INICIATIVA EMPRESARIAL

Ricardo Fuentes proyecta la cría de atunes al norte de La Manga con una granja para 4.000 tm/año

18/11/2019 - 

MURCIA. La empresa cartagenera Ricardo Fuentes e Hijos, a través de Viver-Atún, ha presentado un proyecto para la instalación de una nueva piscifactoría de atunes, en esta ocasión en la zona norte de La Manga. El proyecto, en el que prevén invertir 1,6 millones de euros y facturar anualmente por encima de los 50 millones, ha sido ‘aparcado’ por la consejería de Agricultura hasta la elaboración de una Declaración de Impacto Ambiental.

El proyecto empresarial contempla el cultivo (cría) de hasta 4.000 toneladas de atún rojo al año en 20 jaulas de 50 metros de diámetro cada una; para lo que necesitaría el uso de cerca de medio millón de metros cuadrados para acoger las jaulas, de unos 2.000 metros cuadrados. La superficie de producción serían unos 40.000 metros y el resto espacio para la maniobrabilidad de los barcos.

La profundidad media de la zona en la que se encontraría la piscifactoría es de unos 40 metros y ocuparía una extensión de 1,2 kilómetros de largo por 400 metros de ancho. En esta superficie se instalarían dos grupos de jaulas. Cada una de ellas en líneas paralelas de cinco jaulas hasta completar las veinte en total, con un volumen de unos 44.500 metros cúbicos cada una.

Inicialmente el proyecto se presenta para el monocultivo de atún rojo, aunque la misma empresa no descarta que pudieran criarse otras especies como dorada, lubina, largo u otros, en función de los vaivenes del mercado. Un atún rojo puede desarrollar en su primer año de vida un tamaño de 55 a 75 centímetros de largo y un peso de hasta siete kilogramos; hasta alcanzar en diez años de dos metros a 2,15 metros y un peso de hasta 190 kilos. A partir de ahí, y con veinte años de vida, el animal alcanza los tres metros y más de 530 kilos de peso.

Además de por su alta demanda en el mercado, especialmente japonés, la cría de esta especie en el Mediterráneo se ve favorecida por la temperatura media del agua, de 17 a 22 grados.

Los promotores del proyecto prevén que el ciclo de producción anual, desde el comienzo de engorde de los ejemplares (llegada a las instalaciones) hasta su sacrificio pasen de cuatro a cinco meses. Los ejemplares serán capturados mediante redes de cerco y transportados a las jaulas de engorde. Tras un breve periodo de aclimatación, procederán a su engorde. El alimento será transportado mediante un buque congelador fondeado permanentemente en las instalaciones.

Alcanzada la calidad y el peso deseados, comenzarán a realizarse los trabajos de sacrificio de ejemplares, que serán destinados a congelado en un 90% y el 10% restante a fresco. El buque en el que se producirá la fase de despiece (‘ronqueo’) posee una capacidad de procesamiento de unas 40 toneladas al día, con un máximo de capacidad de 2.000 toneladas de almacenamiento.
Según los cálculos del promotor del proyecto, la construcción de las jaulas, las redes y su anclaje al fondo requieren una inversión superior a 1,6 millones de euros.

Con un precio del atún rojo superior a los trece euros por kilo en el mercado japones, principal destino de las exportaciones, las previsiones indican unas ventas superiores a los 53 millones de euros anuales hasta superar los 56 millones el quinto año de explotación, con unos beneficios a partir de ese periodo de 2,6 millones anuales.

La empresa ha elaborado un informe de impacto ambiental que ya está en manos de la consejería de Agricultura y Medio Ambiente mediante un procedimiento simplificado. Desde la Consejería se ha concluido que el proyecto podría tener efectos significativos para el medio ambiente, por lo que debe tramitarse por un procedimiento ordinario. Por tanto, la dirección general de Producción Agrícola, Ganadería y del Medio Marino, ha requerido a Ricardo Fuentes e Hijos que presente un nuevo Estudio de Impacto Ambiental que deberá pasar por una fase de consultas e Información Pública Oficial antes de proceder a la Declaración de Impacto Ambiental ordinaria, lo que podría demorarse aún un mínimo de seis meses más.

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