Sin consenso en la Asamblea por las alegaciones en defensa del Trasvase

MURCIA. El agua vuelve a generar división en la política regional. O tal vez la frase sea más precisa si se articula el revés: la política de la Región de Murcia no llega a un consenso en una materia tan sensible como es el agua.

La Asamblea Regional respalda las alegaciones que tanto el Ejecutivo murciano como el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) han presentado para los planes hidrológicos de las cuencas de los ríos Tajo, Segura y Júcar. Pero el Parlamento lo hace sin el apoyo de la oposición. No en vano, el texto ha salido adelante porque el PP cuenta con el plácet de sus socios de Gobierno (el grupo Ciudadanos y el grupo Vox). Sin embargo, no se han unido ni el POSE, principal partido de la oposición, ni Podemos (que forma parte del Grupo Mixto).

Ese es el resultado de la Comisión de la Comisión de Política Territorial, Agricultura, Agua y Medio Ambiente, reunida este lunes para abordar la situación de los envíos de agua a la Región. Cabe recordar que el documento aprobado la semana pasada por el Consejo del Agua del Tajo propone un aumento progresivo del caudal ecológico en Aranjuez durante el próximo lustro. Este planteamiento, que requiere de la aprobación definitiva del Gobierno central, se traduciría en un recorte de los envíos de agua a través del Trasvase de 105 hectómetros cúbicos (78 hm³ para regadío y 27hm³ para agua urbana).

Esta decisión ha provocado una gran polvareda en la Región, empezando por los regantes, indignados ante el enésimo recorte al Trasvase, y siguiendo por los partidos políticos. El propio PSOE ha sido uno de los que ha elevado la voz contra el Plan del Tajo. "No lo compartimos", expresaba su líder, José Vélez, quien anunciaba que agotarían hasta la última vía de las negociaciones para el ajuste del agua no se convierta en realidad. El PP también lo ha hecho, en un tono más crítico y combativo. 

Ambos, sin embargo, a la hora de hablar en la Asamblea no han conseguido cerrar un punto en común durante este primer encuentro del lunes. Así las cosas, las críticas y el enfrentamiento dialéctico se ham vuelto a suceder al término de la Comisión: "La izquierda antepone una vez más sus intereses partidistas y da la espalda a la región", reprendió el parlamentario popular Jesús Cano sobre el voto en contra del PSOE y Podemos a la moción del PP.

En palabras de Cano, el delegado del Gobierno y líder de los socialistas de la Región de Murcia "miente cuando afirma que para ellos el trasvase es irrenunciable, pues obras son amores". Y añadía: "No es de recibo que por una decisión basada estrictamente en la oportunidad política y que carece de toda racionalidad científico-técnica se ponga en peligro todo aquello que el trasvase ha construido a lo largo de sus más de 43 años de vida. Es una sinrazón".

Desde el PSOE, sin embargo, explicaron su postura. El diputado Alfonso Martínez Baños matizó que su grupo ha planteado una enmienda de supresión porque no comparte la adhesión a las enmiendas del plan del Segura. "Hay que centrar la estrategia en el Tajo". La otra enmienda era un texto de adición a las alegaciones en el Tajo y el Júcar "al ser “perfectamente compatibles con las que presentó el Gobierno regional y el Scrats".

No obstante, las dos enmiendas del PSOE fueron descartadas por el PP y sus socios de Gobierno. "Esto deja claro que el PP no quiere que haya ningún acuerdo sobre agua", afirmó Martínez Baños, convencido de que "lo que interesa electoralmente al Gobierno de López Miras es confrontar con el de España".

Por su parte, desde Podemos apuntaron su extrañeza por el hecho de el PP haya planteado esta moción "en una comisión en lugar de un pleno". Esto se debe a juicio de Rafael Esteban al contexto político actual". Y apostilló: "Saben que estamos cansados de la actitud demagógica y la forma sesgada de presentar el texto". Además Esteban afeó al PP que "abronque a la oposición aquí cuando ofrece soluciones mientras se comporta de forma pusilánime" en Génova.

Por otra parte, el diputado de Vox Pascual Salvador (el único reconocido por el partido de Santiago Abascal) abogó por la necesidad de "un Plan Hidrológico Nacional que solucione el problema de agua en España de una vez por todas y la interconexión de cuencas" mientras que el portavoz liberal, Francisco Álvarez, lamentó que el cambio de los caudales ecológicos a su paso por Aranjuez, Toledo y Tavalera de la Reina "condena al millón y medio de murcianos a la desertificación y a la pérdida de más de 15.000 empleos directos" en el sector agrícola.