MURCIA. El confinamiento domiciliario por el estado de alarma decretado para frenar el coronavirus sigue dando mucho juego a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado en la Región de Murcia. Y es que pese a que se ha aumentado la libertad de movimiento permitiendo hacer deporte y pasear o acudir al pequeño comercio, aún hay límites que se deben cumplir en la fase 0.
Aunque la solidaridad, compartir buenos deseos, los aplausos de las 8 para reconocer la labor de los sanitarios y múltiples muestras de empatía han sido las actitudes más evidentes, también continúa habiendo algunas que están demostrando que las grandes crisis muestran quién es cívico y solidario y quién no.
Torear en una rotonda de Lorca, hacer un botellón en Espinardo, celebrar un cumpleaños con cinco amigos en un piso del barrio del Carmen de Murcia o desplazarse desde Denia (Alicante) a Murcia para comprar una puerta metálica y llevarla sobresaliendo en la baca del coche. Estas son algunas de las situaciones que han llevado a la Policía a denunciar a ciudadanos incívicos.
Pero no son los únicos casos, la Policía Local de Murcia denunció en la madrugada del martes al conductor de un patinete eléctrico que circulaba por la vía pública en aparente estado de embriaguez y se negó a someterse a la prueba de alcoholemia por la pedanía murciana de El Palmar, según informa el Cuerpo en su cuenta de Twitter.
En la tarde de este lunes los agentes denunciaban a cinco personas que celebraban una fiesta de cumpleaños en un piso del barrio de El Carmen. Los agentes acudieron al domicilio alertados por vecinos que habían escuchado ruido y música procedente del citado piso, y comprobaron que tres de los congregados residen allí, pero no así los otros dos.
El domingo, la Policía Local de Lorca sancionó a un vecino por, literalmente, salir a torear con un capote en la conocida como Rotonda del Gato en la Alameda de Cervantes de la localidad. Un grupo de vecinos que lo observaron no dudaron en vitorearlo, hasta que fue denunciado por los agentes.
Tanto la Policía Nacional, como la Local o la Guardia Civil han tenido episodios de esta índole desde el inicio del estadio de alarma. En la madrugada del 29 de marzo, un grupo de 15 vecinos de Alcantarilla celebraron una fiesta con música y bebidas en la calle, por lo que un hombre y su hijo fueron detenidos y enviados a prisión. Y es que llegaron a amenazar de muerte a los agentes de la Policía Nacional, por lo que se les acusó de un delito de desobediencia grave continuada a agente de la autoridad y al padre también por los daños causados a un vehículo policial.
Poco después, la Guardia Civil detectó y denunció a un vecino de Torre Pacheco por realizar una barbacoa en la vía pública. Y éstos son solo algunos casos de las decenas de miles de denuncias que se han tramitado en la Región de Murcia.