Presenta su disco 'la guapería' este sábado en el romea

Zenet: “Llevar a mi terreno un género como el bolero es como tener mantequilla de la buena”

6/02/2020 - 

MURCIA. El tipo que está debajo del sombrero es un músico, es un actor, es un pintor, es un docente, es un malagueño. Es Antonio Mellado Escalona. Zenet. En esta ocasión, visitará Murcia para llevar al teatro Romea (este sábado 8 de febrero, a las 21 horas) las versiones que ha realizado de antiguos boleros cubanos y que han dado forma a un disco, La Guapería, que le ha dado muchas alegrías. Entre ellas, el haber recibido el premio Cuba Disco en La Habana al mejor álbum internacional. “¿Quién me iba a decir a mí que de esta aventura iba a salir un premio nada más y nada menos que de los propios cubanos. A mí esto me tiene loco, qué quieres que te diga”.

Y es que Zenet tiene muy claro que “los grandes temas no pasan nunca de moda. La belleza y la riqueza melódica y armónica que tiene el género de los boleros es una verdadera maravilla. Llevarlo a nuestro terreno que es el del jazz, que es más flexible, más dúctil, más abierto y más internacional, es una verdadera gozada, es como tener mantequilla de la buena”. “Ha sido un descubrimiento, durante el que también me he descubierto a mí mismo cantando estas canciones de Celeste Mendoza, Olga Guillot, Bola de Nieve,…”, añade el músico.

Pero, ¿cómo termina un músico que viene “del mundo blusero y rockero” cantando boleros? Zenet explica que “el nexo de unión entre estos géneros, está mal que lo diga, pero soy yo. Siempre hemos dicho que nos gusta sentirnos como ladrones de géneros, en el mejor sentido de la palabra. Nunca he tenido problemas en buscar la frontera y robar notas para mis canciones de otros géneros como pueden ser la ranchera o el tango. El nexo era hacerlos míos, llevarlos a mi terreno, llevarlos a mi planeta sonoro. En otros discos era una especie de turista accidental, pero ahora al hacer un disco completo de boleros ya me he sentido residente. ¡Esto es cátedra!”.

Zenet tuvo muy en cuenta a la hora de seleccionar los temas para este disco “el criterio de sonoridad: tenía que sonar a antiguo, como la radio de la abuela, con esos arreglos típicos de los metales mezclados con las cuerdas”. Pero también fue muy importante el tema de las letras: “Yo me identifico más con las letras a partir de los cincuenta, porque es más nuestro lenguaje, más directo. El lenguaje simbólico de expresiones como tus dientes como perlas se acaba a partir de los cuarenta; se acaba la comparación, la metáfora. Y entramos en un lenguaje mucho más modernos, donde la literatura de la época influye mucho y se empiezan a decir cosas como préstame la vida para poder vivir. ¡Qué frase tan sencilla pero qué bella!”

No cabe duda de que sus dotes como actor –además de protagonizar El joven Picasso ha participado en numerosas películas y series- le han ayudado a crear un personaje. “En cierto modo, este tipo que está debajo del sombrero es al que le pasan todas estas cosas. No diré lo que es biográfico o no, pero el personaje que está debajo del sombrero es el que sufre lo que ocurre en las canciones”. Y es que “los sentimientos no se pueden fingir, eso es muy de la fábrica del actor. El sentimiento es puro, es verdadero. No puedes fingir que lloras. Cuando un actor llora, lo hace de verdad, aunque sea con el traje de Napoléon. Las emociones de un actor son verdaderas y puras”.

La gira de invierno con La Guapería ya está dando sus últimos coletazos, después de haber estado en México “con un gran éxito; hemos colgado el cartel de no hay entrada”. Y toca preparar el próximo disco, que será de “colaboraciones de artistas que vienen a mi planeta sonoro”. Mientras tanto, seguirá encontrándose con ese público con el que dice sentir una conexión especial. “Es como el agua del río”, sentencia con su acento malagueño.


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