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EL RINCÓN DE PENSAR… EN LA EMPRESA  / OPINIÓN

The key point

2/11/2020 - 

MURCIA. Ruego me disculpen por titular el artículo en inglés, pero lo hago con el único motivo de contar con mayor realismo una anécdota que me sucedió hace ya unos años.

Llevaba más de una década trabajando en una empresa cuando, en los primeros años del siglo XXI, se me presentó una oportunidad profesional muy interesante, que suponía -además de "saltar" a una empresa multinacional- un reto con mucha proyección.

"el verdadero problema es la incorporación de directivos que se convierten en 'intocables' por esas relaciones familiares, tan difíciles de compaginar con lOs intereses empresariales"

Participé en un largo proceso de selección organizado por una consultora en cinco fases: una primera de pruebas psicotécnicas y de conocimientos sobre el puesto; y cuatro entrevistas. La primera con una persona de la consultora, y el resto con mandos de la empresa que contrataba. Las dos últimas fueron en inglés con directivos de la sede central de la compañía, venidos de un país centroeuropeo.

El caso es que en la penúltima entrevista –ya entonces me pareció la definitiva, pues sólo quedaría una entrevista de "confirmación"-, el director para el Sur de Europa me preguntó: "¿Y cuál es para ti la clave, el punto esencial (the key point) de una empresa?".

Haciendo un paréntesis debo reconocer que, ante lo avanzado del proceso y viendo posibilidades reales de que me "ficharan", había preparado esa entrevista incluso practicando en inglés con un amigo que trabajaba en Recursos Humanos.

Pero como suele ocurrir, justo esa pregunta no la había "entrenado". Y sin pensarlo, me escuché diciendo de forma inmediata: "Para mí, la clave, lo esencial en una empresa, es la unidad del equipo directivo".

Puedo asegurar que cuando digo que "me escuché", fue así. Porque no tengo conciencia de haber pensado antes esa idea, ni por supuesto haberla expresado en voz alta.

Si –ya digo– a mí me sorprendió, a la persona que me entrevistaba le debió suceder lo mismo, porque a renglón seguido trató de "rebatirme" o quizá de ver cómo defendía mi postura, y me dijo: Hombre… ¿la unidad…?; ¿Y disponer de un buen producto? ¿Y no será las ventas o el marketing, sin los cuales es imposible que cualquier empresa salga adelante? ¿Y un proceso productivo eficiente? ¿Y las propias personas que forman la organización?

No sé si por "estrategia" o por convencimiento, el caso es que defendí mi postura a capa y espada. Y la cosa no salió mal… Desconozco si esa pequeña "discusión" con el entrevistador afectó, pero el caso es que conseguí el empleo.

Con el paso de los años he tenido ocasión de pensar más en esa idea, y sigo convencido de su verdad y eficacia.

Que "la unión hace la fuerza" es algo que todos experimentamos en nuestra vida personal y profesional en multitud de ocasiones. Y además es una verdad universal, como lo demuestra el hecho de que esta afirmación haya sido utilizada por autores de todas las épocas (desde fabulistas de la Antigua Grecia hasta dramaturgos del Siglo de Oro español) y de todos los puntos del globo, e incluso sea el lema nacional de algunos países.

Y pienso que en la empresa esa realidad se manifiesta de modo particular.

Es esencial (key point) en un equipo directivo, yo diría que por dos motivos fundamentales:

A) Positivamente, para que una empresa triunfe es completamente necesario "alinear" (unir) con la dirección general, al equipo comercial y de marketing, al de producción, al de logística, al de compras, y al financiero, etc. Y unir a todos entre sí. Unidad que no es lo mismo que uniformidad. Unidad no significa homogeneidad de criterios entre los directivos. Significa que tomada una decisión ("consensuada" o procedente de quién tenga esa capacidad), ésta pasa a ser la de todos y cada uno de los miembros del equipo, que se esforzarán al unísono por conseguir ese objetivo.

B) Negativamente, es evidente que en una empresa "tirar del carro" es tarea de todos los empleados. Pero ¿cómo puede exigírselo a un "inferior" el directivo que no va por delante alineado con el objetivo común?

Pienso en las muchas empresas que desaparecen precisamente por esa falta de unidad en el equipo directivo. Aunque no exclusivamente, algunas compañías familiares que hacen bueno ese dicho de que "el abuelo la funda, los hijos la debilitan y los nietos la entierran", o en el mejor de los casos ese otro de "abuelo empresario, hijo ingeniero y nieto poeta".

Pero más que la "poesía", me parece que el verdadero problema es la incorporación a la empresa de directivos que se convierten en "intocables" por esas relaciones familiares, tan difíciles de compaginar con las relaciones e intereses empresariales.

Esos equipos de directivos divididos pueden acabar en poco tiempo con la más rentable y próspera de las empresas.

Javier Giner Almendral

Economista

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