CARTAGENA. Un millón de euros y 16 meses más tarde, la fachada de la iglesia Santa María de Gracia de Cartagena se viste de largo en una semana que arranca este jueves con los actos festivos tras su largo proceso de restauración.
Las celebraciones comenzarán a las siete y nedia de la tarde, con la solemne Eucaristía en honor a san Fulgencio, patrón de la Diócesis. Después habrá un concierto a cargo de la banda de música 'Sauces' y degustación del tradicional boniato dulce acompañado de vino dulce.
El proyecto de rehabilitación de las fachadas de la iglesia de Santa María de Gracia incluye la recuperación del ladrillo visto original y de parte de los muros, cornisas y decoraciones ejecutadas también en ladrillo. La fachada lateral de la calle San Miguel también ha sido restaurada y cubierta elementos decorativos en relieve. Además, también se han recuperado las cuatro hornacinas en las que se van a colocar las imágenes de los cuatro santos de Cartagena -san Leandro, santa Florentina, san Isidoro y san Fulgencio- elaboradas en piedra natural por el escultor Lauren García.
La obra ha sido financiada gracias a la aportación de 300.000 euros del ayuntamiento de Cartagena, el Obispado ha aportado 485.587 euros y la Comunidad Autónoma otros 300.000 euros. El presupuesto total asciende a 1.085.587 euros.
La obra tenía prevista su finalización para la Semana Santa de 2019, pero la modificación del proyecto que ha conllevado la recuperación del ladrillo visto original, hizo que todo se retrasase diez meses. La dificultad de fabricar la gran cantidad de ladrillos necesarios incorporar por las pérdidas, desgastes o roturas ha sido un trabajo minucioso. Se han tenido que fabricar casi once mil nuevos ladrillos, además de recuperar varios cientos de diferentes derribos, e incluso fabricar grandes piezas a base de moldes rellenos de hormigón de cal y arena coloreada.
El pasado mes de junio se procedía, por su parte, a la instalación de las tres campanas restauradas de la iglesia, que han recibido un tratamiento antioxidante para favorecer su conservación a la intemperie debido a su longevidad y se les han dotado de yugo para poder ser tocadas.
Por otra parte, también se ha reconstruido, de forma íntegra, el cuerpo superior de la torre, que ahora alberga tres nuevas campanas y una nueva matraca de madera, réplica de la original.
