MADRID (EP). El Kremlin ha reconocido este miércoles que la economía rusa "está bajo una gran presión" por las sanciones internacionales impuestas en respuesta a la invasión militar de Ucrania, antes de recalcar que Moscú responderá "con dureza" ante estas medidas punitivas.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha reconocido que las sanciones son "un duro golpe", si bien ha matizado que "hay un margen de seguridad" para mantener la economía en pie. "Moscú había calculado distintos grados de reacción, desde la más suave hasta la más dura", ha explicado.
Asimismo, ha incidido en que las autoridades rusas "adoptarán medidas" y "acciones" ante la "naturaleza hostil" de las sanciones internacionales, "que buscan sacudir y socavar la integridad de la economía rusa", según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
"Ante estas condiciones, y dado que estas medidas inamistosas no tienen precedentes, es necesario actuar con dureza, inteligencia y claridad", ha apuntado, al tiempo que ha criticado la "realidad histérica" en torno al gasoducto Nord Stream 2, con el que Rusia iba a exportar gas directamente a Alemania.
"El sentido común y la capacidad económica hablan claramente de la necesidad de lanzar este proyecto lo antes posible", ha dicho, si bien ha reconocido que "la histérica realidad hace que esto sea imposible ahora", después de que Alemania suspendiera los procedimientos ante la invasión de Ucrania.
De esta forma, Peskov ha hecho hincapié en que "hacer ahora previsiones es algo inútil". "Esperemos que la histeria termine en algún momento. Entonces tendrá lugar un análisis sobrio de la situación, en lugar de haber histeria", ha argüido, antes de derivar a la empresa la situación de los inversores en el proyecto.