Viva Suecia o el triunfo de la gente normal 

MURCIA. 10 años pueden ser mucho o poco tiempo, depende de para que se empleen o cómo se miren. 10 años fue el tiempo que Christopher Nolan tardó en dirigir su película más ambiciosa, Origen, un thriller de ciencia ficción absolutamente brillante. 10 años sin Paco de Lucía se pueden hacer muy largos. David Bowie dejó pasar 10 años entre los álbumes Reality (2003) y The Next Day (2013) y mereció la pena la espera. 10 años tardó Debbie Harry en fundar Blondie con Chris Stein. Y 10 años han pasado desde que la banda murciana Viva Suecia se planteó seriamente que podía vivir de la música. 10 años para dejarlo claro han sido suficientes. El tiempo les ha cundido y los ha puesto en su sitio.

En esta década, Viva Suecia ha puesto la banda sonora a muchos de los momentos de nuestra vida. Ha estado ahí en nuestros viajes, en nuestros reencuentros y sueños, en nuestros amores, en nuestros fracasos para darnos ánimos. También en nuestros momentos de rebeldía, en nuestros instantes felices y locos, y en muchas ocasiones han sido las palabras exactas a lo que sentíamos, como si estuvieran en nuestra cabeza, como si "nos lo quitaran de la boca".

Una década bien merece una celebración y es lo que está haciendo la banda murciana formada por Rafa Val (cantante), Jess Fabric (bajo eléctrico), Alberto Cantúa (guitarra), Fernando Campillo (batería) y, como novedad, Carmen Alarcón (percusión, coros, guitarra). Una celebración que la noche de este viernes les llevó a entregarse "a más no poder" al público de Murcia en el Víctor Villegas en la que ha sido una sonada y celebrada perfecta fiesta de cumpleaños histórica, con la que  inauguran la pequeña gira en "formato especial" que les llevará también a Madrid y Barcelona.

Se les veía cómodos a los murcianos sobre el escenario. Ansiosos por demostrar que valen para esto. Flotaba en el aire la responsabilidad de cubrir las expectativas con creces. De devolver una prima al público por tanto recogido.

Y es que fueron cinco los minutos que tardaron en agotarse las entradas para los cinco conciertos de esta mini gira nada más salir a la venta, y eso puede pesar bastante. Las expectativas eran muchas y la banda las cubrió anoche con creces, haciendo un regalo a su público de dos horas de concierto en un formato elegante y cercano. Canalla a ratos. Nada pretencioso. Sin estridencias, sin soberbias ni artilugios. Solo luces y música. Donde la banda conectó con el público "retorciendo" una a una todas las canciones que desde aquella Los años de su álbum debut Fuerza mayor, han ido soltando como perlas en esta década. Una tras otra, sin dar respiro. No hemos aprendido nada, Palos y piedras, Bien por ti, El bien y hasta una improvisada introducción de la navideña All I Want for Christmas Is You fueron apareciendo como un rosario, mientras el público se sentaba y se levantaba a cada impulso de una nueva canción "como en misa", llegó a bromear Rafa.

Quién les iba a decir a estos chicos que debutaron tímidamente en el Musik en los bajos de la plaza de toros de Murcia, solo delante de un puñado de personas, que harían, a poco más de un kilómetro de allí y diez años después, saltar de su asiento a un abarrotado auditorio de personas pidiendo guerra y desgañitándose con cada canción. Un público de ensueño, todo hay que decirlo.

Un formato especial, el de esta minigira que lleva a los murcianos, que alardean con orgullo de sus raíces provincianas, a reconstruir su repertorio y llevarlo donde nunca antes había estado, con versiones que "huelen a tabaco". Nos suenan mucho pero nunca jamás sonaron así...

La banda ya ha empezado a escribir su historia sobre nuestra memoria musical...tenemos Viva Suecia para muchas décadas más. ¡Aleluya!