Es el momento y tenemos la oportunidad de poner los cimientos de una región de futuro. La crisis del coronavirus ha mutado de sanitaria a económica, y es ahora cuando nos jugamos el porvenir y la prosperidad, cuando tenemos que construir el modelo que va a garantizar los empleos de nuestros hijos y canalizar toda la fuerza de nuestro tejido industrial y empresarial.
Aunque pocas personas en esta Región no sepan que es lo que está pasando al respecto del puerto de El Gorguel, sí podemos resumir que después de muchos años y estudios seguimos sin tener un dictamen de viabilidad sobre el proyecto de la nueva dársena. Una terminal portuaria de contenedores a la que Ciudadanos se muestra favorable, ya que la llegada de cerca de cuatro millones de contenedores y la creación de miles de puestos de trabajo supondrá un revulsivo económico para la comarca de Cartagena y por tanto para la Región de Murcia.
Una oportunidad para propiciar el cambio en muestro modelo productivo, para hacer despegar ese cambio que todos los grupos parlamentarios hemos coincidido en señalar como decisivo para el futuro de nuestra Región. Una infraestructura que nos conectará al resto de Europa, que además precipitaría la llegada del Corredor Mediterráneo y haría atractivas e imprescindibles las zonas de actividades logísticas de Cartagena y Murcia.
Como todo en la vida, este desarrollo tiene un coste. Nuestro apoyo está supeditado siempre a la obtención de todos los permisos y autorizaciones medioambientales, al estar ubicada en el entorno de la Sierra de la Fausilla, protegida medioambientalmente mediante la declaración ZEPA, LIC y Red Natura 2000. Esta situación requiere el establecimiento de un plan de protección y la obtención de los permisos y autorizaciones medioambientales pertinentes, que han de ser expedidos por el Ministerio de Transición Ecológica y, en último término, por la Comisión Europea. Hoy en día todavía no se ha cuantificado cuál es el coste ambiental que deberíamos pagar a cambio. Y eso es lo que necesitamos. Que nos digan si este proyecto es viable o no y despejar de manera definitiva las dudas que sobrevuelan desde hace años la implantación de esta infraestructura en la Región de Murcia.
Necesitamos saber cómo podríamos compensar los efectos medioambientales de la dársena, para poder ponernos a actuar ya en ese sentido. Porque no se trata de una dicotomía economía vs medioambiente, sino de una coexistencia en armonía, a la que podemos llegar a través del diálogo y el consenso. Porque tenemos un tejido empresarial responsable, que ya se ha adaptado y comprende la necesidad de armonizar la creación de riqueza y empleo con el respeto a nuestra diversidad ambiental.
Debemos aprovechar el tiempo que requieren los trámites medioambientales para definir con claridad los efectos esperados de esta gran infraestructura, su impacto social y económico. Y debemos introducir esta información en un debate público al respecto, alejado de ideologías y marcado por los técnicos y especialistas, tanto ambientales como industriales.
En Ciudadanos entendemos que no hay ninguna instancia mejor que la Unión Europea para elaborar un dictamen al respecto. Mientras en la Región hay prácticamente ya un consenso sobre la necesidad de su implantación, el Gobierno Central sigue bloqueando la declaración de Puerto de Interés de Primer Orden, y miren que solo es una gestión burocrática, algo que se solventa incluyéndola en el orden del día del Consejo de Ministros.
Necesitamos un organismo superior y objetivo que analice los beneficios y los daños que pudiera ocasionar la implantación de dicha infraestructura portuaria y porque su afectación no solo es para Cartagena, ni para la Región, ni para España también afecta a la Unión Europea ya que podemos ser la puerta de Europa para las importaciones y exportaciones. ¿Puede alguien pensar que eso no redunda en beneficios? Tener la Zona Logística más relevante junto a Rotterdam del continente en tráfico marítimo, un referente nacional en el tráfico de contenedores y europeo por su importancia logística. Una infraestructura que modificaría por completo nuestro modelo productivo, que atraería a empresas de ensamblaje, crearía nuevas expectativas para la inversión, generación de valor añadido, mejora de la competitividad, reducción de emisiones...
Y ahora es el momento, porque además la Unión Europea está dispuesta a financiar proyectos que hagan recuperar la economía, para grandes proyectos en materia de infraestructuras a nivel continental. Hay que dejar de lado las ideologías y si realmente queremos cambiar el modelo productivo de la Región y sentar las bases de su progreso económico, ir todos juntos a reclamar actuaciones con miras al porvenir, hacer valer nuestro potencial como región de futuro. Un futuro que, a nuestro entender, pasa necesariamente por El Gorguel.
Valle Miguélez Santiago es diputada autonómica de Ciudadanos en la Asamblea Regional