MURCIA. En un entorno en el que la inteligencia artificial es capaz de mostrar a alguien haciendo y diciendo cosas que ni ha hecho ni ha dicho; en el que resulta fácil suplantar la identidad de otra persona con la intención de apoderase de sus bienes o, sencillamente, crear una cuenta falsa en las redes para difamar o difundir noticias falsas, la buena noticia es que la misma tecnología que propicia comportamientos como los referidos, es también capaz de combatirlos. Son los que se sitúan al lado del bien al que algunos se refieren ya como la Trust Technology o tecnología de la confianza.
Engloba un conjunto de herramientas cuyo objetivo es crear sistemas más seguros, transparentes y confiables para usuarios y organizaciones. Aplica a multitud de escenarios, públicos y privados, que van desde el financiero hasta el de la salud, las industrias creativas o los procesos electorales. Devolver a la sociedad la confianza y la seguridad en el entorno digital al que a veces nos empujan sin buscarlo, es responsabilidad de las instituciones y las organizaciones a la vez que un desafío y oportunidad de negocio para los emprendedores.
“Nuestra empresa es la primera entidad certificadora registrada en la UE que acredita que un producto o servicio ha sido ejecutado por un ser humano y no por una inteligencia artificial. Ofrecemos una herramienta diferenciadora a las empresas y profesionales independientes que realizan sus labores íntegramente con medios humanos, aportándoles un aumento de prestigio empresarial y reputacional, un posicionamiento ético y social a favor de los derechos de propiedad intelectual y la veracidad”, es la definición que ofrecen los fundadores de By Humans, Martí Santiago y Lucía Polinario
La idea surge a raíz de que se viralizara una imagen del Papa Francisco I vistiendo un plumas blanco que resultó ser un fotomontaje generado con IA. Con su sello, acreditan productos y servicios ejecutados enteramente por humanos relacionados con nueve áreas: textos, traducciones, producción audiovisual, ilustraciones, producción musical, diseño arquitectónico, planos y dibujos técnicos, código informático y recursos humanos.
Como entidad certificadora, saben que tienen un modelo muy acotado. “Nuestros clientes abonan una cuota anual por obtener la licencia de uso de la marca de certificación. Una vez concedida la licencia, pueden añadir el sello en sus productos o servicios certificados para aportar un valor diferencial”, explican.
Podría decirse que la deepfake o falsedad profunda es la evolución de las fake news que ha traído la inteligencia artificial generativa. Se basa en la creación de contenidos multimedia (voz y audio) manipulados con IA para cuya ejecución no hace falta ni una fuerte desinversión ni altos conocimientos tecnológicos. Un estudio reciente realizado por Check Points, pone de manifiesto que en 10 de los 36 procesos electorales realizados en el mundo desde el pasado mes de septiembre hasta ahora han hecho uso de la IA en sus campañas.
Se supone que nuestro país se mantiene al margen de todo esto porque, como aclara Eusebio Nieva, director técnico Check Points España, “a mayor madurez democrática, más difícil se lo ponemos a la deepfake.
Para detectar noticias falsas, en Newtral o maldita.es utilizan sus propios algoritmos para el fact-checking que actúan de manera reactiva desmintiendo hechos e información que ya circula en internet.
Pero la deepfake también se postula como herramienta útil para hacer videos de impacto o como recurso en las industrias creativas partiendo de textos o presentaciones, sin necesidad de grabar y traducirlos a multitud de idiomas a coste bajo. Esta es la propuesta de Vidext donde han cerrado hace escasas semanas una ronda de financiación por valor de dos millones de euros. La startup, con más de 35 empleados, experimenta un crecimiento rápido y planes de abordar ya la internacionalización.
Dada su capacidad de trazabilidad a la blockchain se la supone la tecnología habilitadora más potente para identificar y eludir falsedades y aportar confianza. El problema radica en su todavía inmadurez y escasa adopción por parte de los usuarios.
Aunque no sea la autenticidad l objetivo final de la propuesta, uno de los proyectos más disruptivos que se están desarrollando ahora en España corresponde a Freeverse donde han creado una infraestructura blockchain desde cero -denominada LAOS Network- de código abierto para la creación de todo tipo de activos y la visión de impulsar un modelo justo de propiedad digital y acabar con la especulación en este entorno.
Del equipo fundador forma parte Toni Mateos, quien el pasado mes de febrero recibía el premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, en una de las categorías de los Oscars Tecnológicos, como uno de los creadores de la tecnología de sonido que ahora se encuentra detrás de Dolby Atmos, tras venderles la compañía, Inmsound, que fundó en 2010. “Ahora, con LAOS Network, estamos aplicando ese mismo espíritu innovador al mundo del blockchain”, sostiene.