MURCIA. El UCAM Murcia Club Baloncesto se jugará este miércoles en Hungría un pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones FIBA que logrará salvo rocambolesca carambola en su contra pero un retraso en el vuelo de Alicante a Barcelona hace que el partido frente al Hapoel Holon israelí en la ciudad de Szombathely corra riesgo de celebrarse.
La expedición del conjunto grana, de la que forman parte 13 jugadores y cuenta con la novedad del base sueco Ludde Hakanson, ya recuperado de un esguince en el tobillo que sufrió hace casi dos meses, partió esta mañana desde Murcia hacia Alicante para tomar un avión en el aeropuerto de El Altet, que le llevaría a Barcelona.
Dicho viaje con la compañía Vueling acumuló un retraso de una hora y media, lo cual impidió al grupo embarcar a tiempo en el vuelo desde Barcelona hasta Viena, capital de Austria, desde donde se desplazaría por carretera en autobús hasta la localidad húngara de Szombathley, donde está programado el partido toda vez que el Hapoel disputa allí sus partidos como local en la competición por la guerra entre Israel y Palestina.
"En estos momentos la compañía Vueling no es capaz de darnos una alternativa. Estamos buscando soluciones. Mañana nos jugamos el pase al top8 de la BCL", notificó el UCAM CB a través de su cuenta oficial de Twitter.
Con esa incertidumbre, el cuadro entrenado pro Sito Alonso vive el día anterior al choque de la sexta y última jornada del top 16 dentro del grupo L del torneo continental, cuyo inicio está previsto para las seis y media de la tarde en el Arena Savaria.
En ese escenario los universitarios lo tienen todo a favor para pasar y además para hacerlo como primeros de grupo, que es su objetivo, para así tener el factor cancha de su lado en unos cuartos de final que arrancarán el 2 de abril.
Sólo una derrota de paliza y la victoria del Promitheas Patras en la pista del AEK de Atenas en un derbi griego sacaría a los de Murcia de la siguiente ronda europea.