MURCIA. "…Su diablo se llamaba Xaguax, y cuando D. Felipe le invocaba incensándole con estoraque, venía en figura de hombre pequeño, moreno, vestido de negro, y le instruía en lo que necesitaba practicar para los hechizos que cada vez ocurriesen…". Con esta descripción se conocía a la figura del Xaguax, un ser reconocible por la inquisición como un demonio que era invocado desde tierras murcianas y que tenemos recogido en Historia Verdadera de la Inquisición, de Francisco Javier Rodrigo, publicada en 1877. Una figura que nos ha llamado la atención y sobre la que vamos a profundizar para conocer un poco más de este ser tan misterioso y su relación con nuestra región.
Hemos de centrarnos en el siglo XVI, a partir de 1515, un momento en el que el contexto religioso y político tras la reforma luterana había llevado a que los cristianos católicos tradicionales se hubieran alejado de los "caminos de la iglesia", pues fuera de España se estaba consolidando la libertad religiosa. Este hecho, unido a la obligatoria aceptación del cristianismo por otras religiones en nuestro país había llevado a la creación de unos falsos cristianos – los conversos – quienes de puertas para afuera eran fieles sirvientes a la iglesia católica pero que en la realidad seguían realizando sus tradiciones ancestrales, ya fuesen religiosas o profanas. Por este motivo en el Reino de Murcia se seguía practicando el judaísmo, el islam y las supersticiones populares estaban a la orden del día, todas ellas alejadas por supuestos de los mandamientos de la santa madre iglesia.
Se documentan delitos de blasfemia, bigamia, poligamia, creencias en otros dioses e incluso se registran falsos frailes, como es el caso de Fray Luis de Valdepeñas quien, en secreto, era rabino de una sinagoga en Murcia, ya en el año 1563. Entre las causas que son tratadas por el tribunal de la Inquisición Murciana destaca la de un hijo del emperador de Marruecos, Felipe, quien fue obligado a exposición pública en Auto de Fe, con símbolos de penitente, por blasfemo. La circunstancia histórica nos dice que este chico se convirtió al cristianismo falsamente y si decía de él que era un nigromático lo que le generó el repudio de su padrino de bautismo, el Duque de Calabria Don Fernando de Aragón. Este hechicero al parecer uso su puesto de privilegio para desarrollar aún más sus embrujos.
De él se decía que eran quien invocaba al diablo Xaguax, estando ese ser a su merced. Las noticias de sus actos llegaban desde todos los lugares del reino, incluso desde Elche, desde donde se decía que llegaba a realizar sanaciones de enfermedades incurables como el dolor de costado. En su casa tenía habitaciones preparadas para realizar la invocación y las sanaciones. La enfermedad de costado se describía como un intenso dolor ubicado entre la parte lateral de la caja torácica y el vientre. En ocasiones se usaba el término griego pleuro. La palabra proviene del griego 'pleura', que significa 'costado', la cual describe una inflamación en la cobertura de la caja torácica y en uno de los pulmones.
Otra enfermedad también asociada al mal del costado es la apendicitis, sobre todo porque los síntomas también se manifiestan en la zona lateral, aunque el dolor puede extenderse hasta el vientre según el nivel de inflamación.
La primera descripción médica de este órgano se realizó en 1522, aunque no hubo claridad en el nombre ni en las funciones que cumplía en el cuerpo. En el S.XVIII se realizan los primeros trabajos para profundizar sobre el tema y a finales del S.XIX se obtiene el nombre científico, así como su relación con otras enfermedades intestinales.
A D. Felipe se le condena a tres años en un monasterio en donde recibió enseñanza de la doctrina y moral cristiana, desterrado a los lugares donde su fama de hechicero era conocida, o lo que es lo mismo a Valencia, Aragón, Granada y Murcia.
* Santi García es responsable de 'Rutas Misteriosas' y autor del libro 'Murcia, Región Sobrenatural'