Fotos: MP
MURCIA. La Región es conocida por su atractivo costero, pero también tiene elementos que conforman su historia. Entre ellos destacan los castillos y fortalezas que se imponen en lo más alto de los pueblos y nos permiten rememorar tiempos pasados. Esconden leyendas y batallas detrás de ellos, y aunque de algunos solo quedan ruinas, otros han sido restaurados y ofrecen visitas a turistas.
Situado en el noroeste de la Región, es uno de los más conocidos y visitado por turistas durante todo el año. En él encontramos el Santuario de la Vera Cruz, una importante basílica católica que reúne a peregrinos desde hace siglos. Con el paso de los año ha ido variando, pero sigue manteniendo su fachada barroca y murallas de gran defensivas. Desde lo alto del castillo podemos disfrutar de las vistas de la ciudad jubilar.
Se trata de uno de los castillos más grandes e importantes de toda la provincia. Situado en lo alto del casco histórico de Moratalla, declarado uno de los pueblos más bonitos para viajar en España.
Esta fortaleza sirvió durante siglos como refugio del pueblo cristianos a las incursiones de los musulmanes granadinos, por lo que le rodean una infinidad de historias y leyendas medievales. Este imponente castillo está formado con torreones prismáticos y una torre con ventanales góticos.
Este castillo es el mejor lugar para conocer los 3.000 años de historia de la ciudad y observar las mejores vistas. Desde esta colina podremos contemplar las mejores vistas al puerto, al anfiteatro romano y a toda la ciudad.
La historia que alberga este castillo recoge desde la conquista para Castilla en 1942 hasta el XIX, época de máximo esplendor para Cartagena por el tráfico de su puerto y la industrialización.
Este casillo renacentista se construyó hace 500 años y a día de hoy es lo más destacado de la localidad de Mula. De origen romano y árabe, esta fortaleza no tiene fines defensivos, sino que se construyó como su nombre indica se construyó como símbolo de poder de la Casa de los Vélez.
Esta fortaleza de origen árabe se ha convertido con el paso de los años en un símbolo de Lorca. Destacan sus dos torres, la del Espolón y Alfonsina, que representan la arquitectura defensiva de la época medieval.
Para acceder a él hay una ruta desde la Plaza del Ayuntamiento de Lorca con una subida peatonal a través del barrio de Santa María. Otra alternativa es acceder al castillo siguiendo la carretera de Los Pilones.