CARTAGENA. La empresa con sede en Espinardo STV Gestión se encargará hasta el próximo mes de junio de la retirada de la biomasa acumulada día tras día en las playas de la zona sur del Mar Menor tras adjudicarse el contrato por 200.000 euros. El ámbito de actuación se centrará en el borde litoral de las zonas de baño y playas urbanas de la laguna costera del Mar Menor, en el término municipal de Cartagena.
Con este contrato se pretende cubrir una necesidad inmediata y urgente ya que, al ser la acumulación de biomasa en cantidades significativas una situación que previsiblemente va a mantenerse en el tiempo, está previsto un contrato plurianual de mantenimiento de playa que incluye estos trabajos, tal y como anunciaba la alcaldesa de la ciudad hace tan sólo unos días.
La situación ambiental en la que se encuentra actualmente el Mar Menor muestra la baja salinidad, debida a la entrada continuada de agua con nutrientes desde la cuenca vertiente, tanto superficial como subsuperficialmente por muchas zonas de playa del perímetro lagunar, lo que supone ver el estado crítico del ecosistema, con grave riesgo de crisis distróficas y eutrofización.
De esta manera, la firma que se ocupa, entre otros aspectos a labores de limpieza viaria, de edificios y locales, mantenimiento de vías verdes y servicios forestales, se encargará de la retirada la biomasa en descomposición acumulada mediante rastrillo o similar, evitando en todo momento excavar los fondos. Además, deberá hacer una vigilancia ambiental que garantice que las labores descritas se realizan adecuadamente sin dañar de ninguna forma a los especies protegidas y hábitats del Mar Menor.
La acumulación de restos vegetales que entran en descomposición rápidamente se convierte en materia orgánica particulada, ya muy difícil de retirar, produciendo el enfangamiento de las zonas someras arenosas. Esto supone, no solo pérdida de la calidad de baño y de la salubridad de la zona, ya que los fangos en descomposición generan anoxia y producen sulfhídrico, sino también una pérdida de hábitats arenosos que son escasos y que mantienen una biodiversidad singular diferenciada de los fangosos.
Además, los fangos acumulados en las zonas someras, cuando son resuspendidos por el oleaje y las corrientes, contribuyen a la formación de los acúmulos de materia orgánica en descomposición en las capas profundas de la columna de agua y que dan lugar a las crisis y bolsas de hipoxia de la primavera, verano y otoño.