma centuria se convirtió en lugar de realengo con alcalde ordinario, dentro del partido de Murcia. Durante el siglo XIX, El Palmar contó con ayuntamiento propio en dos periodos, hasta que en 1854 pasó a ser pedanía del municipio de Murcia.
Ya en los años 80 surgió un movimiento segregacionista que intentó que El Palmar tuviera entidad propia, separándose de Murcia, pero pese a su desarrollo en los años 90 y principios de los 2000, no salió adelante. La Asociación Pro Ayuntamiento de El Palmar presentó casi 9.000 firmas de vecinos para lograr la independencia, que fue rechazada 5 años después por el Consistorio capitalino y que enterró definitivamente el TSJ.
De El Palmar son personajes tan conocidos como el actual rector de la Universidad de Murcia, José Luján; Francisco Lerma, que fue obispo de Mozambique hasta su fallecimiento en 2019. Otro sacerdote reconocido de El Palmar fue José Luján, quien nació en 1909 y realizó la mayor parte de su carrera en la diócesis de Lérida, donde murió en 1973.
El pueblo atesora también el Teatro Bernal, uno de los ateneos municipales más relevantes y en materia gastronómica puede presumir de tener un restaurante que es Dos Estrellas Michelin, la Cabaña Buenavista, propiedad del chef Pablo González Conejero. Como patrimonio arqueológico pertenecen a El Palmar el Castillo de la Asomada y su entorno, con las charcas conocidas como 'De la Marrana', que son una joya natural en pleno Puerto de la Cadena.
Lejos han quedado ya los tiempos en que El Palmar era noticia por temas negativos, como las reyertas o problemas sociales en barrios como Los Rosales o incluso el trágico episodio del accidente del camión cisterna, que convirtió en un infierno la localidad a las 10.30 horas del jueves 9 de agosto de 1990, cuando murieron 8 personas al ser arrolladas por un tráiler en llamas que bajó por la Avenida Primero de Mayo tras perder los frenos hasta estrellarse cerca del conocido bar Manolo.
Hoy en día la fama viene de los méritos deportivos de uno de sus vecinos, pero El Palmar no es sólo eso y necesita recuperar su historia para avanzar y hacer gala de la fuerza que se merece la pedanía más poblada del municipio. Un primer paso y firme se ha dado con la creación del Espacio Museo Cultural de La Asomada, del que se hablará, y mucho en futuros reportajes, pues es difícil reflejar su riqueza etnográfica y cultural en una sola entrega.
