Sassoli: “No queremos que en Europa aumente el ejército del precariado”

BRUSELAS. De nuevo el presidente del Parlamento europeo, David Sassoli, ha sido contundente al exigir  una “respuesta inmediata para los ciudadanos y las empresas” en su discurso a los líderes de los Veintisiete, que se reúnen hoy en el Consejo Europeo. En esta cumbre de Presidentes de Gobierno y Jefes de Estado de la Unión Europea, la última por videoconferencia, se debatirá el Plan de Recuperación presentado por la Comisión para salir de la crisis de la Covid-19 y que tiene el visto bueno de la Eurocámara.

El Consejo Europeo debe decidir la arquitectura de lo que será el Plan de Recuperación de la economía en la Unión Europeo tras la parada técnica provocada por la pandemia de coronavirus en los últimos tres meses. La Comisión Europea ha presentado un Plan paras los próximos siete años, que comenzará a aplicarse este año con los fondos remanentes del presupuesto de 2020 y que va unido al Fondo Financiero Plurianual (FFP) 2021-2027.

El presidente del Parlamento Europeo ha explicado en rueda de prensa que “todo va en el mismo paquete”, el presupuesto a siete años que debe aprobarse ahora y el fondo de recuperación. La disyuntiva está en la cantidad y la condicionalidad, en decidir cuánto dinero se destina en subvenciones a fondo perdido a cargo del presupuesto comunitario y bajo qué condiciones, y cuánto se destina a créditos a los Estados a través de los instrumentos financieros preexistentes desde la crisis de 2008, y que deben ser devueltos con intereses. La decisión final se espera para la próxima cumbre del Consejo, el 9 de julio, ya en Bruselas.

Es por ello que el presidente David Sassoli ha urgido al Consejo. “El tiempo es un lujo que no nos podemos permitir. Debemos actuar con urgencia y valentía, ya que la ciudadanía, empresas y economías de la Unión Europea necesitan una respuesta inmediata”, ha declarado en su discurso, al tiempo que manifestaba su apoyo al Plan presentado por la Comisión. "Agradezco a la Comisión por su ambiciosa propuesta. Sin embargo, por muy ambiciosa que sea, en nuestra opinión raya la superficie de lo que hay que hacer. No aceptaremos ninguna concesión ni rebaja de la posición inicial. No podemos dejar a nadie atrás”.

Las manifestaciones de David Sassoli vienen siendo apocalípticas, cuando se dirige a los líderes de las instituciones europeas y les recuerda “el impacto que la crisis está teniendo en la vida de las personas”, y en especial de “las más vulnerables”. En este sentido, exclamó ante los periodistas: “No queremos que en Europa aumente el ejército del precariado”. Y añadió que había que activar la economía y garantizara el “ingreso de los jóvenes y las mujeres en el mercado laboral”.

En este sentido, explicó en su discurso que “el Parlamento apuesta porque cualquier emisión de deuda pública se pague de manera justa, sin que ello suponga una carga para las generaciones futuras. Podemos lograr esto con un impulso al empleo y al bienestar social”. Y recordó el peligro de que se repitan los errores de la anterior crisis: “No olvidemos que prestar apoyo únicamente en forma de préstamos tendría un impacto asimétrico en el endeudamiento de cada uno de los Estados miembros y sería más costoso para la Unión en su conjunto”.

Sassoli apeló a la oportunidad de “remodelar Europa y hacerla más justa, más ecológica y más previsora. Para ello, debemos aprovechar la oportunidad de introducir una nueva fuente de nuevos recursos propios. Queremos resolver el problema de los ingresos de una vez por todas, con soluciones que hagan que la UE sea fuerte, más autosuficiente y sus finanzas sostenibles. La abrumadora mayoría del Parlamento cree que cualquier acuerdo global sobre el Marco Financiero Plurianual debe cumplir estas condiciones”.

Asumir la deuda conjuntamente

En este discurso dirigido al Consejo, David Sassoli muestra su apoyo incondicional y el del parlamento a la propuesta de la Comisión, que prioriza el aumento de recursos propios a través de impuestos verdes digitales para asumir la deuda del Covid conjunta y solidariamente entre todos los Estados miembros.

En este sentido, se posiciona con los países del sur, más golpeados por la pandemia y aun recuperándose de la crisis financiera de 2008, que han liderado la postura de mutualizar la deuda. En el otro lado están los países nórdicos, llamados frugales y liderados por Holanda, junto a Dinamarca, Austria y Suecia, que pretenden que el plan se reduzca a préstamos de crédito del Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE), un fondo de los Estados creado en 2012 para salir de la crisis financiera.

Por ello, Sassoli, insistió en el papel del Parlamento ”como autoridad presupuestaria y co-legislador”. Y añadió que “el Parlamento tiene un deber con las y los ciudadanos y nuestra intención es cumplir con el mismo. En particular, tenemos que asegurarnos de que tenemos voz en las decisiones sobre la aplicación del Plan de Recuperación y sobre la forma de recaudar, asignar y gastar el dinero”.

Y además, lo explicó en cifras. “La recuperación que hemos establecido depende en gran medida de los 500.000 millones de euros de recursos externos, garantizados por el presupuesto. Sería impensable que estos recursos escaparan al escrutinio democrático del Parlamento”. Y añadió, “no es un juego de niños, estamos hablando del futuro de la Unión Europea y del futuro de sus ciudadanos”.

Por ello, urgió a que el Consejo “aprecie la propuesta de la Comisión y no se pierda en detalles ni en individualidades. Este proceso debe ir rápido y ya hemos perdido tres meses. No quisiera contar la historia de que nuestras empresas acabaron soterradas porque no llegó a tiempo el dinero del Plan de Recuperación”. Y explicó que los procedimientos legislativos están preparados para que en estos tres meses el dinero llegue a las empresas en dificultades. “Los instrumentos están a su disposición y la oportunidad para ser aprovechada”, finalizó Sassoli ante los periodistas.

Relaciones con el Reino Unido post-Brexit

De otro lado, el presidente del Parlamento presentó su postura ante otro tema a tratar, el de las relaciones de la Unión Europea con el Reino Unido y su futuro acuerdo de asociación una vez finalice el año de transición el próximo mes de diciembre. El Parlamento aprobó ayer su resolución por una mayoría del 81% de los votos emitidos.

“Nuestro mensaje, que transmití al Primer Ministro del Reino Unido en la Conferencia de Alto Nivel, es claro. Impulsaremos un acuerdo ambicioso, global y justo en consonancia con los compromisos conjuntos asumidos en la Declaración Política. Creemos que éste es el mejor resultado posible para ambas partes”.

La última ronda de negociaciones post-Brexit no ha dado el fruto esperado, ya que no se ha afianzado ningún punto de la Declaración Política firmada por Boris Johnson en diciembre de 2019 y aprobada por el Parlamento británico en enero de 2020. Además, la negativa del Primer Ministro británico de prorrogar las negociaciones hace muy dificultoso que se llegue a un marco jurídico completo de la Declaración Política.

La Comisión Europea ya ha dejado claro que no va a entrar en el juego “cherry-picking” del Reino Unido, que pretende ir cogiendo de aquel acuerdo lo que le conviene y seguir en el mercado único sólo para tener derechos pero sin obligaciones ni contrapartidas. En este sentido, el acuerdo de pesca, el intercambio de datos en la lucha antiterrorista y el sometimiento a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europeo en lo que implique el acuerdo sobre normativa comunitaria son los puntos de discordia más importantes.