Antonio Jiménez (UGT) y Fernando López Miras (PP), en una imagen previa a la pandemia. Foto: EPCARTAGENA. Damos este segundo pasico sobre el 'pin parental' después de que Navarro y Jiménez, los dirigentes regionales de CCOO y UGT respectivamente, se hayan reunido con el presidente Miras para hablar del proyecto educativo de la consejera Campuzano. Aparte de reunirse con estos sindicatos de docentes, que son minoritarios en ese sector, el Gobierno debería ampliar sus conversaciones al resto del espectro sindical presente en la Mesa de la Educación: CSIF y los mayoritarios, ANPE y SIDI, una peculiaridad murciana, como el paparajote. A STERM no lo menciono porque su oposición a todo lo que provenga del PP es tan radical que han acusado a los dos "sindicatos de clase" de blanquear a Miras por el comunicado que emitieron tras la reunión.
Sin embargo, apenas contenía novedades. Como ya había anticipado y explicado Murcia Plaza, ni habrá cheque escolar, ni se va a desmantelar la red estatal de centros y, para colmo, el Gobierno argárico cumplirá todas las leyes, senda que sigue por sistema, pues son más bien los proclives a los modelos en mosaico los que insisten en cumplir las leyes educativas en unas regiones, pero no en otras. Nihil novum, aunque venga mal a ciertos panfletarios.
Y luego está el polémico 'pin parental', que Miras no va a "imponer". Si por pin se entiende que cada alumno solo pueda recibir los contenidos que sus progenitores hayan aprobado expresamente, también el Aparecido estaría en contra de implantarlo porque equivaldría a poner bajo sospecha el proyecto educativo del centro en su conjunto y cargarse cualquier atisbo de igualdad, exigible por las leyes. Cosa muy distinta sería que el alumno pudiese recibir todos los contenidos programados excepto aquellas actividades extracurriculares que algunos progenitores rechazasen, planteamiento que el Aparecido apoyaría. Y lo haría aun sabiendo que Miras puede obviarlo por criterios de oportunidad (división de opiniones en su gobierno, evitar movilizaciones tras una traumática moción de censura...). Después de todo, la labor de un analista no es gobernar, sino ir al fondo de los asuntos sin más objetivo que dar con la verdad. Si renunciase a eso se convertiría en un mero propagandista, especie que abunda tanto que no necesita refuerzo alguno.
"Sea en dictadura o en democracia, la mayoría siempre gobierna, pero en las democracias lo hace respetando a las minorías y aplastándolas en las dictaduras. Esa es la diferencia"
Apoyar esa forma no intrusiva de 'pin parental' no significa desentenderse de los argumentos dados por los sindicalistas, sino mostrar que no se verían contradichos. Quieren proteger la libertad de cátedra, pero en ese modelo cada profesor seguiría siendo perfectamente libre de adoptar los métodos que prefiriese y aplicarlos a casi todos sus alumnos, excepto a los pocos que eventualmente objetasen algún punto concreto. Quieren asegurar el derecho del alumno a recibir una educación afectivo-sexual adecuada, pero ese modelo más bien implicaría que los objetores recibiesen una educación afectivo-sexual conforme a la peculiar escala de valores de sus progenitores.
Les preocupa que podría confrontar a los profesores con las familias, pero un pin tan leve no se basa en una pugna entre los profesores y ciertos padres, sino entre mayorías y minorías. En efecto, en la elaboración de los proyectos docentes intervienen tanto los profesores como los progenitores, de modo que suele reflejar lo que las mayorías de ambos sectores opinan; corolario: el progenitor que le ponga algún reparo no estará discrepando solo del sector docente sino también de la mayoría de los demás progenitores. Ahora bien, es doctrina asentada que la calidad de una democracia se mide no solo por el derecho de la mayoría a gobernar, sino por el respeto a las minorías. Sea en dictadura o en democracia, la mayoría siempre gobierna, pero en las democracias lo hace respetando a las minorías y aplastándolas en las dictaduras. Esa es la diferencia.
Dicen los sindicalistas que es deseable y obligado incluir en los planes docentes los valores de igualdad y no discriminación por motivos de sexo o raza contemplados en la Constitución. Aplaude el Aparecido ese objetivo y lo amplía a todos los demás enunciados constitucionales, como la soberanía única del pueblo español y la unidad de patria española. No hay por qué espigar unos mandatos constitucionales en detrimento de otros y, siendo sincero, veo menos en riesgo la aceptación de la pluralidad de opciones sexuales que el convencimiento de que España constituye una unidad histórica.
"de eso va el pin no intrusivo, de respetar al diferente y de no machacar al minoritario"
Ha declarado la ministra Celaá que denunciará ante los tribunales el posible 'pin parental'. La apoyo: sería deseable que los jueces nos aclarasen de una vez si el pin no intrusivo es acorde o no a las leyes, pero pido a la ministra que también haga aplicar las sentencias sobre la enseñanza en castellano en Cataluña. No es mucho pedir a una ministra de España tan amante de las leyes.
Dados los orígenes de UGT y CCOO acaso convenga traer a colación el debate sobre la libertad de dos iconos históricos en los que confiarían. Si para Marx la libertad era la conciencia de la necesidad, fórmula estoica con la mágica virtud de transformar los derechos en obligaciones, para Rosa Luxemburgo era el derecho a ser diferente, a opinar en contra de la mayoría. Y eso no lo decía ningún casposo liberal, sino una triple diez: mujer, comunista y mártir. No les pido que lo mejoren; iguálenlo. Pues de eso va el pin no intrusivo, de respetar al diferente y de no machacar al minoritario.
En los sucesivos pactos por la Educación que forjamos en nuestra región logramos llegar a acuerdos explícitos con CCOO (añorado Montoya), con ANPE (y su Clemente), con CSIF y con SIDI, pero también con UGT de forma tácita; no veo por qué no se podría llegar ahora a un acuerdo que, asumiendo que los profesores y los progenitores elaborarán los proyectos docentes, respete el derecho de las minorías a mantener sus criterios morales y religiosos en actividades extracurriculares. A lo mejor eso significa "no imponer".
JR Medina Precioso
