MURCIA (EFE).- El joven documentalista y 'drag queen' Pau Canivell, Emma Mess en el escenario, y su "familia de drag queens", presentan Tacones sobre ruedas, un viaje de aceptación en autocaravana hasta Murcia de cuatro "madrinas" que se proponen ir a conocer a Diego, un niño que acaba de sufrir una agresión homófoba en la puerta de su colegio.
El joven realizador, de 22 años, que acaba de estudiar comunicación audiovisual en la Pompeu Fabra, estrena su opera prima en los cines Girona este viernes 16 de diciembre tras presentar el documental en el festival LGTBI de Belgrado.
"La idea era hacer un homenaje a Priscilla, reina del desierto, pero llevarlo a la actualidad y ver cómo ha ido evolucionando el drag como forma de expresión y la aceptación del público. La conclusión es que el 'drag' ha evolucionado mucho desde aquella película, pero la gente no tanto", según cuenta.
La historia de Tacones sobre ruedas nació "en una mañana de resaca, con el rímel aún corrido", cuando llegó a los grupos de whatsapp la noticia de la agresión del niño en Murcia. En ese grupo, que se llama 'La drag family', están Pau (Emma Mess), pero también Luna Diva, Michelle Relayze y Miki Mint, entre otras, protagonistas del filme.
"Nuestro instinto fue viajar a Murcia para conocerle y apoyarle, pero no teníamos dinero, así que pensamos que por qué no convertirlo en un proyecto colectivo y hacer un 'crowdfunding' para recaudar algo de dinero y alquilar la autocaravana y un equipo de sonido", explica Canivell.
El resultado, un rodaje exprés de seis días, mañana y noche, de viaje hasta Murcia desde Barcelona con un equipo que, sí o sí, tenía que caber en la autocaravana. "Y eso que las 'drag queens' ocupamos mucho, tanto física como emocionalmente", cuenta entre risas.
En las paradas hasta Murcia, donde realizan una gran actuación final para Diego y su pueblo, las 'drag queens' no pasan desapercibidas en pueblos y gasolineras, con reacciones de la gente no siempre agradables, reconoce.
"A veces vas 'montada' de drag y tienes como una 'coraza' y no estás muy pendiente de cómo te ve la gente. Y te das cuenta luego, al visionar las imágenes que te estaban mirando mal. Es topo un baño de realidad porque a veces vas con tu fantasía en la cabeza y no te das cuenta de la discriminación que hay", señala.
Canivell decidió empezar a ser Emma hace algunos años, fascinado por las 'drag queens' y las posibilidades que ofrece desde un punto artístico y de autoaceptación. "El 'drag' te ayuda a ser la mejor versión de ti mismo. Lo debería hacer todo el mundo. Es como que sales de ti y te ves desde fuera y te hace darte cuenta de muchas cosas sobre ti mismo", destaca.
El momento culminante del documental es cuando el grupo actúa en la localidad murciana del niño agredido. "Creo que al vernos actuar allí, Diego vio algunas posibilidades de referentes que en su día a día no tiene", apunta. "A Diego le encantó nuestro show, se probó nuestras pelucas, ojalá todo esto le hiciera sentir menos solo", añade.
Pau asegura que ha tenido "mucha suerte" en su caso personal y no ha sufrido ninguna agresión homófoba física, aunque sí ha sentido miradas y comentarios, "especialmente en el metro, al salir de fiesta".
Otro elemento que ha disfrutado mostrando en el documental es que el 'drag' "no solo es algo competitivo" o "individualista", sino que "tiene mucho de comunidad, de familia, de compartir y convivir".
Canivell actúa en la escena de Barcelona, más pequeña que la madrileña, aunque también "principalmente en castellano". "Me gustaría que hubiera más drag en catalán", explica el joven, vecino del barrio barcelonés del Poblenou.
"Entiendo que predomine el español en la escena de Barcelona, pero me gustaría también hacer algún 'lip synk' (mover los labios imitando a un cantante) en catalán de Julieta, por ejemplo, porque "es importante y necesario también que se muestre la disidencia desde todas las culturas, identidades y lenguajes posibles".