MURCIA. La mano de lo murciano en la sede del PP nacional en la madrileña calle Génova no se nota solo por Teodoro García Egea, su secretario general, –o sí-, si no también por que su toque navideño lo pone otro murciano, el belenista Jesús Griñán.
Nacido en Puente Tocinos (la Cuna del Belén) y procediendo de los Griñán, no podía ser otra cosa que belenista.
Desde niño mostró interés y vocación por las artes y comenzó estudios de pintura y dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia. De su paso por esta Escuela, se llevó los conocimientos pictóricos que más tarde aplicaría a las figuras de sus belenes.
Precozmente inclinado hacia la artesanía belenista, en 1952 entró a trabajar como aprendiz en el obrador de un vecino suyo, donde permaneció durante ocho años descubriendo el oficio. En ese tiempo no se limitó a trabajar, sino que ingresó en la Real Academia de Amigos del País para asistir a clases de pintura, dibujo y escultura.
El segundo día de acudir a la Academia, el joven aprendiz encontró en la escalera del centro dos metales y un cincel, herramientas que se convertirían en las primeras que utilizase en su taller de belenes y que conserva actualmente.
Ávido de nuevos horizontes, tras su periplo en el taller de su vecino, entró a trabajar en el prestigioso taller de belenes de Ortigas Méndez, en la calle de Torre de Romo.
En este taller trabajó como oficial durante más de una década y en él conoció a la que se convertiría en su esposa, la joven pintora Paquita Zamora.
El declive de este importante taller artesano lo llevó a trabajar en otro obrador, situado en la carretera de Patiño. En éste permaneció durante trece años, fraguando la idea de montar su propio taller.
El talento, la dedicación y el arte de Jesús ha desbordado las fronteras nacionales. Numerosas instituciones políticas, religiosas y culturales de todo el mundo han mostrado su interés por lucir en sus salones, capillas o patios Nacimientos de estilo hebreo y tintes barrocos de este escultor de Puente Tocinos.
La Embajada de España en Tokio, el Parque Temático Español de Japón, las plazas de la ciudad de Bruselas o la Catedral de San Patricio de Nueva York, son algunos de los importantes y variopintos escenarios donde multitud de curiosos y de entendidos artesanos han podido deleitarse con la belleza, sencillez y preciosismo de sus belenes; y ahora también la sede del PP.
De él también hay copias en los aposentos privados del Vaticano, en San Lorenzo de El Escorial, en el museo de Las Palmas y en Asturias.