GRAND PLACE / OPINIÓN

Yo tengo una cuenta de ChatGPT

29/09/2023 - 

¡Hola, Europa! Los niños de 13 años nos han ganado la partida. De nada sirve que los grandes organismos internacionales y los Estados se apresten a regular lo desconocido, la Inteligencia Artificial (IA, por sus siglas en inglés), cuando hasta los estudiantes ya la utilizan para sus trabajos de clase, en la universidad o incluso antes, sin que los profesores se percaten de ello. ¿Aprueba el alumno o la máquina? Aquí hago un inciso: ¿qué valores enseñamos a los jóvenes cuando aprenden a trampear desde tan temprano?

Pero los peligros van más allá, como se ha demostrado hace una semana con la denuncia contra diez menores de la localidad extremeña de Almendralejo. Su 'inteligencia' les llevó a utilizar esta herramienta digital, el ChatGPT, para extorsionar a sus amigas, vecinas y compañeras de clase, de 14 años en su mayoría. Veintidós chicas menores fueron expuestas con su rostro y un cuerpo desnudo, que no les pertenecía, en redes sociales y chats privados. Les pedían dinero a cambio de no difundir una imagen falsa que las vejaba.. Terrorífico. Y misógino. Otro inciso: ¿qué principios estamos transmitiendo como sociedad cuando los niños aprenden a delinquir sin ningún prejuicio ni moral?

La respuesta está en el viento. O tal vez en el Congreso Internacional "El Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial", que se celebrará los próximos 27 y 28 de noviembre, en la Facultad de Derecho de la Universitat de València. El Congreso de la AI Act contará con 26 especialistas y académicos de todo el mundo, que en su mayoría serán los "autores del ambicioso Tratado en español e inglés sobre el futuro Reglamento que coordinan Lorenzo Cotino y Pere Simó". En la dirección de este Congreso han participado también los profesores Andrés Boix y Jorge Castellanos. Entre los ponentes: Jacques Ziller, catedrático de las Universidades de Paris 1, Panthéon-Sorbonne y de Pavía; el doctor Ángel Gómez de Ágreda, Coronel del Ejército del Aire y Diplomado del Estado Mayor; la catedrática Diana-Urania Galetta, directora del CERIDAP, Università degli studi di Milano; Idoia Salazar, Presidenta de Odiseian, profesora de la Universidad CEU San Pablo y CEO de Human Trends; Marco Sánchez Acevedo, Dr. Profesor de la Universidad  Católica de Colombia; Francisca Ramón, Catedrática de la Universitat Politècnica de València.

El Consejo de Europa intenta adelantarse a la Unión Europea (UE) con un Tratado internacional que permita a los 46 Estados que lo integran adaptarlo a su legislación nacional, si deciden ratificarlo, y a otros países que así lo consideren. Por su parte, la UE también prepara un Reglamento sobre AI que vinculará obligatoriamente a los 27 Estados miembros. El 21 de abril de 2021 se aprobó la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo, por la que se establecen normas armonizadas en materia de Inteligencia Artificial, conocida como la Ley de Inteligencia Artificial o EU AI Act. Pero con ChatGPT, el chat de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI ya ha quedado desfasado incluso antes de su entrada en vigor.

A golpes de actualización, el Parlamento Europeo está vigilante y ha propuesto, a través del Comité JURI, “asegurarse de que los sistemas de IA utilizados en la UE sean seguros, transparentes, rastreables, no discriminatorios y respetuosos con el medio ambiente”. Pero, especialmente, exige que los sistemas de IA deben ser supervisados por las personas, en lugar de por la automatización, para evitar resultados dañinos.

Sobre la IA generativa, como ChatGPT, tendría que cumplir con los requisitos de transparencia: revelando que el contenido fue generado por la IA, evitar que genere contenido ilegal y publicar resúmenes de datos con derechos de autor. Los usuarios deben ser conscientes cuando interactúan con la IA, incluso en sistemas que generan o manipulan contenido de imagen, audio o vídeo, por ejemplo, deepfakes. No será hasta finales del Año III d. C. -después de la Covid- cuando el Consejo Europeo adopte una decisión al respecto.

Recordemos aquí que el mundo está alerta. Ya en la primera pasada, el Senado estadounidense se reunió en el Capitolio con Sam Altman, cofundador de OpenAI, la herramienta digital creadora de ChatGPT. Samuel Altman, programador y bloguero de 38 años, recibió su primer ordenador cuando tenia ocho años de edad. Creció en San Luis (EEUU) y abandonó sus estudios de informática en la Universidad el primer año para fundar su primera empresa. Ante los senadores dijo: "Es esencial regular la inteligencia artificial. (…) Mi peor miedo es que esta tecnología salga mal. Y, si sale mal, puede salir muy mal”.

 Y ya ha ocurrido. El problema es que se trata de un enemigo invisible. Cuando estemos delante de un delito, de una catástrofe o de una falsedad, no sabremos que es producto de la AI, ni siquiera sabremos que es falso lo que vemos y lo que oímos, y también desconoceremos el origen del mal. Por lo pronto, yo ya tengo mi cuenta de ChatGPT. Me detuve horrorizada en el tercer paso. La información personal que me pedían era demasiado sensible. Tal vez mi generación sigue desconfiando ante las máquinas…

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