La expresión “mearse de la risa” ha hecho parecer normal algo que no lo es. Cuando alguien se ríe a carcajadas produce un movimiento que puede provocar pérdida de orina. Lo mismo puede ocurrir por hacer deporte, toser o algún tipo de esfuerzo, Sin embargo, aunque pensemos que esta situación no es patológica sí que lo es. Cualquier mujer que tenga pérdidas de orina de forma involuntaria, aunque sea escasa, debe consultar con el especialista porque tiene solución. La ginecóloga Begoña Pellicer ha explicado en Plaza Salud las causas y técnicas que existen para paliar o acabar definitivamente con este problema.
De momento, los datos nos pueden sorprender: una de cuatro mujeres sufre algún tipo de pérdida de orina a lo largo de su vida…que se tenga constancia. Se estima que son muchísimas más ya que el 80% de las mujeres tienen síntomas pero no acude a la consulta de un especialista por vergüenza, por considerarlo normal o por pensar que no tiene solución.
Durante años, la ginecóloga y responsable de la Clínica Bonadea, ha investigado durante años este problema característico de las mujeres y ha desarrollado una técnica que acaba con este problema en una sola tarde, con anestesia local, sin dolor y sin efectos secundarios.
Hasta el momento, para reducir o acabar con la incontinencia solo existían algunas técnicas. Las directrices actuales establecen ejercitar la musculatura con estímulos locales o biofeedback. Sin embargo, los síntomas persisten y se tiende a retrasar tratamientos más definitivos como la cirugía Hasta ahora el nivel más alto de desarrollo en el tratamiento se ha conseguido con el uso de malla para la uretrosuspensión y supone la técnica estándar en los casos avanzados. Sin embargo, además de requerir anestesia y estancia hospitalaria, la técnica no está exenta de complicaciones como lesiones vesicales, rechazo de la malla o la aparición de icontinencia de urgencia posterior. Es por ello, por lo que el momento de realizar la intervención se reserva para los casos más avanzados en los que la calidad de vida de las pacientes resulta alterada por la pérdida diaria de orina a mínimos esfuerzos y la necesidad de fómites.
Begoña Pellicer explica que con la técnica Shore up, pionera a nivel mundial, se solucionan los efectos secundarios, además de ser muy sencilla. Se realiza utilizando varios hilos tensores, de los que se utilizan en estética para el rostro. Estos hilos tensores evitan las pérdidas de orina leves o moderadas. Sus ventajas son múltiples, por un lado el uso de anestesia local y pequeñas incisiones que evitan estancia hospitalaria y por otro evitar el riesgo de osteítis púbica, obstrucción uretral o dificultad miccional, lo que determina una amplia aceptación del método de hilo APTOS mínimamente invasivo para la incontinencia urinaria de esfuerzo.
Hasta llegar a poner solución, la mujer sufre silenciosamente síntomas de escozor, dispaurenia o la irritación de la piel que son motivos habituales de consulta y aparecen con el tiempo los síntomas de urgencia y las infecciones recurrentes.
Técnicas quirúrgicas como la vaginoplastia y la perineoplastia clásicamente usadas para reparar heridas después del parto, se usan cada vez más para la laxitud vaginal y problemas estéticos.
Entre 2014 y 2019, el rejuvenecimiento vaginal, incluidas las intervenciones quirúrgicas o no quirúrgicas, aumentó casi un 220 % , la cirugía plástica vaginal o rejuvenecimiento vaginal ha demostrado ser un tratamiento eficaz para la laxitud vaginal causada por el parto, el envejecimiento o la deficiencia de estrógenos.
El uso de hilos para corrección de la lipodistrofia vulvar dentro de la subespecialidad de Ginecoestética, ha llevado a desarrollar una modalidad de suspensión en los tejidos circundantes cuyo objetivo inicial era el resultado estético . Esta técnica fue desarrollada hace unos años por un grupo de cirujanos de Georgia con amplia experiencia en el campo de la cirugía estética.