MURCIA. Aunque no se trata de un enfrentamiento abierto, pues en la mayoría de casos hay siempre un lugar para cada bebida- sí existe una disputa eterna entre el vino y la cerveza. De hecho, se trata más bien de una suerte de competición entre el sofisticado vino y la rebelde cerveza. En cualquier caso, para aportar una mayor emoción a esta contienda, los emprendedores murcianos aportan argumentos a favor de uno y otro contendiente con proyectos como Yavino o Perkins.
Por su parte, Yavino fue un proyecto creado en 2019 por Ismael Galiana para ayudar a la gente a disfrutar al máximo de esta bebida "sin esnobismos". De hecho, huye del apartado más técnico de la terminología vinícola para centrarse en los sabores, en los gustos y en la historia humana que puede existir detrás de cada trago.
Para ello, la startup cuenta con una suscripción trimestral por la que envían hasta seis botellas distintas para que sus clientes prueben sabores nuevos: "Yo empecé todo esto por abuelo, que era crítico gastronómico y siempre decía que el mejor vino es el que más te gusta, a lo que yo añado que probablemente aún no lo hayas probado. Por eso nosotros somos el banco de pruebas, pues buscamos cosas curiosas y hacemos la selección para hacérsela llegar a esas personas que les gusta disfrutar de un buen vino pero no son expertos", explica Ismael Galiana en conversaciones con Murcia Plaza.
No obstante, este servicio tan solo fue el comienzo de la empresa, pues ahora también cuentan con un bar en la calle Correos de Murcia destinado a satisfacer las necesidades de los "jóvenes disfrutones": "Al final, se aprende de vinos probando muchos vinos, por eso nos enfocamos a la gente que le gusta esta bebida y quiere descubrir más pero no sabe cómo hacerlo", explica.
En cuanto a la contraparte, Murcia también cuenta con la cerveza Perkins para quienes prefieran otro tipo de sabores. La historia de esta cerveza da comienzo en el pasado 2017 como consecuencia del sueño de Guillermo Retamero de tener su propia cervecería, lo que le llevó a embarcarse en un proyecto de cuatro años -con una pandemia de por medio- que no dio sus frutos hasta que en junio de 2021 no comenzó la fabricación.
Retamero, quien también es propietario de una empresa destinada a la distribución de bebidas -General Drinks-, contaba pues con la suficiente experiencia y el conocimiento del sector para hacer llegar su producto al consumidor, lo que supone un reto añadido dado que Perkins no se trata de una cervecería artesanal con diversas variedades, sino de un único producto.
Ahora, como ya tuvieron que hacer otras predecesoras como la yeclana Cervezas Yakka, esta marca se encuentra en plena campaña por hacer crecer su firma y alcanzar un nombre propio que le permita hacerse un hueco estable en el mercado.
