Foto: Ricardo Rubio / Europa PressMURCIA. Son casi 9 años desde que Willy y Antón decidieran unir sus caminos musicales para fundar Taburete. "Mediocres" en sus inicios, según palabras del propio Willy, sus temas conectaron desde el primer momento con un público que le ha seguido fiel tras tantos años. No es nada sencillo llenar la sala Riviera, una plaza simbólica en la escena musical madrileña, ni mucho menos está al alcance de muchos llenar varias veces el Wizink Center. Muchos artistas sueñan con lograr en toda su carrera lo que Taburete ha logrado en apenas 9 años de vida. Con Willy repasamos toda su trayectoria y que espera del futuro.
Son 5 discos de estudio, llenos en el Wizink Center, casi dos millones de oyentes mensuales… ¿Cómo se asimila todo esto en tan poco tiempo?
Los inicios fueron una locura porque pasó todo muy rápido. Esa etapa de tocar para poca gente que suelen tener los grupos, actuando en bares…A nosotros nos duró poco, solo un año. Al año, meses después de sacar el primer disco, varias canciones entraron entre las más virales, el boca a boca llenó el Teatro Barceló en Madrid. Al poco tiempo llenamos dos veces la Sala Riviera, también en Madrid. Al año, llenamos tres veces el Wizink Center. Eso impacta mucho. Nosotros no éramos músicos, no veníamos de otras bandas. Si amateurs, pero nada serio. Tuvimos que ponernos las pilas para ensayar mucho, seguir sacando temas nuevos… Al poco tiempo sacamos el segundo disco…Muy contentos y ahora, con nueve años de banda, el ver que sigues ahí es lo más importante. Tener un ‘boom’ es increíble, pero podía pasar como les sucede a muchos grupos, que desaparecen tal y como llegaron. Mantenernos, llenar otra vez el Wizink como hicimos y poder hacer la gira que hemos hecho es genial. Lo llevamos todo con más tranquilidad.
¿Eráis conscientes del éxito del grupo?
Veías el éxito y que cada vez llenabas más conciertos. Nos nominaron por entonces a los primeros premios en España, en Los40, junto a Sabina en la misma categoría. Son cosas que se te quedan, de pensar ‘¿dónde estamos?’. También a los Grammy Latinos, junto a Calamaro. Son cosas que iban pasando, que son una locura, pero no sé por qué razón, si es por estar rodeados de los mismos amigos…No nos han dorado mucho la píldora y lo llevamos con bastante naturalidad. Con el tiempo es cuando lo piensas y te sorprende la normalidad con la que lo hemos llevado. Se nos podía haber ido mucho la pinza.
Recientemente me comentaba Pablo López que cree que sí ha habido gente, a lo largo de su vida, que ha cambiado la forma de dirigirse a él. ¿Os ha pasado algo parecido?
De gente no tan cercana sí. Es posible que te hagan un poco más la pelota. Eso puede ser. En los amigos no. Mi grupo de amigos sigue siendo el grupo de amigos del colegio. Con los que viajo, quedo a cenar todas las semanas… En ese sentido no ha cambiado nada.
¿Y en el mundo de la música habéis hecho grandes amigos?
Sí. Andrés Ceballos, de DVicio, es como mi hermano. Nos hemos ido al Kilimanjaro con su hermano a subir la montaña. También musicalmente hemos quedado a componer y han salido grandes temas. Hicimos ‘5 Sentidos’, ‘Roto y elegante’, que es uno de los últimos himnos que hemos tenido, que gusta mucho, y ‘Aviones sin fuel’, de las últimas canciones que hemos sacado al mercado. Es amistad y sintonía en todos los sentidos. Luego también nos llevamos muy bien con David Otero, Café Quijano, Hombres G…
¿Cómo es irte de gira con Hombres G?
Una auténtica locura. Nosotros estábamos, quizá, en nuestro momento más alto, y fue increíble. Fue hacer una gira juntos, pero de verdad. Cantábamos temas de ellos, ellos cantando temas nuestros, luego mezclando las dos bandas…Y además nos abrió las puertas para ser sus teloneros en la gira por México que nos hizo crecer mucho allí. Todo muy positivo. Nos dieron muchos consejos. Musicales, formas de afrontar la carrera musical…Con David es con el que más relación hice.
Pese a ser un grupo joven, 9 años, seguís apostando por el disco. Muchos artistas apuestan por el single y por el directo. ¿Cómo habéis vivido tanto cambio en la industria musical?
Es verdad que la gente cada vez tiene menos paciencia para escuchar un disco completo, se hacen sus listas de reproducción…Spotify es una herramienta maravillosa pero también ha cambiado la forma de consumir música. Antes esperabas el disco que querías comprar, ibas a la tienda, lo devorabas…Esa canción que no te gustaba terminaba siendo de tus favoritas. Ahora parece que si no te gusta de primeras es complicado darle otra oportunidad. La gente apuesta por los sencillos ahora. Nosotros estamos ahora un poco en esa época también, sacando sencillos, ahora viene otro tema nuevo y algunas colaboraciones que están por salir. Luego ya nos centraremos en el disco.
Ahora no puedes estar mucho tiempo sin sacar música, pero me gusta seguir mimando los discos. Cuando reviso nuestros discos, son como un álbum de mi vida y reflejan lo que pasaba cuando hice esos discos. Quiero seguir teniendo ese álbum y que ese sexto disco refleje el momento que estoy viviendo ahora. Estoy escribiendo ahora las canciones, junto con las que está haciendo Antón, y nos centraremos en un gran sexto disco para finales del año que viene.
El otro día comentaba en este sentido Bisbal que el álbum refleja ese momento de tu vida y un concepto importante para muchos de vosotros.
Sí, es lo más bonito de todo. Los discos físicos se venden cada vez menos. Nosotros ‘Matadero 5’ lo vendimos en carnicerías y charcuterías, para darle un empujón. Una manera de cambiar las cosas. A mí me parece importante y bonito, el diseñar la portada, el concepto, la idea, como llevarla a cabo, el orden de las canciones…Seguiremos por ese camino, aunque entremedias vayamos sacando sencillos.
La gente, a raíz de la pandemia, lo que cada vez quiere más es el directo. Hay cada vez más conciertos, más festivales.
Sí. Económicamente, ahora que no se venden tantos discos, se gira más porque es la manera de monetizar para el artista esos ingresos que no hay. Como dices, la gente tiene muchas ganas, cada vez hay más festivales en España, y cada vez es más posible dar conciertos. El año pasado hicimos 75 conciertos, este año serán 50…La verdad que es una suerte. Es nuestro punto fuerte. Cuando llevamos tanto tiempo y la gente sigue viniendo, significa que ganas a la gente por el directo y tiene ganas de repetir.
Leía en una entrevista vuestra que, en vuestros inicios, decías que eráis muy malos. Álvaro Benito comentó algo parecido de los inicios de Pignoise, que un productor les dijo: “Sois muy malos, pero tenéis algo. Si trabajáis podéis lograr una carrera”. Los animó a trabajar mucho. ¿Cuánto os ha costado lograr el sonido que queríais?
Al principio era difícil porque los dos primeros discos eran prácticamente acústicos. El primero eran dos guitarras, un cajón y una voz. No había mucho más. La gente se sorprendía porque luego el directo era más rockero. Hemos ido creciendo, de ser 3 a ser 8. Desde ‘La broma infinita’ hemos dado un salto de calidad, tanto en los discos como en los directos. Aunque mucha gente se siga quedando con los primeros discos.
El otro día, hablando con el presidente de Warner Music, nos contaba que vino al primer concierto de la Riviera, en 2016. Y siempre me lo recuerda: “Eráis malos, malos con dolor, pero toda la sala se cantó desde la primera a la última canción”. Nuestras carencias se tapaban porque las cantaba la gente. Esa es la suerte que hemos tenido. Lo complicado es salir y que nadie cante las canciones. Si por lo menos la gente disfruta y canta las canciones…Enfocábamos mucho los conciertos a la fiesta. Hacíamos bolos a las doce de la noche y la gente ya iba con ganas. Luego ya mejoramos mucho. Miro a otras bandas y no tenemos nada que envidiarles a muchas de ellas.
¿Tantos discos en tan poco tiempo es agotado o se lleva bien?
Lo llevamos bien. Cuando estás en una gira tan larga tienes ganas de acabar y de unas vacaciones. Al llevar un mes parado ya tienes ganas de nuevo de grabar, actuar o lo que sea. Al final tenemos suerte de trabajar varios meses al año, pero luego también hay tiempo para descansar. No podemos quejarnos. Estresa más las expectativas de hacer un gran disco.
¿El éxito condiciona a la hora de componer?
Completamente. La verdad que sí. Intentas que no, pero está ahí. Sabes lo que se escucha, intentas que la melodía entre rápido sin caer en lo que hacen todos…Es difícil y cada vez más. Se atraviesan fases de bloqueo y todo lo que haces te recuerda a algo que has hecho o algo que no es tuyo. La suerte es que al final acabas haciendo buenos temas.
