TRIBUNA POLÍTICA / OPINIÓN

Un veneno invisible y un presidente en cuadriga

13/04/2024 - 

MURCIA. No me lo invento yo, lo dice la ciencia: los neumólogos alertan de que el cáncer de pulmón, el que cuenta con mayor tasa de mortalidad en la Región, y habitualmente diagnosticado a personas de entre 50 y 70 años, está empezando a atacar con frecuencia a personas en torno a los 40 años. Desde la Sociedad Murciana de Patología Respiratoria apuntan a la contaminación del aire como una de las principales causas de esta ola creciente. Otro estudio, esta vez del oncólogo británico Charles Swanton, concluye que basta con respirar tres años aire contaminado para disparar la posibilidad de padecer este cáncer. Swanton sitúa, además, entre siete y ocho millones las muertes a nivel global que provoca la contaminación del aire. Unas 30.000 en España.

"Lo dice la ciencia: en la Región de Murcia respiramos veneno a diario"

Por otro lado, la Sociedad Europea de Oncología Médica llegó el año pasado a la conclusión de que respirar aire contaminado también multiplica la probabilidad de padecer cáncer de mama. Según ellos, respirar con frecuencia niveles elevados de partículas PM2,5 –lo que viene a ser casi un día cualquiera en la Región de Murcia- aumenta hasta un 28% el riesgo de padecer esta enfermedad. El cáncer es solo una de las múltiples patologías que produce la exposición continua a aire contaminado. Podríamos hablar de afecciones cerebrovasculares, de cardiopatías, de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. O de salud mental. Una investigación publicada en la Environmental Health Perspectives demuestra que la exposición a a las PM 2,5 se asocia a un mayor riesgo de padecer depresión y ansiedad. Mientras, la exposición a PM10 se asocia a un mayor riesgo de suicidio. No me lo invento yo, repito. Lo dice la ciencia: en la Región de Murcia respiramos veneno a diario.

La Organización Mundial de la Salud estipula unos niveles máximos de partículas –PM 2,5, PM 5 o PM 10 según su diámetro en milímetros- en el aire para que este comience a ser perjudicial para la salud. Pues bien, en nuestra región estos límites se duplican y triplican con frecuencia. Según el INE, tenemos el peor aire del país, con una contaminación un 30% superior a la media nacional. Y no quiero ser yo ceniza, pero la imagen postapocalíptica sale sola: veneno en el aire y un Gobierno regional plagado de negacionistas climáticos y presidido por un señor con delirios de grandeza que pronto irrumpirá en un Pleno a bordo de una cuadriga.

Algunos me dirán que si es que pretendo yo que el Gobierno regional controle la calima. Pues no. Yo entiendo que uno no puede legislar sobre las corrientes de polvo sahariano, pero sí puede proteger a las personas que padecerán sus efectos. Un Gobierno puede, incluso, llámenme loca, hacer un trabajo de prevención para que estos episodios no conviertan el hecho de salir a la calle en un peligro para la salud. Un Gobierno puede, por ejemplo, trabajar en la gratuidad del transporte público para reducir las emisiones. Puede recomendar el uso de mascarillas. Puede prohibir los eventos al aire libre, especialmente los relacionados con los menores. Puede prohibir la quema de podas agrícolas e incentivar la trituración de estos residuos. Puede, llámenme loca, insisto, elaborar un protocolo regional que marque las pautas de actuación en estos casos y sirva de referencia a los ayuntamientos de la Región. En Murcia, puede trabajar en la ampliación del tranvía hasta El Carmen, que, por cierto, Podemos incluyó en una enmienda a los Presupuestos generales de 2023 que el PSOE tumbó. En Cartagena, podría ampliar el tren FEVE hasta Cabo de Palos, otra enmienda que Podemos presentó a los presupuestos de 2022.

El Gobierno regional también puede mirar hacia otro lado. Puede hablar de amnistía y de "la mejor tierra del mundo" mientras la destroza. Puede, como siempre, no hacer nada.


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