Se han planteado alguna vez asistir a un concierto en donde ‘una gran orquesta’ se viese obligada a tocar, de improviso, sin director... o lo que es peor, ¿Han pensado qué ocurriría si irrumpen en el concierto de pronto dos o más directores de orquesta e intentan dirigir cada uno a su estilo?
¿Creen que el concierto sonaría igual que si lo dirigiese un único y virtuoso director?
Pues bien, este evidente y simplista razonamiento musical viene a colación de establecer un símil con la situación de la vida política actual.
El poeta Ezra Pound dijo: “Gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantiene a la población en vilo”.
Nos encontramos ante un panorama político en donde existe -aparentemente- un solo ‘director’, Sánchez. Sin embargo aparece ‘un doble’ en la sombra, Iglesias, que intenta imponer su criterio totalitario en ‘política social, laboral y económica’ y hace valer su posición de fuerza en este mal llamado ‘gobierno de coalición’, pues sería más correcto llamarle ‘gobierno de coacción’.
Sí, ‘de coacción’, porque así se ve obligado a gobernar este fatuo, engolado, ampuloso, pomposo, enfático, pretencioso y falaz ‘personaje’, bajo la múltiple coacción de Podemos, de los gobiernos catalanes y vascos, de los pro etarras de EH Bildu, de los independentistas de J x Cat y de los republicanos de ERC.
¡A falta de un verdadero y capaz ‘director’, varios ‘directores’ se pelean por dirigir esta ‘Orquesta’!
Con visión retrospectiva, amplia y crítica se podrían analizar las ‘concesiones coyunturales’ que los distintos gobiernos han ido otorgando a las comunidades autónomas, manejando los artículos de la Constitución para lograr apoyos y mantenerse en ‘los sillones’...
Históricamente se ha cometido un craso error, vistas las consecuencias, y este ha sido ceder las competencias en: sanidad, educación, justicia y gestión de instituciones penitenciarias.
En la primera oleada epidémica de covid-19, ‘el director’ y su ‘comité de expertos lograron el primer puesto en número de infectados, muertos, y sanitarios y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad contagiados.
En la segunda oleada, teniendo ya la experiencia reciente de la primera, ‘el director’ y su ‘comité de expertos’ estaban de vacaciones y haciendo ‘dejación de funciones’ delegan la gestión en la Sanidad de las comunidades con sus ‘17 directores’, que actuando con criterios dispares y confusos han provocado de nuevo un caos sanitario de resultados impredecibles.
La debacle está servida.
La caótica ‘vuelta al cole’ a tiempo parcial, periodo de adaptación de dos días por semana, descanso de un día a la semana todo el curso. ¿El día de comienzo?... ¡Ah, sorpresa! según la comunidad en la que vivas.
¿Todo esto para respetar el ratio de alumnos por clase?
¿Y en el recreo que hacen?
Que me expliquen estos ‘directores’ y sus ‘adláteres’ si han tenido en cuenta la tan cacareada ‘conciliación familiar’.
¿Como solucionan esto los padres que trabajan ambos?
La justicia... ¿no tiene que ser igual para todos? según se articula en la Carta Magna.
Pues que me expliquen ¿porqué los sediciosos golpistas del Gobierno catalán, condenados a penas de 9 a 13 años por el TSJ español, campan a sus anchas sin haber cumplido ni un tercio de la condena impuesta?
No quiero finalizar ‘Sr. director’ sin manifestarle mi más absoluta repulsa por sus palabras de condolencia, pronunciadas en el Senado, por la muerte (suicidio) en la prisión de Martutene del asesino etarra Igor González Sola que participó activamente en el secuestro y asesinato, que estremeció a toda España (1997) del concejal Miguel Ángel Blanco. ¡Vergonzoso!
¿Se ha asegurado con esto el apoyo de EH-Bildu?
¡Flaco favor le ha hecho a la Democracia, a la familia de Miguel Ángel y a todas las víctimas del terrorismo etarra!
Les dejo esta frase de reflexión: “Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado” (Alberto Moravia).
José Manuel García Albarrán es médico jubilado