“Nos deberíamos parecer más a los asiáticos, cambiar el chip y, ante los primeros síntomas de tener una enfermedad respiratoria, ponernos una mascarilla quirúrgica”. Así de contundente se ha mostrado la epidemióloga Hermelinda Vanaclocha. Con un extenso curriculum, la científica, que se acaba de jubilar, tuvo un papel clave durante la pandemia y formó parte del Comité Científico Técnico Covid-19.
Hermelinda Vanaclocha, conocida por todos como Herme, señala que, aunque no hubiéramos pasado una de las peores pandemias de la historia ni existiera el Covid, se debería llevar mascarilla al primer estornudo, tos, ojos llorosos o fiebre. En Asia, el respeto a los demás forma parte de su cultura, destaca quien ha estado cuarenta años dedicada al estudio y gestión de todo tipo de emergencias sanitarias derivadas de enfermedades infecciosas y fue subdirectora de epidemiología de la Generalitat Valenciana. Hay muchos virus que se transmiten por las gotas de saliva, no solo el Covid.
La científica valenciana ha incidido en que hay lugares donde debería usarse siempre la mascarilla, como en las urgencias hospitalarias, donde se juntan personas que tienen las defensas bajas con quienes van por un simple esguince. Cualquiera puede estar atravesando un proceso infeccioso sin saberlo y contagiarlo a quienes tienen el sistema inmunológico más débil.
Respecto al aumento de casos de Covid en la Comunitat Valenciana, Herme Vanaclocha ha explicado que en toda España se da la misma tendencia y existe este incremento. “No tenemos más casos de Covid, sino que en la Comunitat se decidió recoger la información del 100% de los centros de atención primaria, a diferencia de lo que hacen el resto de autonomías, que toman muestras más reducidas. Por tanto, la información en nuestra región es más real y verídica.
Sin embargo, dada la inmunidad natural producida por las vacunas y por haber pasado la enfermedad, en la mayoría de los casos la sintomatología será leve. “El 100% de la población ha pasado el Covid. Se estima que el 20% no saben que ha pasado la infección del virus SARS-CoV-2 porque no han tenido síntomas”.
La epidemióloga añade, además, que este incremento es típico de estas fechas. “Entre septiembre y el puente del Pilar y a principios de año, es la época que más casos se producen”.
Respecto al Covid, no existe a día de hoy ningún tratamiento para evitar la enfermedad, solo para reducir la sintomatología con paracetamol o ibuprofeno, por ejemplo. Al igual que la gripe, tres días de subida y tres de bajada…Es un virus y no una bacteria por lo que encontrar tratamientos efectivos es más complicado.
Lo que Vanaclocha tiene “clarísimo” es que habrá nuevas pandemias y no pasarán 100 años entre una y otra ya que ahora vivimos en un mundo globalizado donde una persona o una mercancía puede atravesarlo en menos de 36 horas. “Es imposible saber lo que nos va a llegar. Ante cualquier microorganismo nuevo no tenemos defensas y habrá fallecimientos." La diferencia es que ahora estamos más preparados que antes.
Sin embargo, aún hay asignaturas pendientes. En opinión de la epidemióloga, aunque se hayan creado reservas estratégicas de medios de protección personal, se debería contar con una industria apoyada públicamente para producir equipos de protección individual, que es la primera barrera ante enfermedades nuevas.
La científica destaca que, si no hubiera habido vacunas, aun estaríamos confinados en casa y se hubieran producido muchísimas más muertes. Pero una cosa es obvia, a diferencia de otras vacunas que se han podido probar durante más tiempo, con una pandemia primaban los beneficios a los riesgos. Por ello, , “debe pasar mucho tiempo para saber los efectos secundarios a largo plazo de las vacunas contra el Covid. Pero no habrá ninguno grave. La verdadera pandemia que hay actualmente es la resistencia a los antibióticos por hacer un mal uso de ellos.
La científica ha querido dar dos consejos a la población. Hermes anima a la población a vacunarse porque es la mejor medicación que para evitar o reducir los riesgos de contraer una enfermedad infecciosa o morir a causa de ella. El segundo consejo es la mascarilla para no contagiar a los demás, sobre todo a los mayores y otros grupos de riesgo. “Somos muy olvidadizos”, dice.