CARTAGENA. El empresario de Balsapintada Tomás Olivo gestiona la apertura de un nuevo espacio comercial en el bajo ubicado en la calle Mayor de Cartagena donde hasta hace dos semanas se encontraba Zara. De hecho, ya se pueden ver desde la mañana de este pasado lunes los carteles en los escaparates anunciando la próxima apertura de esta galería, con la que tratará de generar un nuevo impulso comercial a una calle que ha recibido un duro aviso tras la marcha de la cadena de ropa propiedad de Amancio Ortega.
Olivo es el propietario de General de Galerías Comerciales Socimi SL, empresa referente indiscutible del sector de centros comerciales en España. Con la misma gestiona varios complejos comerciales en Andalucía, Cataluña, Islas Canarias y la Región de Murcia (Centro Comercial Dos Mares).
Tal y como indica la propia página web de General de Galerías Comerciales Socimi, son más de 1.100 los locales comerciales que trabajan en las galerías gestionadas por la firma del empresario.
El pasado año adquiría el Centro Comercial Dos Mares de San Javier, haciéndose así con uno de los centros de ocio privados más importantes de la Región de Murcia por 28,5 millones de euros.
La empresa ingresó en el primer semestre de 2020 un total de 68,8 millones de euros: 48,7 millones en Andalucía, 9,8 millones en Cataluña, 7,5 millones en Canarias y 2,6 millones en Cataluña. Los ingresos obtenidos por el arrendamiento de los parques comerciales durante los primeros seis meses de 2020 fueron de 56,5 millones de euros. De enero a junio, General de Galerías Comerciales registró un resultado neto de 48,3 millones de euros.
La capitalización bursátil de la compañía es de 3.640 millones, sumando en su cartera activos como los parques comerciales La Cañada, Las Dunas o Gran Plaza, además de los centros comerciales Mataró Parc, Mediterráneo, NevadaS hopping, Las Terrazas Outlet, El Mirador Shopping y Dos Mares.
Los locales de los centros comerciales de la sociedad tuvieron que cesar su actividad por el real decreto de 14 de marzo que estableció el confinamiento. Ante esa situación, Tomás Olivo, propietario de 99,5% de la socimi, decidió aplicar medidas excepcionales a sus arrendatarios afectados, aplazando la exigibilidad del cobro de las rentas de abril y mayo de 2020. Además, acordó una reducción del 50% de la renta en esos dos meses para la mayoría de los locales. La empresa afirma que «el impacto de la actual crisis sanitaria no ha supuesto un incremento en la morosidad de nuestros clientes».
