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Una simple aspirina puede salvar vidas ante un infarto 

lunes, 03 julio 2023

¿Cuándo nos tenemos que empezar a preocupar por el colesterol “malo”? ¿A partir de qué niveles es necesaria la medicación? ¿Sabían que el colesterol, la hipertensión y muchas patologías coronarias tienen un origen genético  en la mayoría de los casos? ¿Cómo identificar los síntomas de un infarto? El doctor Joaquín Osca, jefe de sección de la Unidad de Arritmias de la Fe, ha despejado muchas incógnitas que giran alrededor del órgano más importante de nuestro cuerpo.

El infarto de miocardio, la angina de pecho, tienen una relación muy estrecha con los niveles elevados de colesterol. Pero, ¿qué se considera un nivel alto? El doctor Joaquín Osca, un referente internacional en su campo, señala que “se toleran valores de hasta 130 y, si aun no se ha cumplido los 60 años y el paciente no tiene factores de riesgo, incluso de 160. Es decir, si no fuma,  no tiene hipertensión, no tiene obesidad, no ha sufrido un infarto previo y no tiene antecedentes familiares.

Los factores de riesgo no suman sino que multiplican el riesgo. Por este motivo, en caso de tenerlos, es muy preocupante que el colesterol malo se deposite en las arterias y por ello es imprescindible bajar el colesterol. El jefe de sección de la Unidad de Arritmias de la Fe señala que, cuanto menor sea el colesterol, mayor es la tasa de supervivencia. Ha destacado que son muchos los estudios que han demostrado que reduciendo el colesterol en niveles importantes, se obtiene beneficios adicionales.  “Es preferible seguir bajando el nivel de colesterol. No hay sueloCuantos más se baja mayores beneficios adicionales se obtienen. Se necesita poco colesterol para vivir, aunque también cumple una función”.

La herencia del colesterol y de la hipertensión

El colesterol es una de las patologías con mayor componente genético que existen.  Es una enfermedad hereditaria con un patrón muy marcado. El colesterol es un problema metabólico, hepático, que provoca que no se elimine bien y se acumule en la sangre.

En los casos en los que el colesterol aparece por un componente genético, se suelen tener niveles muy altos a una edad muy temprana, entre los 40 y 50 años. Se debe identificar lo antes posible para poder tratarlos a tiempo. Hasta el momento, la única forma de controlar de forma efectiva y reducir los niveles de colesterol es mediante fármacos. “Las estatinas han salvado muchas vidas”, señala el especialista.

La hipertensión también tiene un alto componente genético. Aunque no es tan elevado como en el caso del colesterol, la familias con personas hipertensas suelen tener descendientes hipertensos.

Los avances médicos  han propiciado que la longevidad aumente y España esté en el pódium de los países en la que más años viven sus ciudadanos. Como consecuencia, también se ha incrementado la edad media de los pacientes con problemas cardiacos. “Intervenciones que antes no se planteaban realizar a personas mayores de 80 años ahora ya no hay edad! porque la tecnología ha conseguido que los riesgos se minimicen 

La aspirina salva vidas

Tener una puede salvarnos la vida. El ácido acetilsalicílico puede mantenernos  con vida hasta que nos atienda un servicio médico.  Ante la duda, aspirina.

El doctor Joaquín Osca también ha señalado que sería imprescindible que todo el mundo aprendiera a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar como ocurre en otros países del norte de Europa. En Dinamarca, por ejemplo, es imprescindible conocer esta maniobra para renovar el carné de conducir. 

La mejor medicina para el corazón es hacer deporte de 5 días a la semana

“Para cuidar el corazón, si me tuviera que quedar con una sola cosa elegiría el ejercicio físico. No nos podemos ni maginar lo importante que es el ejercicio para el corazón. Incrementa de una forma tremenda el efecto de los fármacos para la hipertensión, la diabetes, el colesterol así como todos los factores que están detrás de una insuficiencia cardíaca. Tiene un impacto directo en el corazón ”. Hasta tal punto es importante, que el especialista en arritmias no duda ni un momento de que la mejor medicina es el deporte. 

Eso sí, no sirve hacer ejercicio de forma esporádica y no sirve cualquiera. En primer lugar se debe realizar de forma regular: se recomienda de hacer ejercicio cinco días a la semana entre 30 y 60 minutos. Caminar poco rápido sería el ejercicio perecto es perfecto.

Y, de todo el ejercicio que podemos realizar, el mejor es el aeróbico combinado con algo de fuerza. Esto último mantiene los músculos tonificados,  reduce la descalcificación de los huesos así como mejor las articulaciones.

Síntomas que nos hagan encender todas las alarmas

El jefe de la Unidad de Arritmias de la Fe destaca que el principal síntoma que nos indica que podemos estar sufriendo un infarto es sufrir dolor torácico muy intenso y opresivo alrededor de la mama izquierda, por encima del corazón. Es lo que se describe como “sensación de muerte inminente”. En muchas ocasiones el dolor se irradia hacia el brazo, el hombro o la mandíbula izquierda.  A veces también ocurre que se traslade a la parte derecha. Este dolor suele acompañarse de sudoración y vómitos.

Matar de un disgusto

¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “me vas a matar de un disgusto”? Pues esto puede ocurrir. “El estrés súbito, brusco y muy intenso puede provocar enfermedades graves y cuadros muy intensos . Entre las patologías que provoca se encuentra de del síndrome de tako-tsubo, llamado también síndrome de discinesia apical transitoria; es un síndrome cardíaco agudo, que recuerda al infarto agudo de miocardio y se caracteriza por síntomas torácicos de tipo isquémico, elevación del segmento ST en el electrocardiograma y niveles elevados de marcadores.

Hito mundial

La Fe se encuentra entre los mejores hospitales del mundo. Y no es para menos. Recientemente han realizado una intervención que solo se ha hecho en una ocasión en EEUU: poner un marcapasos en un bebé prematuro de 1´5 kg.

La Unidad de Arritmias, junto con los servicios de Cardiología Pediátrica y Cirugía Cardíaca del Hospital Universitari i Politècnic La Fe ha implantado con éxito un marcapasos sin cables habilitado para el uso en niños, a un neonato de bajo peso. El bebé, de apenas kilo y medio, presentaba un bloqueo auriculoventricular congénito completo. Un hecho que, según ha explicado  el doctor Joaquín Osca,  le provocaba una bradicardia severa que ponía al menor en una situación de riesgo vital.

La presencia del bloqueo cardíaco, continúa el doctor, “obliga al implante de un marcapasos para garantizar una frecuencia cardíaca adecuada a las necesidades del paciente”. El implante de un marcapasos en edad neonatal se realiza a través de un acceso quirúrgico, ya que el implante percutáneo, el normal en adultos, no es posible.

De hecho, los marcapasos disponibles en la actualidad están diseñados para su uso en adultos, por lo que su tamaño es grande para un neonato. Por este motivo, el marcapasos que se ha implantado es una adaptación del marcapasos más pequeño existente: el marcapasos micra, un marcapasos miniaturizado que se implanta dentro de la cavidad cardíaca en adultos. En neonatos, añade el doctor, “no se puede implantar este tipo de marcapasos en el interior de una cavidad cardiaca, por su tamaño, por eso necesita de un cable epicárdico, que es lo que normalmente se utiliza en este tipo de paciente”. Por dicho motivo, se ha realizado una modificación en el diseño para su uso concomitante con el cable que se implanta en el bebé mediante un acceso quirúrgico.

La utilización de este dispositivo ha requerido la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) que tras analizar las distintas opciones disponibles ha autorizado su implante como uso compasivo. Dicha autorización ha permitido el traslado del marcapasos desde los Estados Unidos.

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