en la frontera  / OPINIÓN

Lo de Venezuela no es un sainete, es un drama

27/09/2024 - 

No salgo de mi asombro de la ópera bufa que se ha montado a propósito de la reunión en la residencia del embajador de España en Venezuela el pasado 7 de septiembre, una cita en la que el candidato opositor Edmundo González admitía el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones pese a las evidencias ("supuestas" según El País) de un fraude de tomo y lomo. Digo ópera bufa por las ramificaciones del caso y por la cantidad de gilipolleces, de medias verdades, de medias mentiras, que se han vertido desde entonces. Edmundo González ya ha aclarado que estampó su firma por las múltiples coacciones del régimen chavista, y porque su destino alternativo al exilio no era otro que el de las mazmorras de la dictadura acusado como estaba de un delito de alta traición.


Esteban González Pons acudía esta misma semana alegremente a la radio de Federico con el fin de expresar lo que el propio Federico quería oír: el Gobierno español ha sido cooperador necesario de un golpe de Estado en Venezuela. Nadie en su partido le siguió la cuerda, ni Feijóo ni el alcalde de Madrid Joaquín Almeida (valiente) quien tiró balones fuera al ser preguntado por el asunto. Es más: admitían en el todo PP que al líder opositor no le quedaba otra. A las pocas horas el propio Edmundo González negaba taxativamente que el gobierno de Pedro Sánchez le coaccionara para abandonar su país natal y dejar el campo libre al tirano Maduro que lleva el mismo carrerón que el de Nicolau Ceaucescu.

Sumemos la presencia en la reunión de Delcy Rodríguez, la de los maletines en Barajas, la "amiga" de José Luis Ábalos, un personaje siniestro con tintes mafiosos. Sumemos también la presencia "necesaria" de su hermano Jorge, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, para completar la cuadratura del círculo. Digo "necesaria" porque la carta de marras iba dirigida a él.

Sumemos la campaña de un periódico, El Mundo, mezclando a Rodríguez Zapatero en todo y ya tenemos el pastel completo bajo el axioma de que ZP ha trabajado por los actuales intereses del sucesor de Hugo Chávez: mantenerse en el poder con toda su tropilla corrupta. Y adelantando la Navidad para los pobres con el fin de que tengan comida y juguetes. Qué cutrez. Economía bananera. Evita Perón repartiendo zapatos y bocadillos entre los desheredados de la tierra desde La Casa Rosada.

Me cuentan amigos y conocidos expatriados lo que todos sabemos: Venezuela se ha convertido en un Estado de terror, sin ningún tipo de garantías jurídicas, menos aún en el respeto a los derechos humanos. Por eso Delcy no puede pisar suelo europeo (espacio Schengen) desde 2018 como cómplice de la represión, brutal, en Venezuela. Mis amigos y conocidos no pertenecen a El Yunque, ni albergan ideas ultras. Gente corriente que en su día huyó de uno de los países más violentos del continente americano, más corruptos, y con unas bolsas de pobreza insufribles: socialismo del siglo XXI.

Recomiendo encarecidamente un documental del Canal Arte donde se explica muy bien el principio del gran declive de Venezuela: fue cuando Maduro descabezó la cúpula del Misterio del Petróleo presidida por el diplomático Rafael Ramírez Carreño por expresar actitudes criticas ante la deriva autoritaria del país, y suplir este departamento clave, que ahora regenta Delcy, por aficionados y oportunistas de medio pelo.

Habrá que lamentar el exilio de Edmundo González, siguiendo los pasos de Antonio Ledezma, Leopoldo López (tras 7 años de prisión) y de Juan Guaidó. Del mismo modo que hay que lamentar la postura del grupo socialista en el Parlamento europeo desentendiéndose de la propuesta de reconocer a Edmundo como presidente electo de Venezuela. Hubo una excepción: 5 de los 7 diputados del Partido Socialista de Portugal que sí que se sumaron a la resolución, un gesto simbólico que no obliga a nada. Voy a pensar que los excepcionales son los que al final construyen mundos mejores. EL PSOE se mueve aquí templado (con excepciones, Borrell, Robles) en parte porque entre la izquierda predomina el estereotipo de que los grupos opositores al dictador Maduro son todos rematadamente 'fachas'. Estereotipo estúpido. Que se haga una encuesta entre los 8 millones de exiliados venezolanos y que jamás de los jamases regresarían a la actual Venezuela. Antes muerta que a la huerta.

Venezuela es importante porque consolida en Latinoamérica (junto con Nicaragua y Cuba) los parámetros dictatoriales. Del mismo modo que un hipotético triunfo del payasete Donal Trump daría oxígeno (mucho) a todas las formaciones de extrema derecha en Europa, incluidos los filonazis de los land de la antigua Alemania del Este. Pero no: Maduro gobernará este mandato.... ¡y el próximo¡ Qué rabia.

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