Urgencias comunes en verano: cómo el calor afecta a la salud y cómo prevenirlas

4/08/2024 - 

MURCIA. El verano trae consigo la temporada de vacaciones, actividades al aire libre y días soleados. Sin embargo, el incremento de las temperaturas también conlleva una serie de riesgos para la salud. 

En verano incrementan el número de consultas por  golpe de calor, la deshidratación, y las quemaduras solares  suelen ser más comunes durante esta época.

A continuación, exploramos las afecciones que empeoran con el calor y cómo prevenir y tratar las urgencias más recurrentes en verano para disfrutar de una temporada estival segura y saludable.

¿Cuáles son las urgencias más recurrentes en verano? 

Picaduras y Mordeduras de Insectos:

  1. Síntomas: hinchazón en las proximidades de la picadura, enrojecimiento, dolor, picazón, en casos graves reacciones alérgicas (dificultad para respirar, hinchazón generalizada).
  2. Prevención: usar repelente de insectos, ropa de manga larga, evitar áreas con muchos insectos.
  3. Tratamiento: limpiar la zona afectada, aplicar hielo, usar cremas antihistamínicas, en casos de reacción alérgica grave buscar atención médica.

Quemaduras Solares:

  1. Síntomas: enrojecimiento de la piel, dolor, ampollas, y/o descamación.
  2. Prevención: usar protector solar con un SPF adecuado, replicarlo cada dos horas, usar sombreros y ropa protectora.
  3. Tratamiento: aplicar cremas o lociones calmantes (como aloe vera), beber agua, evitar más exposición al sol.

Toxi Infecciones Gastrointestinales:

  1. Síntomas: diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre.
  2. Prevención: no consumir alimentos no cocinados, evitar agua y alimentos de dudosa procedencia, lavarse las manos con frecuencia y siempre que se vayan a manipular alimentos.
  3. Tratamiento: hidratarse, seguir una dieta blanda, en casos en que no sea posible la tolerancia oral acudir al médico.

Golpe de Calor:

  1. Síntomas: alta temperatura corporal, piel roja y caliente, pulso acelerado, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión.
  2. Prevención: aumentar el consumo de agua con el fin de mantenerse bien hidratado, evitar la exposición prolongada al sol, en especial evitar las horas centrales del dia, usar ropa ligera y de colores claros, buscar sombra o lugares frescos, y no consumir bebidas alcohólicas expuestos al sol.
  3. Tratamiento: enfriar el cuerpo rápidamente (baños de agua fría, compresas frías) sin zambullirse en piscinas o mar,  aumentar la ingesta de agua, buscar atención médica de inmediato.

Deshidratación:

  1. Síntomas: sed extrema, boca seca, orina concentrada y escasa, fatiga, mareos, confusión.
  2. Prevención: beber suficiente agua, especialmente durante actividades al aire libre, evitar bebidas alcohólicas y con cafeína.
  3. Tratamiento: ingerir líquidos (agua, bebidas deportivas), descansar en un lugar fresco, en casos graves buscar atención médica.

Consejos generales de prevención

  1. Hidratación: Incrementar la cantidad de agua que bebemos en los meses de menos calor, siendo una cantidad apropiada entre 2 y 2.5 l de agua si no hay restricciones hídricas por indicación facultativa.
  2. Protección Solar: Usar protector solar con alto factor de protección (FP50), sombreros y gafas de sol.
  3. Alimentación: Consumir alimentos frescos (con una temperatura de  conservación adecuada)y bien cocinados.
  4. Vestimenta: Usar ropa ligera y de colores claros.

Consejos para un verano seguro

El verano, que coincide con el periodo vacacional más amplio del año, es también la época en la que, como consecuencia del incremento de los desplazamientos y los viajes, las actividades al aire libre y la exposición al sol, se multiplican los riesgos de la población de sufrir algún suceso inoportuno. 

Ante el aumento de los riesgos, lo más conveniente es saber qué hacer en cada momento. Por ese motivo, es importante aumentar la precaución en las actividades que practicamos al aire libre durante los meses veraniegos y evitar los problemas.

 La exposición solar, las picaduras de insectos, las otitis o los problemas gastrointestinales son algunos de los más frecuentes. Es importante recordar cuáles son los imprevistos más habituales en estas fechas, cómo prevenirlos y qué hacer en caso de que se produzcan.

  1. Picaduras de insectos: en nuestro medio lo más frecuente son las picaduras de mosquitos, avispas o abejas. La sintomatología típica es meramente cutánea (picor, ardor intenso, rojez e hinchazón) y puede combatirse con cremas antiinflamatorias o con antihistamínicos. En personas alérgicas pueden aparecer reacciones exageradas, como ampollas, sensación de dificultad respiratoria, hipotensión o shock. En las personas que desarrollan estos casos más graves, es importante ir siempre identificados mediante pulseras. Para evitar las picaduras, es conveniente aplicar los repelentes adecuados sobre la ropa, la piel o la ropa de cama y colocar mosquiteras en las habitaciones.
  2. Exposición solar: las actividades al aire libre suponen muchas veces un largo periodo de exposición solar, que en ocasiones comprende las horas centrales del día. Debemos evitar la exposición directa a los niños menores de 2 años y llevarlos siempre protegidos con la vestimenta adecuada. Los niños mayores y adultos, además de la ropa, deben usar gafas, sombreros y filtros protectores. Las cremas fotoprotectoras hay que ponerlas entre 30 y 60 minutos antes de la exposición y repetir las aplicaciones con frecuencia (cada 90-120 minutos)., si es posible las formulaciones resistentes a agua y sudor. Las horas centrales del día (de 12 a 16 horas) no deben emplearse en actividades en áreas sin sombra, ya que el índice de radiación UV es el más alto y se incrementa el riesgo de  quemaduras incluso con fotoprotección.
  3. Heridas y laceraciones cutáneas: las actividades al aire libre, las excursiones al monte o a la playa se pueden complicar a causa de heridas o traumatismos cutáneos. Lo primero que debemos hacer si se produce una laceración en la piel es valorar la gravedad de la lesión. Si es superficial, no existen cuerpos extraños dentro de la misma, ni rotura de vasos que impliquen un sangrado importante, se resuelve fácilmente con una compresión con gasas estériles durante unos minutos y la aplicación de un antiséptico adecuado (povidona yodada, clorhexidina). Es recomendable tapar la herida para evitar la exposición solar y la sobreinfección. Si la profundidad de la lesión o el sangrado es importante, tapar la zona lesionada con compresas o gasas, comprimir con el fin de detener el sangrado y trasladar al paciente a un centro sanitario. 
  4. Otitis: la otalgia relacionada con el baño (inmersión en piscinas y mar) suele ser la causa que mayor motivo de consulta ocasiona. La acción de la humedad produce una alteración en el epitelio del conducto auditivo externo, lo que provoca que, a su vez,  los gérmenes que habitualmente están en ese conducto penetren, ocasionando la infección. Para prevenirla es importante secar los oídos tras la inmersión, no nadar en agua contaminada, no introducir objetos en el conducto auditivo, utilizar unos tapones adecuados si las otitis son recurrentes .
  5. Problemas gastrointestinales: las gastroenteritis agudas suelen ir acompañadas de vómitos, un aumento del número de deposiciones, que en la mayoría de los casos son líquidas, fiebre elevada e intolerancia oral. La mayor parte de estos problemas en verano tienen como origen la toxiinfeccion  alimenticia. El principal peligro de estos procesos diarreicos es la deshidratación, sobre todo en niños y personas mayores, por lo que en caso de no conseguir tolerancia oral es necesario consultar en un centro médico.
  6. Pie de atleta: después del baño, hay que secar bien los espacios entre los dedos de los pies y mantenerlos hidratados. Es una enfermedad de la piel causada por un hongo, que normalmente se da entre los dedos, suele ser provocada por ciertos gérmenes que se contagian por pisar suelos húmedos o por llevar calzado sintético que mantiene la humedad.

Lesiones más frecuentes en los deportes acuáticos

Las lesiones en deportes acuáticos como el windsurf, paddle surf, surf o kite surf son variadas y pueden ocurrir por diferentes razones. Las más comunes:

  1. Traumatismos de rodilla: estas lesiones suelen ocurrir por giros forzados o caídas mientras se está de pie en la tabla. Los ligamentos de la rodilla, como el ligamento cruzado anterior y el ligamento colateral interno, son susceptibles a lesiones durante la práctica del surf.
  2. Lesiones de hombro: la remada repetitiva al esperar olas puede sobrecargar los hombros. Las lesiones más frecuentes afectan al manguito rotador y pueden ir desde tendinitis por sobrecarga hasta calcificaciones o desgarros crónicos en deportistas con años de práctica.
  3. Heridas, laceraciones o cortes: los golpes contra la tabla, otros surfistas, las quillas o el fondo del océano pueden causar heridas superficiales o profundas, con un mayor riesgo de infección debido al contacto prolongado con el agua de mar.
  4. Hematomas: son lesiones de vasos sanguíneos que se producen por caídas o golpes, generando acumulación de sangre debajo de la piel.
  5. Esguinces de tobillo, distensión de ligamentos o fracturas: estas lesiones son comunes en las extremidades inferiores y pueden ser causadas por movimientos bruscos o caídas.
  6. Luxaciones de hombro y codo de tenista: estas lesiones en las extremidades superiores pueden ocurrir por caídas o por el esfuerzo repetitivo de ciertos movimientos.
  7. Latigazos cervicales y contracturas dorsales o pectorales: pueden ser resultado de caídas y afectar tanto a la zona cervical como a la musculatura del torso.

Para prevenir estas lesiones, es importante realizar un calentamiento adecuado, desarrollar una buena técnica y realizar estiramientos después de la práctica deportiva. Además, es crucial estar en buena forma física y buscar asesoramiento médico ante cualquier lesión.

Lesiones en deportes de raqueta

Las lesiones en deportes con raquetas como el tenis, el pádel o el ping pong son comunes debido a la naturaleza exigente y repetitiva de estos deportes. Aquí tienes un resumen de las lesiones más comunes y sus causas:

Lesiones en el codo:

  1. Epicondilitis lateral (codo de tenista): inflamación o daño en los tendones que unen los músculos extensores del antebrazo al codo, común debido al agarre y golpeo repetitivo con la raqueta.
  2. Epicondilalgia medial (codo de golfista): inflamación o daño en los tendones que conectan los músculos flexores del antebrazo al epicóndilo medial.

Lesiones en el hombro:

  1. Tendinopatía del manguito rotador: afectación de los tendones del manguito rotador que pueden causar dolor y limitar el movimiento del hombro.
  2. Bursitis: inflamación de las bursas que se encuentran entre hueso-tendón y protegen a las articulaciones.

Lesiones en la muñeca y la mano:

  1. Lesiones del ligamento escafolunar: lesiones en el ligamento que conecta el hueso escafoides y el hueso lunar en la muñeca.
  2. Síndrome del túnel carpiano: compresión del nervio mediano en la muñeca que puede causar entumecimiento, hormigueo y debilidad en la mano.

Lesiones en las piernas:

  1. Rotura muscular: elongación o desgarro de los músculos de las piernas, como los isquiotibiales o los cuádriceps.
  2. Fascitis plantar: inflamación del tejido que corre a lo largo de la parte inferior del pie, causando dolor en el talón.

Lesiones en el pie:

  1. Esguinces de tobillo: elongación o rotura parcial/total de los ligamentos que estabilizan el tobillo, generalmente debido a un giro brusco o una mala pisada.
  2. Ampollas y callos: fricción repetida en los pies debido al movimiento lateral rápido y la fricción con el calzado.

Para prevenir estas lesiones, es importante centrarse en la prevención a través de un entrenamiento específico que incluya fortalecimiento muscular, mejora de la flexibilidad y estabilidad articular, así como una técnica de golpeo adecuada. Un enfoque proactivo hacia la salud y el bienestar es fundamental para disfrutar de estos deportes con el menor riesgo posible.

Accidentes de tráfico y verano

Los accidentes de tráfico, debido a las fuerzas de aceleración y desaceleración, pueden producir lesiones agudas o complicar lesiones preexistentes.

 La valoración e instauración de un tratamiento precoz es esencial para minimizar las secuelas físicas. Como aconseja la doctora Mayte Resta, coordinadora del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Valencia “desde el punto de vista médico es imprescindible que todo paciente implicado en un accidente de tráfico acuda a una valoración médica urgente, sea cual sea la gravedad que presenten sus lesiones”.

Las lesiones causadas en este tipo de sucesos pueden ser múltiples y variadas, en su mayoría de baja y media intensidad. El 50% se producen en la columna vertebral por el mecanismo del denominado latigazo cervical, seguidas de lesiones dorsales y lumbares, que representan un 30% de las contusiones producidas a nivel vertebral.