MURCIA. "No he podido dormir esta noche. Si lo llego a saber, no me la pongo, y si pudiera, me sacaba la vacuna". Marisa trabaja en la Consejería de Salud y se puso la primera dosis la semana pasada. Lola, interina del grupo A, estaba esperando a vacunarse tras apuntarse de forma voluntaria. Carmen, que trabaja en la Arrixaca pero no con pacientes covid, rehusó vacunarse porque estimó que al estar haciendo teletrabajo casi todo el tiempo, no era necesario.
"La semana pasada recibimos un correo y nos dijeron que éramos personal esencial. Nos lo ofrecieron a todos y hubo gente que se negó. Pero a mí me dio reparo por si pensaban que era una negacionista", explica Marisa. Admite que no ha dormido bien esta última noche porque la noticia "me sentó como un tiro. Esto no era necesario. Me siento mal moralmente y no sé si ponerme la segunda dosis", admite.
Ella ha sido de las afortunadas en recibir esa primera dosis de la vacuna contra la covid-19 ofrecida a todo el personal de la Consejería de Salud. La noticia de que el consejero de Salud, Manuel Villegas, y otros altos cargos de Salud se habían vacunado sin estar en los grupos prioritarios de vacunación establecidos por el Ministerio de Sanidad, ha caído como un jarro de agua fría para muchos funcionarios que no entienden por qué se les ha vacunado antes que a personas en situación mucho más urgente.
Sin embargo, tal y como ha admitido el propio consejero en la comparecencia de este miércoles y en la que ha rechazado dimitir, se ha vacunado a todos los profesionales de la consejería que así lo han solicitado aunque no fueran de los grupos prioritarios marcados por el Ministerio de Sanidad, es decir, los internos y trabajadores de residencias de mayores y de discapacidad y los sanitarios que tienen contacto directo con pacientes covid. Las personas vacunadas superan los 400 profesionales de la Consejería y del SMS: "466 de los 618 funcionarios de los servicios centrales del SMS que se inscribieron", según indicó el consejero en su comparecencia en la Asamblea Regional. "Todos ellos los hemos considerado como personal que trabaja en la pandemia, tal y como recoge el protocolo", ha señalado Villegas.
"Me resultó extraño que me ofrecieran vacunarme porque tenía entendido que solo iban a vacunar en esta primera etapa a los sanitarios que están en primera línea", explica Carmen, personal de la Arrixaca. "Aunque no me inscribí y estoy teletrabajando casi todo el tiempo, me llamaron y me dijeron que había vacunas de sobra". Sin embargo, rechazó la oferta por entender que, en principio, no corría riesgo y aunque tuviera que desempeñar su trabajo presencial algunas jornadas, no iba a tener contacto con pacientes covid. "Pero sí, sabíamos que estaban vacunando a todo el personal, no solo a los sanitarios".
"En esto hay un dilema moral. Somos personal esencial para gestionar esta pandemia, es cierto, pero también hay personas que lo necesitan mucho más que nosotros en este momento", apunta Lola. Ella se inscribió y estaba a la espera de vacunarse y ahora ha decidido no hacerlo. "No estoy en un grupo de riesgo y trabajamos siempre en un despacho con mascarilla".
La consejería de Salud comenzó vacunando a residencias de mayores y de discapacidad, a todo su personal así como a las empresas externas. Después siguió con el personal de los centros sanitarios públicos y privados, priorizando al personal de primera línea. Entre estos profesionales que se están vacunado se encuentra el personal propio del Servicio Murciano de Salud y de la Consejería de Salud, y todos los profesionales del sistema sanitario regional, incluido Salud Pública, rastreadores, laboratorio, inspección, así como personal del servicio jurídico y administración, tengan o no contacto directo con pacientes covid.
*Los nombres han sido modificados para preservar el anonimato de las profesionales de Salud y del SMS consultados para este artículo.
