MADRID. El 7 por ciento de los enfermos crónicos en España asegura haber superado "totalmente" el impacto emocional al enterarse de su enfermedad mientras que un 25 por ciento ha afirmado no haber superado "en absoluto" la noticia.
Esta es una de las principales conclusiones que ha revelado el estudio 'El Impacto Emocional de la Enfermedad Crónica', que se presentó en el auditorio de Fundación ONCE (Madrid) y que ha sido elaborado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) junto con la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y con el apoyo de la Fundación ONCE.
En concreto, de las 541 entrevistas que se han realizado, únicamente el siete por ciento ha respondido "totalmente" al grado de superación del impacto de la enfermedad, seguido del 35 por ciento que ha reconocido estar controlado pero no haber superado del todo la noticia y del 34 por ciento que ha respondido que ha mejorado pero aún no lo ha superado. Por último, un 25 por ciento de los encuestados ha asegurado no haber superado "en absoluto" la noticia.
En cuanto a las variables que se asocian a la intensidad del impacto, la directora de POP, María Gálvez, ha apuntado al estado de avance de la enfermedad o a la disminución de las relaciones sociales. En esta línea, a los encuestados se les ha consultado sobre qué intensidad de impacto ha tenido la noticia y el 40 por ciento ha confesado haber tenido un impacto "elevado" seguido por el 34 por ciento que ha contestado "muy elevado", por lo que la media de las respuestas en relación a la intensidad ha sido de 7,4 sobre 10.
Asimismo, también se ha contabilizado los sentimientos y pensamientos negativos de estas personas y un 69 por ciento ha coincido al afirmar que cada vez salen menos de sus casas mientras que el 67 por ciento ha disminuido el contacto con sus amigos, al mismo tiempo que el 61 por ciento ha sostenido que sienten tener menos capacidad para comunicarse.
Además, las personas con enfermedades crónicas cuentan con la ayuda de entorno, y sobre este asunto, los encuestados afirman sentirse incomprendidos (60%), lo que le ha llevado a tener una mayor irritabilidad con ellos (59%).
Otra de las cuestiones realizadas ha sido con qué frecuencia aparecian problemas asociadas a la enfermedad crónica. El 88 por ciento ha respondido sentirse cansado y fatigado, seguido de problemas con el sueño (71%) y tristeza (70%). Entre las dificulares que se encuentran por la enfermedad, prevalece llevar la misma vida que antes de la enfermedad (79%), concentrarse (68%), hacer su trabajo (60%), estudiar (44%). Sobre este último aspecto, María Gálvez ha lamentado que los niños vean barreras en el acceso a la educación porque "no tienen una protección social para ayudarles".
El estudio ha contado con la participación de personas con una enfermedad crónica y/o discapacidad en España y se han registrado un total de 541 entrevistas. La muestra se ha dividido en dos grupos de consultados, por una lado, personas de 30 a 59 años de edad, ocupados o con trayectoria laboral larga mientras que el segundo grupo estaba formado por personas de 60 a 79 años de edad jubilados o inactivos a causa de su enfermedad.
La mayoría de los encuestados han sido mujeres (54%) por el 45 por ciento de los hombres. El objetivo del proyecto, tal y como ha desarrollado el profesor e investigador de la UCM, Millán Arroyo, ha sido identificar y valorar el impacto de la enfermedad crónica sobre el bienestar emocional de las personas que conviven con la enfermedad.
La pandemia de la COVID-19 también ha sido un tema consultado en la encuesta, concretamente por la frecuencia de problemas emocionales comparados con la población general. Esto ha evidenciado una diferencia entre ambos grupos. Por ejemplo, ante ansiedad o miedo, el 57 por ciento de los enfermos crónicos ha respondido haberse sentido así mientras que la población general solo un 18 por ciento.
Además, la tristeza o la depresión ha sido la opción elegida por el 58 por ciento de las personas con enfermedades crónicas mientras que la población general solo el 22 por ciento ha reconocido haberse sentido así.
Uno de los problemas a los que se enfrentan las personas con enfermedades crónicas son las relaciones sociales, y esto se pone de manifiesto al reconocer el 47 por ciento que se relaciona
"mucho menos que antes", seguido del 31 por ciento que confiesa relacionarse "algo menos". A la inversa, el cinco por ciento afirma relacionarse "mucho más que antes.
Por último, se les ha consultado por las consecuencias de los problemas emocionales sobre la enfermedad crónica y el 70 por ciento ha reconocido que alguna vez su enfermedad se ha agravado por ello pero cerca del 90 por ciento han respondido que en algún momento "se han encontrado sin ánimo para afrontar la enfermedad".
Ante estos resultados, los responsables de la encuesta han detallado algunas recomendaciones para evitar estos sentimientos. En primer lugar han solicitado establecer protocolos de intervención preventiva desde los momentos iniciales; Ofrecer apoyos psicológico y técnicas de autocuidado; aumentar la proporción y frecuecia de personas atendidas por profesionales de salud mental.
Asimismo, se ha instado a las administraciones a poner de manera "urgente" una estrategia nacional de salud mental , así como, emprender medidas para reforzar y fortalecer las relaciones personales y redes de apoyo, fomentar la inserción laboral e impulsar campañas de concienciación.
Tras presentar los resultados del estudio, el evento ha continuado con una mesa de debate formado por expertos sanitarios, como el secretario general del Consejo General de Enfermería, Diego Ayuso, quien ha lamentado el déficit de personal cualificado porque "solo hay un 1,9 por ciento de enfermeras especialistas en salud mental", al tiempo que ha pedido invertir en especialistas para "abordar una correcta atención sanitaria".
"Debemos reorientar el sistema nacional de salud hacia la prevención y promoción de la salud y la adquisición de hábitos de vida saludable. Hay que potenciar la Atención Primaria porque está en mínimos", ha advertido.
En este sentido, ha puesto sobre la mesa que en España se invierte un 14 por ciento de gasto sanitario respecto al PIB, una cifra muy alejada de la media de la UE que se sitúa en torno al 25 por ciento.
Por su parte, el experto en el área de salud mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia, Antonio Torres, también ha reivindicado realizar más inversiones ante la "falta de recursos", realizar una mejor comunicación a la persona que padece una enfermedad crónica, ya que "un paciente bien informado es un paciente colaborador".
Igualmente, el vocal del Consejo General de Psicología de España, Carlos Van Der Hofstadt, ha apostado a que su sector es el que más puede ayudar a contribuir en la salud de los pacientes.
Por último, la presidenta de POP, Carina Escobar, ha concluido el acto diciendo que "aún queda un bagaje de sufrimiento aumentado por la pandemia" pero ha matizado que es el momento de "pasar a la acción" y ha pedido la colaboración de todos los organismos y población para ser "la palanca del cambio" porque "hay que exigir cómo queremos ser cuidados".