BRUSELAS (EP). Varios Estados miembros de la Unión Europea han apuntado este lunes a dar pasos adelante para sancionar a la energía rusa en el marco de la respuesta a la guerra en Ucrania, pese a la dependencia de socios como Alemania, hasta ahora reticente a cortar el suministro.
El asunto marcará la reunión de este lunes de los ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo que examinarán la respuesta frente a Vladimir Putin por la invasión del país vecino. Antes de la reunión el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, se ha limitado a comentar que "todas las sanciones están sobre la mesa".
Cualquier medida debe ser adoptada por consenso de los Veintisiete, un escenario todavía distante dada las reticencias de países como Alemania. A su llegada a la reunión, la ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, ha insistido en que los planes del Ejecutivo alemán son la eliminación de la dependencia de las energías fósiles, incluido el gas y el petróleo, pero ha pedido un plan coordinado a nivel europeo.
El ministro luxemburgués, Jean Asselborn, ha echado agua fría sobre esta opción poniendo en duda que un embargo al petróleo vaya a parar la guerra en Ucrania. "Sería muy fácil si supiéramos que de esta manera Putin cesa este acto de barbarie. Mi sensación es que si lo hiciéramos estaríamos en la misma situación", ha expresado ante del Consejo.
No obstante, varios ministros de Exteriores han urgido a dar más pasos en esta dirección frente a la agresión rusa, caso del titular checo, Jan Lipavsky, qué se ha preguntado "qué más tiene que pasar en la Unión Europea" para avanzar e imponer un embargo energético", tras señalar que Praga apoya la adopción de "las sanciones más duras posibles".
"Todo lo que tenía que pasar ya ha pasado", ha insistido su colega lituano, Gabrielius Landsbergis, en referencia a las líneas rojas en la guerra en Ucrania y ha subrayado que la Comisión Europea ya trabaja en un nuevo paquete de sanciones que incluya el embargo al crudo.
Entretanto, Irlanda ha defendido un "enfoque maximalista" para mantener la disuasión ante Moscú y ha abogado por incluir limitaciones al petróleo como parte de la reacción a la "brutalidad" rusa en Ucrania. "Sabemos que es difícil para algunos Estados miembros y hay que mantener una posición unida", ha señalado el ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, llamando a construir consenso.
En este sentido, ha instado a Bruselas a incluir en su próxima propuesta el petróleo ruso. "Gastamos cientos de millones de euros en importaciones que sirven para financiar la guerra", ha señalado, urgiendo a cortar esta dinámica.
Por su lado, el ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha apuntado que en el debate de este lunes buscarán "nuevas fórmulas para evitar que Vladimir Putin siga financiando su guerra con capitales europeos", entre las que ha dicho que "sin duda" se analizará la opción de un embargo al petróleo ruso.
En este asunto, Albares ha advertido de la necesidad de velar "al mismo tiempo" por que las decisiones a Veintisiete no supongan "desestabilizar a ciertos países" con una estructura energética "muy unida a Rusia" hasta ahora y España, ha añadido, será "solidaria" en las decisiones que se tomen dentro de la UE.
También ha defendido el consenso europeo su homólogo holandés, Wopke Hoekstra, quien ha subrayado no obstante que frente a la agresión rusa, la UE tiene que "seguir elevando el listón en término de sanciones" y garantizar que las medidas se sienten en Rusia.
Opinión que comparte Dinamarca, cuyo ministro de Exteriores, Jeppe Kofod, ha pedido "seguir aumentando la presión contra Rusia" y ha instado a sus colegas europeos a "avanzar en el consenso en el tema energético".
Aunque en la capital comunitaria ven inevitable esta medida, el bloque corre el riesgo de romper la unidad que ha mantenido hasta ahora en su respuesta a la agresión rusa por las dudas de países como Alemania y Austria, que rechazan cortar de forma inmediata el suministro, y Hungría, que amenaza con vetar cualquier embargo energético aduciendo su interés nacional.
La Fiscalía de Ucrania ha informado este lunes de que ya son 183 los niños muertos desde que comenzó la invasión del territorio el pasado 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En un comunicado, la entidad ha indicado, además, que otros 342 menores han resultado heridos a causa de los ataques, si bien son más de 525 los que se han visto afectados por la violencia, especialmente en zonas como Kiev, Járkov, Chernígov, Mikolaiv, Lugansk, Zaporiyia, Sumy y Yítomir.
Debido al bombardeo llevado a cabo por las fuerzas armadas rusas, cerca de un millar de escuelas y centros educativos se han visto gravemente dañados, de los cuales 87 han sido completamente destruidos. Además, 300 hospitales se han visto afectados.
Además, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha acusado a Rusia de destruir "depósitos de combustible, mercados de alimentos, aeropuertos, estaciones de tren, fábricas y universidades", entre otras instalaciones.
Así, ha señalado que el Ejército ruso utiliza esta destrucción como "táctica consciente" y ha afirmado que "los enemigos están destruyendo zonas residenciales deliberadamente con artillería pesada, morteros y tanques".
El Ejército de Ucrania ha cifrado además en más de 19.000 los militares muertos en combate. Las Fuerzas Armadas ucranianas han confirmado en un mensaje de Facebook que al menos 19.500 soldados rusos habrían muerto durante dicho periodo de tiempo.
Además, ha señalado que han sido destruidos 725 tanques, más de un millar de vehículos blindados, 347 sistemas de artillería, 55 unidades de defensa aérea, 137 helicópteros, 154 aeronaves, siete buques y 119 drones, si bien ha matizado que los datos siguen actualizándose.
La vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, ha anunciado este lunes acuerdos para la apertura de nueve corredores humanitarios para la evacuación de civiles en varios puntos del país, en el marco de la guerra desatada el 24 de febrero por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Así, los civiles podrán trasladarse desde Mariúpol, en la región de Donetsk, hasta Zaporiyia --en transporte propio-- y desde Berdiansk, Tokmak y Energodar también hasta Zaporiyia, en transportes habilitados por las autoridades.
Desde Lugansk, los civiles podrán utilizar un corredor desde Severodonetsk, Lisichansk, Popasna y Mezhove a Bajmut, según ha informado Vereshchuk en la red social Facebook.
Cerca de 3.000 personas fueron evacuadas gracias a corredores humanitarios en la jornada del domingo, ha recogido la agencia de noticias ucraniana Ukrinform. El conflicto en Ucrania ha dejado, desde el 24 de febrero, más de 4,5 millones de refugiados, según datos de Naciones Unidas.