CARTAGENA. Si hay una zona en la Región que ha sufrido los embates climatológicos, sanitarios y ecológicos como ninguna otra, esa es la del Mar Menor, una comarca que nunca llegó a oficializarse, a pesar de ser aprobada por el Consejo Regional de Murcia allá por los años ochenta. En un momento en el que tratamos de restañar las heridas que nos ha ocasionado la pandemia y nos golpean otros ‘males’ derivados de conflictos bélicos, San Javier, San Pedro del Pinatar y Los Alcázares se mantienen de pie, firmes, tras aguantar estoicamente una sucesión de golpes bajos que a cualquiera que se despiste un instante dejan tumbado en la lona.
Sin embargo, la resiliencia de sus habitantes y de su tierra es motivo de orgullo para sus convecinos y paisanos en la Región. Danas, pandemia, crisis del Mar Menor, ‘crack’ del turismo… ¿qué más podemos pedir y que supere estas ‘plagas’? Pero, no nos equivoquemos, nada de esto está superado todavía; solamente hay que ver cómo se encuentra el Mar Menor en estos momentos, para darnos de cara con la dura realidad que han vivido, viven y seguirán viviendo los que aquí habitan.
Pero, lejos de tratar de agarrarse a estas circunstancias para justificar sus problemas, los municipios se han preparado para tiempos mejores, no dejar en manos de la fatalidad su futuro y apostar por la esperanza y el futuro, que es lo que dará vida a la zona.
Con más de 110.000 habitantes y una extensión superior a las 30.000 hectáreas, San Pedro, Los Alcázares y San Javier, al alimón con Torre Pacheco, fundamentan su principal crecimiento en la agricultura y el turismo, sectores que han supuesto convertirse en una de las zonas más prósperas e influyentes, económicamente hablando, de la Región.
San Javier cuenta con un ‘tridente’ único: tierra, mar y aire, que le hace ser uno de los municipios más importantes y con un crecimiento más relevante. Por un lado, es una zona de importante patrimonio agrícola ubicado en las pedanías de El Mirador, La Grajuela, Roda, Los Sáez de Tarquinales o Pozo Aledo. La modernización de los sistemas de regadío, producción y comercialización, y la implantación de las nuevas tecnologías, ha llevado a San Javier a ser conocido en los mercados internacionales. Cuenta desde hace años con el Centro de Demostración y Transferencia Tecnológica "El Mirador" en el pone en marcha nuevas tecnologías en el sector agrario con el objetivo de conseguir unas producciones competitivas, de mayor calidad y garantía sanitaria.
La buena disposición geográfica del municipio, unido a sus vías de comunicación, han supuesto que la industria y el sector servicios crezcan con la puesta en marcha de nuevos emplazamientos industriales. El crecimiento demográfico ha traído también un mayor número de actividades encuadradas en el sector inmobiliario, así como el alto grado de demanda de trabajadores.
El mar también baña a San Javier. El municipio posee 23 kilómetros de costa en el Mar Menor (principalmente en La Manga) y 16 kilómetros en el Mar Mediterráneo. Más de 30.000 viviendas en La Manga nos pueden hacer a la idea de la dimensión que tiene el turismo en el municipio, con más de 200.000 personas pasando sus vacaciones en la zona en la época estival.
Hacia arriba, el aire. En el término municipal de San Javier se encuentra la Academia General del Aire, centro de enseñanza de los pilotos del Ejército del Aire y sede de la Patrulla Acrobática "Águila", los cuales llevan el nombre de San Javier por todo el mundo.
La economía de Los Alcázares se ha transformado progresivamente, desde una estructura agrícola y pesquera hacia un desarrollo de los servicios, merced al auge experimentado por el turismo en esta zona. Así se pone de manifiesto la especialización de Los Alcázares en actividades económicas vinculadas con su carácter de núcleo turístico, ya que sus habitantes se dedican en su mayor parte a la industria de servicios y promoción turística.
Más de 100.000 habitantes en verano son un dato inequívoco de que su apuesta por el turismo no tiene parangón y la transformación de sus servicios y sus ofertas así lo atestiguan.
San Pedro del Pinatar aprovecha perfectamente su estratégica situación y una perfecta comunicación con la provincia vecina para sacar el máximo partido al turismo y al sector servicios, las grandes fuentes económicas del municipio. Con más de 13 kilómetros de playas, tanto en el Mar Menor como en el Mediterráneo, cuenta, además, con el parque regional Las Salinas de San Pedro, una joya natural y paisajística y una zona de lodoterapia al aire libre más grande de Europa.
El turismo familiar, deportivo y náutico se han convertido en las grandes bazas de San Pedro, que confía en la voluntad y la fortaleza de sus habitantes para dar esquinazo a la crisis y mirar hacia adelante aprendiendo de los momentos críticos para salir más fortalecidos.
El Mar Menor resiste, encaja los golpes y se adapta. Sus municipios, sus vecinos y su confianza son una buena prueba de ello.