MURCIA. Los técnicos de la Consejería de Salud vuelven a poner el foco en el peligro de las reuniones familiares. Los encuentros con personas queridas y la sensación de seguridad que dan los hogares propician, según los epidemiólogos, que se relajen las medidas de precaución. Este exceso de confianza acarrea un riesgo constatado: se producen contagios de covid-19, hasta el punto de que casi el 50% de los 154 brotes detectados en la última semana tienen su origen en el entorno familiar.
Así lo ha anunciado el portavoz técnico del Comité de Seguimiento Covid, Jaime Pérez, que en la rueda de prensa de este miércoles detalló que 73 brotes de los 154 se originaron en citas entre familiares. "No se trata necesariamente de personas convivientes, miembros de un mismo núcleo familiar", precisó, sino reuniones con "hermanos, tíos y otros familiares". Estos casos han dado como resultado 401 positivos en los últimos siete días.
Otros 30 brotes tuvieron su origen en el ámbito social, es decir, en reuniones con amigos que han dejado en la Región 215 personas afectadas. Además de estos casos, 23 se originaron en el ámbito laboral, con un total de 171 infectados. En total, los 154 brotes dieron como resultado 1.024 infectados en siete días.
Todos los brotes han sido localizados "gracias a la labor de rastreo que llevan a cabo diariamente más de 400 efectivos", explicó el portavoz. "Esto hace que la Región sea una de las comunidades con un mayor número de casos confirmados asociados a brotes previamente detectados"
Así las cosas, dado que los casos de ámbito familiar y social superan el 66% del número total de brotes detectados y el 60% de las personas contagiadas, el epidemiólogo Jaime Pérez volvió a hacer hincapié en la importancia de la mascarilla. "Hay que llevarla sin excepciones, en los tres ámbitos: familiar, social y laboral. Solamente se tiene que quitar para comer y beber", exhortó.
No en vano, Salud considera que la incidencia del virus se produce concretamente en "cuando los trabajadores se reúnen para tomar un descanso o un tentempié, ya que relajan sus precauciones y se quitan las mascarillas". Por ello, apostilló Pérez, "tenemos que interiorizar que la mascarilla se quita para dar un sorbo al café o morder la tostada, y a continuación nos la volvemos a poner".