VALENCIA (EFE). Establecer un sistema de triaje en todos los centros de salud para derivar a citas programadas a los pacientes de atención primaria que no precisen una asistencia realmente urgente, o que los Puntos de Atención Continuada (PAC) estén abiertos las 24 horas, son algunas de las medidas que podrían evitar el colapso en la sanidad.
Así se ha puesto de manifiesto en el foro "Diálogos EFE Salud", celebrado en el Ateneo de Valencia y en el que ha participado el presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana (ADSCV), Carlos Fornes, junto a la presidenta del Consejo de Colegios de Médicos (CCMV), Eva Suárez, y el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), Juan José Tirado.
Según se ha destacado, el 80 % de las consultas que se atienden tanto en los servicios de urgencias de los hospitales como en atención primaria no son realmente urgentes, pero si el paciente tiene que esperar hasta 15 días para ser visto por su médico de cabecera, muchos deciden acudir al centro de salud sin cita previa o a las urgencias de un hospital.
Carlos Fornes recuerda que su padre José Fornes Ruiz, que presidió la Organización Médica Colegial (OMC) de España y el Colegio Oficial de Médicos de Valencia, ya advirtió hace 30 años de que fallaba "notablemente" la asistencia primaria y que si está mejorara "disminuirían los ingresos hospitalarios y se eliminaría en parte la masificación".
Esta masificación, añade Carlos Fornes, deriva en ocasiones en agresiones físicas o verbales a los sanitarios por parte de los pacientes o sus familiares.
Si bien los ponentes no creen necesario llegar a un copago para ser atendido por el facultativo, algo que si se realiza en otros países europeos, Eva Suárez, pediatra de un centro de salud en Burriana (Castellón) y presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría, ha apuntado a dos sistemas que podrían aliviar las agendas de los médicos en los centros de salud y les permitiría atender mejor a los pacientes que llegan con una cita ya programada.
Uno de ellos sería hacer, en el mismo centro de salud, un triaje a los pacientes que llegan sin cita para que un profesional sanitario con formación les realice un primer examen previo y toma de constantes (tensión, temperatura...) y, en caso de no requerir una atención urgente, les de una cita programada para otro día.
Según afirma Suárez, este sistema solo sería viable si el profesional sanitario que hiciera esa clasificación contase con el respaldo total de la gerencia o de la dirección de la Atención Primaria, ante la posibilidad de que el paciente presente una reclamación si se le cita para otro día.
Otra medida apuntada sería que los Puntos de Atención Continuada (PAC) y los Puntos de Atención Sanitaria (PAS) estuvieran abiertos desde las 8 de la mañana -en la actualidad abren a partir de las 15 o de las 17 horas dependiendo del municipio- y que "funcionen las 24 horas" para que puedan absorber la mayor parte de demanda sin cita que llega a atención primaria, de tal forma que los facultativos puedan cumplir el tope de citas de su agenda.
En la actualidad, las únicas urgencias abiertas por la mañana son las hospitalarias, y si llega a un centro de salud un paciente sin cita por considerar que la atención que precisa es urgente, el médico de primaria tiene que atenderlo entre los 28 pacientes que sí han sido citados y están agendados, "y el horario es el que es".
"En la jornada laboral, en teoría dos horas y media son para asistencial, otro porcentaje para hacer investigación, otro para formarte y otro para hacer informes burocráticos. Al final las siete horas y media se convierten en asistencial, con lo cual el resto hay que hacerlo fuera de la jornada laboral", señala.
Carlos Fornes considera que el problema de la sanidad en la actualidad es de "gestión y de recursos" y lo que deben hacer las administraciones es "gestionar mejor lo que tenemos" y contar para ello con los profesionales.
El presidente de la ADSCV se ha preguntado si estamos preparados para abordar otra pandemia como la de covid-19, a lo que Eva Suárez ha contestado que si volviera a producirse una situación como la de los últimos años "pasaría lo peor, porque no estamos preparados. La gente está muy quemada, sobre todo los médicos de familia".
A juicio de Juan José Tirado, se debería impulsar la educación para la salud ya desde las edades más tempranas, con la inclusión de una enfermera escolar en cada ciclo escolar, porque no se van a solucionar los actuales problemas de la sanidad "si no cambiamos esa mentalidad paliativa por una preventiva".
También aboga por potenciar la atención domiciliaria, que en la actualidad es "un desastre", y afirma que se ha demostrado que controlar a los pacientes en sus domicilios evita los ingresos y, de forma muy destacable, el gasto sanitario que producen las personas que se descontrolan (hipertensos, gente con el colesterol alto o con patologías articulares...)
A su juicio, ante el progresivo envejecimiento de la población y de la cronicidad sería necesaria una planificación porque, muchas veces, el reparto de la carga de trabajo se hace por el número de personas y no por la morbimortalidad que éstas puedan tener.