MURCIA (EP). El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha afirmado este martes que ve difícil que el Gobierno pueda llegar a un acuerdo con los sindicatos sobre el alza del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021 si no ofrece garantías de que éste se situará en al menos 1.000 euros el 1 de enero de 2022.
Sordo, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha asegurado que el respaldo de CCOO a una subida del SMI de entre 12 y 19 euros para lo que resta de año, como plantea el Gobierno, dependerá de si se fija también la senda de crecimiento de esta renta mínima para 2022.
"Estamos a 7 de septiembre. Aunque llegásemos a un acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos, que está por ver, para subir el SMI este año, quedan apenas cuatro meses y aquí lo que hay que ver es una perspectiva más amplia. El reto es que el 1 de enero de 2022 el salario mínimo sea de 1.000 euros al menos y si esto se pone encima de la mesa, hay margen para cerrar una subida para este 2021", ha subrayado.
Sordo, que ha recordado que la posición sindical es la de subir este año el SMI entre 25 y 30 euros, ha afirmado que es "perfectamente posible" que su sindicato no respalde el alza que tiene en mente el Ejecutivo (entre 12 y 19 euros) si éste no se compromete a llegar a un mínimo de 1.000 euros en 2022.
Sordo ha recordado que el Ejecutivo sólo está obligado por ley a hacer una consulta a los agentes sociales sobre la cuantía del SMI y ha señalado que "un eventual desacuerdo" no contaminaría las futuras negociaciones del diálogo social, como las referidas a la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre.
Precisamente, sobre esta negociación, Sordo ha considerado que, a corto plazo, "no habría que buscar grandes inventos" y extender los ERTE en condiciones similares a las actuales, sobre todo en lo que se refiere al cuadro de derechos laborales.
"En el último 'round' que queda de la pandemia no habría que inventar la pólvora, habría que renovarlos en condiciones similares", ha apuntado el dirigente sindical, que entiende que los ERTE asociados al Covid deberían durar mientras existan restricciones derivadas de la propia pandemia.
Respecto a las exoneraciones a la Seguridad Social de los ERTE, Sordo ha afirmado que "no hay que volverse muy locos" a la hora de incentivar a las empresas para que reincorporen trabajadores a la actividad. "El sistema de incentivos ha tenido un funcionamiento muy residual y si se han reincorporado trabajadores es porque se ha retomado la actividad económica", ha explicado.
Así, pese a que prevé que en la negociación de los ERTE se produzcan "dos o tres enganchadas más" respecto a las bonificaciones a la Seguridad Social, como ha sucedido en anteriores negociaciones sobre la prórroga de este instrumento, Sordo cree que se conseguirá un acuerdo para la extensión de los ERTE.
Sordo ha mostrado también su preocupación por los precios de la energía y cómo pueden afectar a las personas con menos recursos. A su juicio, el problema de los costes energéticos requiere "medidas de amplio espectro", estructurales y a largo plazo, entre ellas la modificación del sistema de asignación de precios, que es un "disparate".
"No sólo hay que intervenir en impuestos, porque los impuestos pueden ser una medida coyuntural, pero no es la salida. La salida final es cambiar el sistema de asignación de precios energéticos que existe en España y en otros países de Europa. Algunas cosas se pueden hacer desde nuestro país y otras en el marco europeo", ha señalado.