Real Casino de Murcia. Foto: EPMURCIA. El pasado martes 14 de junio se conmemoró el 175 aniversario de la constitución de la Sociedad Casino de Murcia. La creación de esta asociación en 1847 respondía al deseo de incorporar Murcia al resto de ciudades que ya tenían establecimientos similares y a la inquietud de una parte de la burguesía murciana que quería incorporar la ciudad a la tendencia europea de fomento del asociacionismo como medio para alcanzar el progreso y la prosperidad.
Durante los primeros cuatro meses su domicilio social estuvo situado en la antigua casa de los Marqueses de la Corona, al final de la calle Jabonerías. Posteriormente se instaló, durante seis años, en un palacete alquilado al Marqués del Vado situado en la calle Lucas, hasta que finalmente, en 1853, se inauguraba la primera fase de las actuales instalaciones que finalizaron en 1901 con la apertura de la puerta principal a Trapería.
"El emblemático edificio se ha convertido en uno de los pocos iconos arquitectónicos civiles que permanece en el tiempo"
El Real Casino de Murcia ha ocupado desde su fundación en 1847 un lugar destacado en la vida social de la ciudad. Ilustres personalidades de todos los ámbitos profesionales se integraron en la sociedad y formaron sus directivas, conformando una entidad representativa de la realidad social. El emblemático edificio se ha convertido en uno de los pocos iconos arquitectónicos civiles de la ciudad que ha permanecido en el tiempo.
Los años 70, los cambios de costumbres y la falta de recursos provocaron que la edificación fuera deteriorándose llegando en los años 90 a una situación de extrema gravedad, ya que amenazaba ruina en algunas partes de la edificación. Ello a pesar de los esfuerzos que sucesivas directivas realizaron por mantener vivo uno de los mas ricos legados históricos de la ciudad.
La gravedad de la situación llegó hasta el extremo de tener que inutilizar algunas estancias con objeto de evitar daños personales. La eficiencia de la colaboración publico-privada permitió acometer un proyecto integral de rehabilitación para recuperar, en todo su esplendor, la belleza y singularidad de una edificación que ya había sido declarada monumento histórico-artístico nacional en 1983.
Hoy, además de ser uno de los principales atractivos turísticos del corazón de la ciudad como edificio civil más visitado, ha recuperado su esplendor anterior y se ha convertido en un centro dinamizador de la cultura y de los valores de convivencia, sin perder sus señas de identidad como institución social del siglo XIX.
Si importante ha sido el esfuerzo por recuperar la emblemática edificación, no menos el trabajo y dedicación de los verdaderos protagonistas de que hoy se celebre el feliz aniversario: sus asociados y directivos. Sin el trabajo desinteresado de los socios que a lo largo de generaciones han mantenido el rico legado recibido a principios del siglo XX hoy no se podría disfrutar de este espacio cultural de primera magnitud, como lamentablemente ha ocurrido con otros monumentos murcianos.
El Gobierno de la región ha reconocido la aportación del Real Casino de Murcia al desarrollo y progreso de la región otorgándole la Medalla de Oro de la Región como muestra del compromiso de la entidad con los valores de convivencia, pluralidad y libertad que han contribuido al progreso y modernización de la ciudad.
Ciento setenta y cinco años después de su creación, el Real Casino de Murcia es uno de los mas destacados activos de la sociedad murciana, no sólo por su aportación al desarrollo turístico y a la vida cultural, sino porque ha sabido ganarse el afecto y la consideración de los ciudadanos y de las demás instituciones, convirtiéndose en motivo legítimo de orgullo de los murcianos.
Miguel Ángel Cámara Botía
Catedrático de Química Agrícola
Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica
Universidad de Murcia
