Tintín vuelve a Bruselas, aunque ahora prefiere las aventuras eróticas en Japón a perseguir a los malos

MURCIA. Tintín vuelve a Bruselas, donde nació de la mano del historietista Hergé en 1929. Pero no es el mismo joven pelirrojo de edad indefinida que se marchó a resolver misterios por todo el mundo. Este Tintín se ha hecho mayor sin perder un ápice de su aspecto juvenil -ahora lo llaman TNT-, está fascinado por la cultura japonesa, ha descubierto que las aventuras eróticas pueden ser más divertidas que andar todo el día detrás de los malos y, en consecuencia, se ha entregado con total naturalidad a una serie de juegos eróticos en Japón. 

Es el Tintín de la artista murciana Carmen Cantabella, quien va a presentar el próximo lunes 7 de marzo su exposición TNT. Juegos en Tokio simultáneamente en L’Institut Français des Arts y en la galería de arte Attitude Brussels. Los dos espacios están situados en la misma calle del centro de Bruselas (la Rue Haute), circunstancia que facilitará que ambos puedan ser visitados por los simpatizantes del personaje y aficionados del arte.

"Llevar TNT a Bruselas es un sueño cumplido para Carmen y una oportunidad formidable para que sus 23 obras de gran tamaño, -la mayor mide 130 x 195 centímetros-, puedan habitar durante un par de semanas la ciudad y las calles donde nació el personaje original", señala Javier Cerezo, director de la galería Babel de Murcia, donde Cantabella ha expuesto sus trabajos en diferentes ocasiones. Esta colección, en concreto, ha recorrido desde el año 2010 México, Murcia, Madrid, Málaga, Rotterdam, Bilbao, Oviedo, Cartagena, Santander, Lituania, Almería y Valencia. 

Cerezo, gran conocedor de la obra de la artista murciana, apunta que Hergé creó a Tintín como su alter ego -lo que le permitía vivir las aventuras más insólitas a través de su personaje-,  mientras que Cantabella "ha ideado una renovada imagen de este icono del cómic quien, habiendo tomado conciencia de sí mismo, renuncia a su autor cuando la artista le otorga una existencia independiente". Así, será la creadora murciana quien ahora, y con este renovado Tintín, narre estas nuevas aventuras del personaje de tintes eróticos. 

Juegos en Tokio muestra a un soñador que está muy cerca de Don Quijote de la Mancha, ya que enloquecido -e iluminado- con las lecturas sobre China y Japón, se presenta sin recato como un gran amante. Cantabella hace vivir a este renovado personaje una avalancha de vivencias y confesiones que la artista aprovecha para, como en otras obras suyas, hablar de oriente y occidente y del conflicto entre lo privado y lo público, utilizando el desnudo como argumento de reflexión, según explica Javier Cerezo.

Todo ello, a través de unas escenas delicadas, donde la estética japonesa intima, nunca mejor dicho, con las fuentes artísticas de las que ha bebido la artista, como son el cómic, la ilustración y el arte pop de los años cincuenta. Una de estas obras ha sido, recientemente, cartel de la Cumbre Flamenca de Murcia.