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TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Sin luz… ni taquígrafos

26/04/2020 - 

¡Nos la han colado! ¡Sí, pero con premeditación y alevosía y por supuesto, sin luz ni taquígrafos! Lo malo de todo esto, no es lo que nos están colando con motivo del Covid-19, sino todo lo que a partir de ahora van a seguir colándonos. Mira que lo sospechábamos desde que empezó el ’vía Covid-19’. Por su culpa y, sobre todo por la incompetencia, por la arrogancia y por las sempiternas mentiras de este gobierno nos encontramos confinados y casi envasados ‘al vacío’ en nuestros domicilios. De todo este batiburrillo pandemial lo más peligroso -no es el estado de alerta con el confinamiento y la reclusión domiciliaria y que las familias no puedan reunirse ‘con’ ni despedirse ‘de’ sus seres queridos cuando estos mueren ‘de’ y ‘por’ el coronavirus sin ese último beso, caricia o abrazo a modo de  despedida- sino todo lo que este gobierno, socialista y comunista,  nos ha prometido y no ha cumplido, lo que nos promete cada día desde el orto al ocaso y no cumple, y lo que nos prometerá para acallar con tretas, embustes y patrañas, no nuestras preocupaciones e inquietudes, que no lo van a conseguir, pues ya apenas nos quedan ‘tragaderas’, sino sus conciencias -suponiendo que las tengan- y sus vergüenzas, que son muchas y ostentosas.

Ya el 17 de marzo, cuatro días después de que el Gobierno decretara ‘el estado de alarma’, el presidente Sánchez y Pablo Iglesias nos prometieron créditos especiales a ‘troche y moche’, para todas las pymes y autónomos afectados; nos prometieron reducción de la jornada laboral; nos prometieron apoyo a las empresas y a los trabajadores autónomos y a los empresarios y a las familias y a los colectivos vulnerables para garantizarles la liquidez, y nos prometieron también flexibilizar los mecanismos de ajuste temporal de la actividad laboral para evitar despidos (ERTE). Con fecha 11 de abril, han vuelto a prometer -porque todavía hoy el prometer es gratis- un nuevo tramo de 20.000 millones de euros, en préstamos ICO, igual al anterior, para avalar al 100% las operaciones financieras de las pymes y autónomos, por ser los que más y con mayor urgencia lo necesitan.

Siendo pequeño oí por primera vez decir a mi querido abuelo, en Ávila: “Pedrín, majo, nunca olvides que no es lo mismo predicar que dar trigo”. Aunque al principio y por mi corta edad no lo entendí, luego a lo largo de los años, la dura realidad de la vida me ha ido demostrando que este refrán sí se cumple, y los otros casi que también. Por eso, este gobierno nos sigue predicando medidas, ofertando créditos, y prometiendo, incluso, el ‘chocolate del loro’ en forma de pensiones de invalidez por enfermedad laboral o accidente in itinere, a todos los que puedan demostrar y demuestren (¿?) haber contraído el virus ‘en’ o ‘con’ motivo de su actividad laboral. Siguen con sus brindis al sol, pero de dar lo prometido y agilizar todos los trámites para que las pymes y autónomos solucionen el grave problema de liquidez por el que están pasando, nada de nada. Tienen por norma de ley, aunque no la publiquen en el BOE, ‘decir Diego, donde dijeron digo y viceversa’. Y por si fuera poco, Marísu, en un vano intento de “ponerle puertas al campo”, sigue intentando, erre que erre, colarnos por la puerta de atrás -la experiencia con los ERE y con los enchufados y paniaguados que coló al frente de varios hospitales y organismos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) la avalan-  su sofisma y dogma económico de que “el dinero de los contribuyentes donde mejor está no es en sus bolsillos, sino en las arcas públicas del estado”. Puestos a decir chorradas rimbombantes y frases grandilocuentes, aunque al decirlas, quien las diga parezca un lego franciscano intentando rezar maitines entre balbuceos, aquí les traslado unas perlas de nuestro presidente Sánchez I, y que como no suele pensar lo que dice, suele decir lo que no piensa y así nos va.

Me imagino que habéis tenido la desgracia, que no la suerte, de oírle decir esas largas y cansinas ‘sabatinas’, con motivo de la pandemia, tan mesiánicas, empalagosas y falsas como casi todo lo que crea su ‘gurú’, personal y de cabecera, el omnipresente Iván Redondo, muy aficionado a emular a los líderes norteamericanos, aunque para ello le obligue a plagia” para el coronavirus los discursos del odiado George W. Bush en el inolvidable 11-S.

- “Ganaremos esta guerra unidos contra el virus. Nuestra unión nunca ha sido tan fuerte como ahora, por eso, el gobierno hará lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta. Desde la pandemia la sociedad ha cambiado, pero todos juntos y unidos obtendremos una victoria total y venceremos al virus”

- “Nuestro mundo cambiará después de esto. Tenemos la tarea y el honor de reconstruirlo. Se han destruido vínculos, sistemas que nos protegían, servicios desmantelados que hoy todos echamos de menos. Es una crisis temporal, pero sus enseñanzas están aquí para quedarse.”

- “Estos días aflora una conducta social modélica. Orgullo de una sociedad solidaria que se organiza para combatir la adversidad y para dar aliento. Orgullo de nuestros sanitarios, de la cadena humana que garantiza la movilidad y abastece nuestras tiendas.”

Pese a la nueva prórroga del estado de alarma decretada el pasado 4 de abril y, que en principio, alargará el confinamiento hasta hoy, el socialista Sánchez ha hecho gala de un nuevo y entusiasta optimismo, tan frívolo y falso como él mismo, afirmando que “lo peor ya ha pasado y que ve luz al final del túnel” a pesar de que el número de fallecidos ya asciende a más de 22.000. Y mientras la pandemia avanza implacable e imparable estas son sus frases más destacadas:

- “Hoy corresponde anunciar que con los datos que los expertos pronostican estos días, superado el pico de propagación, podemos doblegar la curva de expansión de la pandemia”.

- “Las altas nos recuerdan que la victoria es posible, y está cada día más cerca. Estas semanas de descomunal esfuerzo colectivo han servido para salvar vidas”.

- “De manera inmediata, sobrepasado el pico, apenas dobleguemos la curva, debemos estar listos para la desescalada”. Es un honor ser el presidente de este gran país. Somos más fuertes de lo que nunca pensamos, pero hay que aguantar. Con sacrificio, resistencia y moral de victoria”

Al terminar todas estas parrafadas le ha faltado cantar -poniéndose la mano derecha en el corazón- el himno de los Estados Unidos, conocido por ‘La Bandera Llena de Estrellas’ (The Star-Spangled Banner) y terminar con “Dios bendiga y salve a América, tierra de paz”.


Pedro Manuel Hernández es Licenciado en Medicina y Cirugía, en Periodismo y ex Senador autonómico del PP por Murcia




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