MURCIA. Tam Tam Go! ha querido que el reencuentro que tuvo lugar el año pasado, después de una década separados, no se quedara únicamente en una gira donde recordar aquellas canciones que les convirtieron en una de las bandas más representativas de la Movida de los 80. Lo cual sería perfectamente válido. Pero, los hermanos Nacho y Javier Campillo han querido llevar su regreso un paso más allá. A finales de este año publicarán un nuevo álbum del que ya han dado a conocer su primer adelanto, una canción llamada 'Puente de plata' que habla del amor desde el dolor. Nacho Campillo, voz y líder de de Tam Tam Go!, atiende las preguntas de Culturplaza para repasar el pasado, el presente y el futuro de la banda.
-¿Estáis emocionados con lo que se viene con este disco?
-Muy ilusionados, porque aunque ya arrancamos el año pasado con una gira después de muchos años y un recopilatorio con nuestras canciones actualizadas, con artistas invitados, esta vez irá a más. Empezamos la gira en Guadalajara y Puertollano, con mucho éxito de público.
-¿Qué condicionó más la vuelta de Tam Tam Go!: la nostalgia o las ganas de sacar música nueva?
-La nostalgia no, porque yo, en mi caso, no he dejado de tocar. Estoy metido también en un espectáculo con Antonio Vega y ya llevamos unos quince conciertos. Más que nostalgia, fue la ilusión por volver a cantar nuestras canciones ante un público grande. La gente nos ha querido siempre, pero está bien darlas a conocer también a los más jóvenes, que no nos conoció y es una pena. Así podremos cantarlas juntos.
-Con vuestro primer adelanto habláis de desengaño. ¿Seguirán el resto de canciones esta vertiente tan íntima?
-Tendrá variedad como siempre acostumbramos. Siempre hemos visto el disco como una especie de caleidoscopio de colores y sensaciones. Hay canciones más íntimas como este 'Puente de plata' que habla más de la emoción, de un desengaño en la vida y lo que conlleva eso, la terapia y el renacer. Pero también habrá canciones que tocan temas sociales. Sobre todo seguirá la línea de lo que hemos ido haciendo siempre. El estilo que nos ha marcado, rock, pop y melodías frescas. También es verdad que nos apetecen baladas. Estamos en una edad en la que esto nos hace sentir cómodos.
-Alguna vez has comentado que en los 80 se componía con más libertad y menos tabúes. ¿Has tenido que frenarte, en según que temas, a la hora de componer este disco?
-No, especialmente. Pero es verdad que por los tiempos que vivimos, con las redes y los haters, parece que los creadores de manera inconsciente nos coartamos a la hora de decir las cosas. A mí no me influye para hacer canciones, pero quizá para hablar en una entrevista sí. Algunas de las canciones que escribimos en los 80 ahora serían mal acogidas o mal interpretadas. Nos creamos unos falsos fantasmas en la cabeza a los que hay que decir que no. La libertad de expresión es importante mantenerla.
-¿Fue crucial esa sensación de libertad para las bandas que empezasteis a tocar en la España de los 80?
-Sí, muy importante. Igual por nuestra juventud, por la ingenuidad que teníamos en ese momento, escribimos cosas que ahora no haríamos o quizá las haríamos de otra manera. No serían canciones tan directas. Pero cada época tiene su momento y su manera de hacer. Yo estoy muy orgulloso del pasado. Tampoco hemos sido un grupo polémico y eso que hemos tocado temas tabúes. 'Manuel Raquel' trata la transexualidad, cuando por entonces todavía era algo sorpresivo, que apenas se conocía en la sociedad. O en 'Voy cruzando el río' hablábamos de los migrantes, un tema que treinta años después está sin resolver.
-Muchas cosas han cambiado en la música desde que empezasteis. ¿Qué os disgusta y qué os convence de la industria actual?
-Bueno, la industria se ha convertido para nosotros en algo más artesanal. Lo llevamos todo, nos encargamos también de la promoción. Hace veinte años que dejamos las multinacionales y nos encargamos pues de los discos, los directos, los visuals. Ahora se tiene más control que en una época en la todo era muy colectivo. Como cada persona se encargaba de algo, el resultado al final se te escapaba de las manos. Este cambio me parece positivo. ¿Y negativo? Pues que no se gana un duro con la música. Nos han cortado el grifo a muchos niveles. Las plataformas son las gran estafa. Vivimos de los conciertos y las publicidades. Yo soy un privilegiado porque además tengo un estudio de grabación y vivo de esto desde hace 30 años. Estoy en una posición buena, pero admiro a la gente joven que empieza ahora y tiene que abrirse un camino. Aunque también creo que igual lo que se hace ahora, en general, tiene menos calidad. No critico el auto-tune ni la música urbana, cada uno sabrá lo que quiere hacer. La música es un fenómeno social como siempre ha sido, en los 70 era el punk rock y ahora el reggaetón . Pero hay canciones muy repetitivas.
-Hay canciones, como ‘Atrapados en la red’ que nunca han dejado de sonar, copando incluso el repertorio de muchas orquestas. ¿Qué permite que una canción pase de generación en generación?
-Pues es que nunca hacemos canciones pensando en su duración o longevidad, las escribimos desde las vísceras. Pero el secreto, si lo hay, es que traten cuestiones atemporales. Cuando escribimos esta canción nos adelantamos al momento y ahora se ha vuelto vigente. Como antes decía, desafortunadamente el género humano no ha evolucionado mucho. Siguen la corrupción, las guerras... por eso hay canciones que siguen estando vivas.
-A ti, ¿cuál es el tema de Tam Tam Go! que te llena más?
-Me gustan justamente los menos conocidas como 'Tu refugio', 'Nubles y claros' o 'Gato negro'. Son canciones más intimas. Las escucho y me emocionan más que otras.
-¿Hacía dónde se dirige la banda? ¿Os veis tocando más tiempo?
-Pues vamos a dejar fluir la música. Ahora, de hecho, estaba escribiendo una canción. Yo en mi caso no me marco más objetivos, dejo fluir la imaginación. Intentamos, además, adecuarnos a los tiempos que corren. Estamos centrados en este nuevo álbum, que saldrá a finales de año. Y seguro seguiremos otros dos o tres años más, porque dentro de poco la banda cumple 40 años. Ahí sí que queremos hacerlo todo polvo.
-Y ahora, ¿cómo son los directos?
-Repasamos los clásicos de la banda. Tuvimos como diez números 1 en España y Latinoamérica, por lo que esos caerán seguro. También habrá algunas del nuevo álbum para empezar a abrir boca y versiones de temas que nos gustan. Es un concierto de hora y media, con una formación básica. Estamos mi hermano Javier y yo, Marcus Wilson en la guitarra, Dani Fernández en el bajo y Jorge Malax, que también es el productor, en la batería.